Óscar Arnulfo Romero fue declarado beato, el primero para El Salvador, en una multitudinaria ceremonia realizada en la plaza Salvador del Mundo.
El papa Francisco alabó la figura de monseñor Oscar Arnulfo Romero, que hoy será beatificado en El Salvador, y llamó a una verdadera reconciliación en el país centroamericano.
A primeras horas del sábado llegaron el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, y el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
Tras la vigilia y varias horas de lluvia nocturna, los fieles de Romero, que pasaron la noche al pie del monumento del Divino Salvador del Mundo, amanecieron este sábado bajo un cielo más despejado.
Ni el clima, ni el largo trayecto han sido capaces de detener la devoción de los seguidores de Romero. Desde ayer en la tarde, hasta hoy en la madrugada, cientos de migueleños viajaron hacia la capital.
«San Romero de América» se leía al frente de la camisa que lució René Pérez, de Calle 13, en su primer concierto en El Salvador.
Desde artículos de Monseñor Romero hasta bancos de plástico pueden adquirirse esta madrugada en los alrededores del lugar donde este día se llevará a cabo la beatificación del arzobispo.
«El pueblo salvadoreño tiene el cielo por sombrero» se escuchó al son de la música en el Salvador del Mundo y sus alrededores durante la vigilia.
Solo una niña apareció con una velita, pues la lluvia no permitió que se encendieran.
La cripta de la Catedral Metropolitana y el Hospital Divina Providencia recibieron ayer a los feligreses de diversos países.