Menos ideología, más negociación FMLN, ARENA, empresa privada

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“La campaña política ha sido desgastante y hasta ultrajante. Se han volado un montón de dinero en la propaganda.” “Entre los hechos que observaremos con detalle está la nominación del gabinete. Veremos si se modera la ortodoxia.”

Elena de Alfaro, ex presidenta de la Cámara de Comercio

“Como sociedad todavía tenemos unas lacras antidemocráticas de mucha intolerancia que debemos superar.”

“El partido se va a ir vaciando (poco a poco) en el Estado. Si Funes no entiende, cuando venga a sentir va a estar cercado.”

Joaquín Samayoa, analista

“Si la izquierda hace cosas que ha hecho ARENA y comete el mismo error no salimos de nada y vendrán los conflictos.”

“Estar en el poder puede ayudar a transformar la izquierda, pero el poder puede corromper. Ojalá no se abuse.”

Roberto Rubio, economista


Tres analistas convocados al primer Foro Político poselectoral de LA PRENSA GRÁFICA coincidieron en que, tras el triunfo electoral de Mauricio Funes y el FMLN, tocará a los nuevos gobernantes, al partido ARENA en la oposición y a los principales actores económicos del país apelar al pragmatismo político para lograr los entendimientos básicos que El Salvador necesita para superar la crisis económica y para aprovechar de verdad la alternancia en el Ejecutivo. Joaquín Samayoa, Elena de Alfaro y Roberto Rubio creen, con algunos matices, que llegó el momento de que los extremos ideológicos paridos el siglo pasado –como el marxismo-leninismo o el neoliberalismo a ultranza– den paso a más negociación y diálogo político.

“Estamos y debemos estar en la era del fin de las ideologías”, resumió Rubio. “Los salvadoreños comunes han madurado y han aprendido a vivir con las diferencias políticas”, consideró De Alfaro al traducir el sentimiento de la población reflejado en las elecciones, en las que la gente acudió a las urnas con la esperanza de ver un cambio en la conducción del país, independientemente de quién ganase.

Según los analistas, ese cambio dependerá de cómo el presidente electo y su partido hagan gobierno en los próximos cinco años, así como del rol que la derecha tome como partido de oposición.

“Lo que haga o no haga este Gobierno dependerá mucho de lo que pasa en la derecha, por lo que es fundamental construir una derecha inteligente, madura, firme y opositora, pero con otra lógica”, cree Rubio, quien considera que también serán muy importantes los enfoques al interior del Frente en cuanto a la democracia: “Si aparecen atisbos fuertes de una izquierda autoritaria, eso reñirá con la gestión gubernamental, que requiere de dosis de pragmatismo y de menos ideología”.

Samayoa, por su parte, ve en la ideología tradicional del FMLN un obstáculo que, con la nueva coyuntura, puede incluso ser superado. “La izquierda tiene un obstáculo grande, que si lo remueve todo fluye y se puede consolidar como un partido moderno de izquierda sin necesidad de renunciar a proyectos ambiciosos de mejoramiento social. Pero si no lo remueve veremos más de lo mismo”, opinó el analista, quien cree que el FMLN ocupa la ideología como un “bastón” que en un momento determinado puede servir para caminar cuando hay una fractura. “Pero cuando la fractura ha sanado el bastón impide moverse con más rapidez y eficiencia. Y el Frente no quiere botar el bastón, y ese bastón se llama marxismo-leninismo, que es una visión de política de Estado según la cual un partido de vanguardia es el que sabe y el único que sabe a dónde conducir a la sociedad”, afirmó, al marcar con esa elaboración la necesidad que esa ideología del Frente sea debatida internamente, algo que aún no ha ocurrido.

“Si se logra que no surja una izquierda autoritaria, una derecha autoritaria, con los vicios que ha venido teniendo, y pasan cinco años y el país sigue, vuelva a ganar o pierda el Frente y no pasó nada aquí, la democracia se consagra”, asegura Rubio, al hablar de un escenario ideal en el que incluso Mauricio Funes puede pasar a ser recordado “como el presidente que instauró y garantizó la institucionalidad y la alternancia”.

De Alfaro subrayó como un primer paso la calma que generó el primer discurso de los presidenciables después de conocer los resultados. “Nos habló (Funes) con un discurso que a derechas e izquierdas nos deja pensando mucho y nos calmó a los que estábamos ansiosos. Es lo mejor que le pasó al país: la madurez; y le dimos una lección al mundo, y ahora tenemos una alternancia”, dijo al marcar también la actitud del aspirante arenero Rodrigo Ávila: “Se portó a la altura y eso abona mucho en este proceso”.

Los analistas coinciden en que la amenaza más grande sobre la economía del país puede terminar siendo el factor que una a los sectores. La crisis y la necesidad de acuerdos, opinan, pueden ser el detonante para que partidos y sector productivo se obliguen a entenderse.

Los retos internos

Sin embargo, el discurso conciliador y muestras de carácter del presidente electo aún no generan la confianza para que los analistas vean un cambio real del FMLN. La bancada legislativa sigue generando dudas. “Es una bancada que le responde al partido, no al presidente. En la medida de lo posible y en temas que no serán controversiales la bancada apoyará a Funes. Pero puede ocurrir que la posición del presidente le resulte intragable a la fracción”, consideró Samayoa.

Los analistas coinciden en que el acuerdo entre ARENA, FMLN y empresa privada permitirá gobernabilidad y la consolidación de la democracia que se espera desde la firma de los Acuerdos de Paz.

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