Una jueza de Familia pidió a la Asamblea Legislativa modificar la ley para tener más elementos para poder sancionar a los agresores. Como está la normativa, según la juzgadora, solo alcanza para ordenar terapias.
Gabriela Cáceres
La violencia intrafamiliar contra mujeres, jóvenes y niñas puede terminar en feminicidio si los agresores las vuelven a agredir, según Carmen Molina, jueza Tercera de Familia de San Salvador.
Los juzgados de familia están facultados para decretar restricciones al agresor si consideran que la vida de la mujer está en riesgo. Una de las medidas es, por ejemplo, que el atacante no pueda acercarse a la víctima. Si viola esa regla y busca a su pareja, hay una reincidencia que provoca que los golpes y agresiones verbales regresen.
De acuerdo con Molina, entre 2016 y junio pasado los juzgados de Paz y de Familia del país registraron 4,354 procesos de reincidencia. “Esto es importante porque el ciclo de la violencia se está llevando a cabo, lo que significa que estos casos podrían terminar en feminicidio”, dijo la juzgadora.
La jueza dijo que la violencia intrafamiliar significa golpes, agresiones verbales y psicológicas, entre otras, que surgen en el hogar. Pero las más afectadas siempre son las mujeres. De acuerdo con los datos que reveló la funcionaria, en el 86 % de casos, las víctimas son mujeres, y el 17 % son hombres.
“El fenómeno de la violencia intrafamilar tiene unas dimensiones extremadamente grandes que surgen en el hogar. La cifra que se tiene procesada es de enero a junio. En ese período tenemos 5,244 casos de violencia intrafamiliar”, dijo la jueza Molina.
La jueza aclaró que el 68 % de los hechores estaban conscientes cuando agredieron a la víctima. El 28 % estaba alcholizado y el 2%, drogado.
Piden modificaciones
La jueza de Familia pidió que la Asamblea Legislativa modifique la ley para que tengan más elementos para sancionar a los agresores.
“Hay una legislación que a nosotros no nos dota de mayores herramientas para sancionar. Vemos, por ejemplo, que la ley de violencia solo nos limita a remitirlos a grupo terapéuticos, y yo quisiera poner más sanciones. El límite que tenemos es de recursos . Por ejemplo , solo hay siete centros para dar terapia. Tenemos que pensar en una justicia más dinámica”, opinó la jueza Molina.
Los tribunales de Familia y de Paz recibieron entre 2016 y junio pasado un total de 10,475 denuncias por violencia intrafamiliar.
Esta cifra aumentó a 30,745 porque los jueces deben conocer los testimonios del resto de la familia, que de forma indirecta se ve afectada por la violencia de la pareja.