Más de medio millón de personas asistieron al carnaval, según los organizadores. El festejo se empañó con desórdenes registrados. En el estadio Barraza ocho personas resultaron lesionadas. La Policía reportó denuncias de hurto de vehículos.
El cansancio, la sed y la sofocación afectaron a los espectadores en estadio Charláix. En algunos momentos, las presentaciones artísticas tuvieron que detenerse para poder desalojar a las personas desmayadas o calmar los encendidos ánimos de la gente.
Ni la PNC ni los cuerpos de socorro lograban contener una turba humana, que pasaba de los graderíos al engramillado del estadio, durante los espectáculos musicales del Carnaval de San Miguel.