20 de July, 2011
Visitar Santa Ana y no probar una “torta loca” es como ir a la playa y no bañarse, es una expresión que cada día cobra mayor vigencia, según los santanecos.
Escrito por Carlos Montes
Aunque es una tradición relativamente nueva, con apenas 11 años de vigencia, se ha logrado arraigar en el gusto de propios y extraños por la manera peculiar en que se prepara.
La creadora de este platillo típico es doña Ivón de Flores, quien a raíz de una enfermedad de su esposo se vio obligada a montar un negocio en su casa. Al inicio, según recuerda, funcionaba únicamente los fines de semana.
“Comencé vendiendo panes con gallina, tacos y enchiladas. Un día un cliente me pidió un pan y me dijo que le pusiera de todo. Ese pedido se hizo frecuente entre la clientela”, manifestó esta mujer empresaria, la cual en 11 años y medio ha visto florecer su negocio familiar, el cual junto con sus hijos ha logrado convertir en un ícono de la Ciudad Morena.
Durante las fiestas julias, el número de visitas a la ciudad crece, al igual que a La Antorcha, el negocio de la familia Flores en la que se puede degustar una variedad de tortas; destaca “La Manoseada”, inventada por el ex portero de Club Deportivo FAS Luis Castro; y “La Frigüey”, en honor de uno de los mejores grupos nacionales.