Buscan erradicar “carreras masculinas vs. femeninas”

FOMILENIO II capacitará el próximo año a 300 maestros con un programa de formación especializada en género, ya que los docentes son el primer actor que interviene en la orientación vocacional.

Évelyn Machuca

La Corporación Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en inglés), a través del proyecto FOMILENIO II, capacitará durante un año a 300 docentes del Ministerio de Educación (MINED) de los 14 departamentos del país para darles formación especializada en educación de género, a partir de 2018.

Lo anterior es parte de la Política de Equidad e Igualdad de Género, que fue elaborada por equipos técnicos calificados tanto de FOMILENIO II como del MINED para implementar en los 346 centros escolares que forman parte del proyecto Sistemas Integrados de Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno.

“Lo que esta política de Equidad de Igualdad de Género pretende es educar al pueblo salvadoreño sin discriminación por razones de sexo, género u otra condición social. La apuesta obedece a que es el sistema educativo nacional el que prepara para la vida afuera (de las aulas)”.
Violeta Muñoz, gerente de inclusión social y de género de FOMILENIO II

La iniciativa de la corporación surge cuando se pregunta por qué no es común que las adolescentes que se gradúan de bachilleres y tienen la posibilidad de escoger una carrera universitaria o un pregrado técnico se inclinen por aeronáutica o por qué la mayoría de estudiantes de enfermería son mujeres? El docente y los orientadores vocacionales son los primeros actores en el tema de la educación formal y la forma en la que ellos han sido educados y socializados es fundamental.

“Esto se trata de que yo me desideologice, que comience a despojarme de lo que considero natural. Si yo considero natural que una niña se mira más bonita estudiando enfermería que estudiando astronomía, aunque sus habilidades están allí, ese sesgo con el que fuimos educados tanto hombres como mujeres se va a trasladar en nuestras prácticas”, explicó la gerente de Inclusión Social y de Género de FOMILENIO II, Violeta Muñoz.

Para este proceso de formación profesional de docentes, de socialización e implementación de la política, el proyecto de la MCC ha destinado un presupuesto que asciende a $3 millones.

Según indicó Muñoz, antes de la elaboración de la política fue realizado un estudio sobre la situación de género en el sistema educativo nacional, y fue a partir de ahí que se vio la necesidad de crear este instrumento que busca contribuir a garantizar equidad e igualdad, como lo obliga la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres (LIE).

“Lo que esta política pretende es educar al pueblo salvadoreño sin discriminación por razones de sexo, género u otra condición social. Esta política se rige por principios como la igualdad de derechos y la equidad, que no es lo mismo que igualdad: la equidad es el camino para lograr la igualdad, la no discriminación, la corresponsabilidad, porque esta debe ser una tarea compartida con la comunidad educativa para generar cambios”, agregó Muñoz.

PLAN DE IMPLEMENTACIÓN

El plan de implementación de la política de Equidad e Igualdad de Género tiene tres áreas estratégicas: la educación incluyente no sexista, la prevención de la violencia de género y la transversalización institucional.

La primera de las áreas busca erradicar las actitudes de discriminación sexual, así como que tanto adolescentes hombres como adolescentes mujeres puedan decidir con libertad qué tipo de bachillerato quieren estudiar, sin ningún tipo de límites o condicionantes que provengan desde sus familias o centros de estudios.

De acuerdo con el documento que contiene la política, continúa predominando una división sexual de los estudios, especialmente en la educación media: el estudio para la Transversalización de Género en el sistema educativo, realizado en 2013 por FOMILENIO y el MINED, muestra que existe una tensión entre el discurso de igualdad de género que apenas empieza a instalarse en las escuelas y los dispositivos de socialización de género dentro de ellas, los cuales se basan en creencias y prejuicios.

“Esto se confirma en las consultas realizadas a grupos focales, en el marco de la elaboración de esta política. Por ejemplo, un docente afirmó: ‘No hemos nacido para hacer las mismas cosas; las mujeres tienen más facilidad para unas cosas y los hombres, para cosas de hombres por su fisionomía’. De esta forma, se les enseña –de manera consciente o no– cuáles son los comportamientos aceptados”, reza el documento.

La segunda área estratégica tiene como objetivo primordial prevenir el embarazo infantil y adolescente, y, en el caso de que ocurra, reducir la deserción escolar por esta causa; asimismo, crear espacios educativos más amigables y seguros, libres de cualquier tipo de violencia relacionada con sexo o con orientación sexual.

La tercera área busca cambiar primero la situación en el MINED para poder actuar después en centros escolares. El documento señala que para 2015 el MINED tenía a más de 45,600 empleados; el 92 % eran docentes; y sobre ese porcentaje global, el 67 % eran mujeres y solo el 33 % eran hombres, una condición justificada en la feminización de la docencia.

¿Por qué una política  de género? Porque persisten estos problemas:

  1. Discriminación sexual en las escuelas
    Los estudiantes siguen siendo discriminados por su identidad sexual, lo que puede provocar el retiro temprano de estudiantes.
  2. Persiste división de carreras según el género
    Orientadores vocacionales siguen pensando que ciertas carreras son solo para hombres.
  3. Sigue marcada la creencia de debilidad 
    Las niñas siguen siendo consideradas débiles y pasivas, mientras que los niños fuertes y activos.
  4. No ha parado violencia ni acoso sexual
    Ambos casos los padecen tanto niños como niñas; en algunos casos, por su orientación sexual.
  5. Pocas oportunidades de desarrollo
    Los roles tradicionales asignados a las mujeres les impiden seguir estudiando.
  6. Embarazadas siguen dejando de estudiar
    Muchas adolescentes se retiran de los centros escolares por esta causa.
  7. Persiste el lenguaje sexista
    Por ejemplo, se continúa hablando de “hembras”, como si las niñas fuesen animales y no personas.

ESTADÍSTICAS
Todas estas cifras corresponden al Censo Escolar Final 2016, elaborado por la Dirección de Planificación, la Gerencia de Planificación Estratégica y el Departamento de Estadísticas Educativas del Ministerio de Educación (MINED).

43,548: El total de niñas y adolescentes mujeres que se retiraron de los centros educativos.
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979: Niñas y adolescentes mujeres, desde primer ciclo a bachillerato, se retiraron de los centros escolares por estado de embarazo.

2,282: Niñas y adolescentes mujeres se retiraron de las escuelas debido a que sus padres ya no querían que siguieran estudiando.

71: Alumnas se retiraron de los centros escolares por estado de embarazo, solo en el municipio de San Miguel. La cifra más alta de los 261 municipios del país.

301: Alumnas abandonaron los centros escolares porque sus padres ya no querían que fueran a la escuela. La cifra más alta de los 14 departamentos es por esta causa.

44.6%: Del total de estudiantes que abandonaron los centros escolares fueron niñas o adolescentes mujeres.

 

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