¿Cómo superar el ciclo de violencia?

Las estimaciones mundiales publicadas por la Organización Mundial de la Salud indican que una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja sentimental en algún momento de su vida.

Cuando las mujeres se enfrentan a estas situaciones pueden encontrarse con múltiples limitantes para superarlo, dado que se repite un círculo vicioso de abusos, reconciliaciones y agresiones. Existe un mito muy arraigado al amor, en el cual se cree que los celos y el control son demostraciones de amor. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que los vínculos afectivos con la pareja no deben estar condicionados en demostraciones de violencia disfrazadas de gestos de amor.

De acuerdo con la psicóloga Emma Flores, si una persona ha sido violentada, es importante que el primer paso para salir de la situación sea expresarlo con una persona de confianza.

“A veces me dicen (pacientes) ‘mire, pero no me ha golpeado’; todavía tratan de justificar una denuncia. Las heridas emocionales pueden ser mucho más fuertes que un golpe”,

“Hay que romper el silencio; lo primero es comenzar a hablar con alguien de confianza. A veces ni siquiera la misma familia sabe de la situación que están viviendo. Poder hablar de la violencia que están viviendo las mujeres es un gran avance. Es importante refugiarse en estas personas que son un apoyo; pueden ser las amigas, vecinas o familia”, explicó.

Sin embargo, al enfrentarse a la situación y en caso que decidan alejarse del agresor, muchas veces él puede utilizar a los hijos e hijas como una manera de chantaje emocional.

“En el ciclo de violencia, el agresor siempre se disculpa: ‘me disculpo, pero vos tuviste la culpa’”.
Emma Flores, psicóloga

La violencia psicológica es una de las herramientas para controlar las decisiones de sus parejas porque a través de amenazas e intimidaciones logran coartar la autonomía de las mujeres.

“Es importante romper con el miedo y tener claro que ellas no son las culpables, que se puede trabajar con los hijos para que no se sientan con esa amenaza, porque la situación en la que están viviendo les afecta e igualmente están en riesgo como su madre”, aclaró la psicóloga.

A su vez, la experta añadió que, al acudir a un especialista, se les ayuda a identificar mitos y creencias erróneas que existen sobre la agresión, la “lealtad” a la unión de la familia y ayudan a la persona a construir relaciones de equidad.

En esta etapa, la escucha activa juega un rol esencial porque es el espacio en el cual la víctima habla abiertamente sobre su situación. Es un paso importante en el que no todas las mujeres logran compartir abiertamente la situación que en ocasiones han sufrido durante años.

“Estamos viendo cierto incremento de denuncias de violencia contra las mujeres en etapas de expresiones de violencia desde que se aprobó la LEIV”.
Silvia Juárez, coordinadora del programa por una vida sin violencia hacia las mujeres, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA)

“Es aquí en donde se identifican factores de riesgo, fortalezas que ella tiene o las redes de apoyo con las que pueda contar. Es importante aclararle la situación, sacarla de dudas e informarla. Sabemos que la información es poder, y en la medida que esa mujer conoce más, tiene la posibilidad de tomar una decisión y denunciar; al darse cuenta de que ellas tienen derecho de vivir en paz”, dijo Flores.

La psicóloga insiste en que “hay que motivarse a hablar de la situación. El trabajo puede ser individual, grupal o ambas, para poder superarlo. Hay que darse cuenta de que más mujeres viven en esta situación y que sí se puede salir adelante, se puede tener éxito en ese proceso”.

341
feminicidios fueron cometidos entre enero y septiembre de 2017; solo en septiembre hubo 65 casos.
38 %
del total de feminicidios a escala mundial se debe a la violencia conyugal, de acuerdo con la OMS.

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