Las reformas políticas y electorales están entre los principales retos que tiene el próximo gobierno para fomentar la institucionalidad del país.

Claudia Umaña, directora del departamento de Estudios Legales de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), considera que “para implementar buenas políticas públicas se requiere de que las instituciones funcionen y que las mismas sean visualizadas con eficiencia”.

Entre las reformas que destaca Umaña están el fortalecimiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a través de la separación de las funciones administrativas y jurisdiccionales, adecuar los distritos electorales al censo poblacional, implementar el voto residencial a escala nacional para 2012, mejorar los vínculos entre electores y representantes, representatividad plural en los concejos municipales, el voto en el exterior y bajar los estándares para que se mantenga inscrito un partido político.

Para el magistrado del TSE, Eduardo Urquilla, las reformas pendientes son un nuevo Código Electoral y una ley de partidos políticos. “Se necesita que la clase política esté consciente de la necesidad de llegar al consenso que se necesita para ese modelo, para una reforma constitucional y para la ley de partidos políticos”, consideró Urquilla.

Umaña, por su lado, resaltó que no basta con hacer estas reformas, sino que se tiene que dar fuerza a las instituciones para que pongan en práctica estas leyes. “No solo es de leyes, es de voluntad de cumplir esas leyes”, insistió.