Tesoro botánico en Finca El Espino

Una especie vegetal que pertenece a las primeras que poblaron la Tierra habita la porción de la finca El Espino que está en manos de las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán. El ejemplar sobrevivió la tala de 4.3 manzanas de terreno. Hoy es testigo mudo de la ampliación del bulevar Diego de Holguín.

7 enero 2007. Por Blanca Abarca

Un extraña planta se yergue, agónica, en medio del cafetal municipal de la finca El Espino. El ejemplar, ubicado a pocas cuadras del nuevo tramo del bulevar Diego de Holguín, es muy particular. Para empezar desentona con la vegetación cercana, dominada por arbustos de café, zacate de casi un metro de altura y árboles de capulín, copalchín, llama del bosque, pepeto, entre otros.

Este individuo no es estrictamente un árbol. Como si fuera poco no produce flores, tampoco semillas y no está a la venta en ningún vivero del mundo. Es conocido como helecho arborescente, considerada una especie típica de los bosques primarios (aquellos que nunca han sufrido intervención humana alguna).

Los científicos consideran a estos helechos arborescentes una de las primeras plantas que poblaron el planeta. De acuerdo con los evolucionistas, estos aparecieron sobre la faz de la Tierra mucho antes que la humanidad. A sus parientes más longevos, encontrados fosilizados, los paleontólogos les han calculado hasta 300 millones de años.

Hoy en día los helechos arborescentes viven en zonas tropicales y montañas húmedas. No soy muy exigentes. Para existir les basta agua, poca luz y una temperatura entre 10 y 20 centígrados.

A la hora de tener descendencia, estos seres vaya que son complicados. Su ritual de reproducción es bien intrincado. No pueden traer al mundo hijo sin que otros les hagan el trabajo.

Como no tienen semillas, procrean a través de esporas, que se pueden ver en el reverso de las fronda (como se denomina a cada una de sus hojas). Cada espora trae en su interior células, que se asemejan a un óvulo y a un espermatozoide. Para fecundarlas se requiere la participación de tres elementos: viento, tierra y agua.

El viento, por ejemplo, libera las células de las esporas. Con el patrocinio del agua estas células se unen para luego ser acogidas en la tierra, que se convierte en una especie de vientre de alquiler al aire libre.

Después de este proceso, nace un helecho arborescente bebé. Luego viene un proceso de crecimiento muy lento que se caracteriza por la aparición de pequeñas puntas enrolladas hacia el centro, que poco a poco se abren.

Debido a la dificultad para nacer y crecer, estos helechos son muy preciados. En el mundo se estima que existen 12 mil especies de helechos. “En El Salvador se contabilizan nueve especies de helechos arborescentes”, de acuerdo con Jorge Monterrosa, investigador del jardín botánico Plan La Laguna, de Antiguo Cuscatlán (La Libertad). Los más numerosos son los helechos arborescentes identificados como Cyathea costarricensis.

“De manera silvestre se les puede encontrar en las zonas altas del país, como en el parque Montecristo, pero no se da en cualquier parte.” Tampoco se pueden comprar en el vivero de la esquina. “La comercialización de helechos arborescentes está prohibida en el mundo”, agrega el experto del jardín botánico. Esta especie forma parte de la plantas protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES, por sus siglas en inglés), de la cual El Salvador forma parte desde 1987.

El ejemplar hallado en la finca El Espino mide unos 3.5 metros de altura y tiene dos coronas de hojas, de acuerdo con estimaciones de la bióloga Blanca Nory Salguero, ex catedrática de la Universidad de El Salvador que a petición de este rotativo visitó la zona. Es un individuo enano, si se compara con el helecho arborescente de Nueva Caledonia, que alcanza 28 metros.

Este helecho arborescente está ubicado en el terreno que comparten las comunas de San Salvador y Antiguo Cuscatlán, a pocos pasos de la cerca que divide la propiedad municipal del terreno de la Asociación Cooperativa de Producción Agropecuaria Finca El Espino y a unas tres cuadras de la prolongación del bulevar Diego de Holguín.

“Es un tesoro”, expresó Rosa Delia Búcaro, bióloga salvadoreña radicada en Holanda, al estar frente a este genuino descendiente de la “era de los helechos”, tal como se conoció la era geológica carbonífera, en la cual estas plantas tuvieron su apogeo.

A las especialistas les resultó particularmente llamativo que una planta típica de los primeros bosques salvadoreños estuviera justo en una zona intervenida para ser finca cafetalera y ahora codiciada área de desarrollo urbanístico.

Mientras que para Monterrosa, el hallazgo da cuenta de la temperatura y humedad que caracterizó al terreno, así como la elevación de la zona (800 metros sobre el nivel del mar).

