El nuevo alcalde de San Vicente, el arenero Medardo Hernández Lara, y sus concejales tomaron posesión ayer de un municipio en donde la alcaldía, los mercados y el rastro municipal no tienen agua ni energía eléctrica.
El servicio eléctrico en los edificios municipales fue suspendido desde la semana anterior por una deuda pendiente con la empresa DelSur que supera los $75,000. La mora por el servicio de agua no se dio a conocer.
Estas y otras deudas, que según el nuevo alcalde exceden los $2 millones, son el legado financiero que el concejo saliente deja a las autoridades entrantes y que se ha convertido en el primer obstáculo que tendrán que superar para iniciar su gestión de manera limpia.
El ahora ex alcalde Rigoberto Saravia, quien ganó con el FMLN y se pasó al PDC, aseguró que su concejo hizo todo lo posible por solventar el problema, pero la empresa de energía no aceptó un abono de $20,000 y exigió el monto total, pero prefirieron pagar el salario de los empleados.
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