El experto del jardín botánico cree que la planta tiene unos 30 años. El cálculo resulta de comparar la altura de los helechos arborescentes de la colección del parque temático con el de la finca El Espino. Mientras, las dos biólogas declinaron hacer un cálculo etario e identificación científica de la planta sin antes realizar una minuciosa investigación. Pero destacaron que las numerosas cicatrices de otrora rizomas (tallos de los helechos arborescentes) y la cantidad de líquenes (plantas que crecen en troncos y rocas) son indicativos de la vejez del individuo.

Años más, años menos, a William Marenco, comisionado por la Alcaldía de San Salvador para velar por la franja municipal de la finca El Espino, le preocupa el estado de salud de la planta. Una parte del tronco tiene un hueco de medianas proporciones y otra está secándose. “Es por la falta de agua y mucha exposición a la luz y el calor”, diagnostica Salguero.

El entorno de la finca ha sufrido varias alteraciones en los últimos años. El cambio de cobertura boscosa y cafetalera por cemento ha incrementado la temperatura y la cantidad de luz solar que ingresa a la finca.

Una demanda interpuesta en 2000 por el Comité pro Defensa de la Finca El Espino ante el Tribunal Centroamericano del Agua, con sede en Costa Rica, señalaba que la temperatura dentro de la finca era de 24 grados centígrados, cuando en las afueras se registraba 31 grados centígrados.

Estadísticas de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) reportan una disminución de 45% en la extracción de agua de los cuatro pozos ubicados en la zona. El cambio más reciente ocurrió hace seis meses, cuando el Ministerio de Obras Públicas (MOP), para ampliar el bulevar Diego de Holguín, tumbó tres kilómetros cuadrados de árboles dentro de la franja municipal de Antiguo Cuscatlán y San Salvador. El área talada equivale a la mitad del municipio de El Carmen (Cuscatlán). Marenco calcula que fueron derribados más de 400 árboles de bálsamo y 16 mil arbustos de café.

La nueva carretera pasará al sur del helecho arborescente. Los ancestros de este ejemplar han resistido cientos de embates. Este solo ha sorteado la transformación de la finca en bosque cafetalero, la urbanización y el tramo del nuevo bulevar que atraviesa Santa Tecla y la finca.

ALTURA
3.5

metros DE altura TIENE EL HELECHO UBICADO DENTRO DE LAS 128 manzanas que comparten LAS comunas DE ANTIGUO CUSCATLáN Y SAN SALVADOR.

Agua, a la baja
El agua lluvia que se infiltra en la finca El Espino alimenta una esponja gigantesca que se extiende justo bajo el volcán de San Salvador, entre Chanmico, Nejapa, hasta el lago de Ilopango.

El agua que se infiltra en la finca es extraída por la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) a través de cuatro pozos.

Entre 2002 y 2005, los pozos de ANDA ubicados dentro de la finca El Espino pasaron de generar 4.4 millones a 3.7 millones de m³ de agua por año. En tres años, la producción de agua descendió en 16%.

Solo con el agua extraída en 2005 de las entrañas de la finca El Espino ANDA podría abastecer durante 12 días consecutivos a los abonados del Gran San Salvador. En la práctica, ese sistema de pozos suministra la colonia San Benito y sectores aledaños a la autopista sur.

También podría llenar 18 veces el reservorio de agua de la planta Río Lempa, el cual mide el equivalente a seis canchas de fútbol.

El pozo El Espino 3 es, de acuerdo con las estadísticas, uno de los más prolíficos de la finca. En 2002 solo esa fuente generó 2.09 millones de m³ de agua, casi la mitad de toda la producción del año.

Para 2003, pozo El Espino 3 produjo más (2.34 millones de m³). Pero a partir de 2004 su capacidad se redujo a 1.87 millones, cantidad suficiente para proveer agua durante 150 horas al área metropolitana.

especie pioneraLos helechos arborescentes no poseen troncos como los demás árboles. Sus tallos son estructuras denominadas rizomas, de las que surgen las frondas. Las frondas están compuestas por: peciolo (tallo de la hoja) y los folíolos (la porción expandida y exuberante).

ANDA posee cuatro pozos de agua que abastecen la colonia San Benito y sectores aledaños al bulevar Los Próceres. Boletines estadísticos de la institución detallan que el pozo número 3 es el más dadivoso en cuanto a producción hídrica. En 2003, la autónoma extrajo 2.3 millones de metros cúbicos de agua.

Marcas de la muerte se pueden apreciar en varios ejemplares en la franja que comparten en El Espino las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán.

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