Rodrigo Ávila y su equipo plantean la inminente necesidad de refinanciar la deuda para costear los programas sociales que prometen y para mantener beneficios que ya están en marcha. Un pacto fiscal y el uso racional de los recursos del Estado complementan la decisión en materia económica.
Hay una gran oportunidad de convertir la contienda electoral en un proceso que facilite un acuerdo de nación por el empleo, rompiendo las barreras ideológicas, en pos del progreso socioeconómico de El Salvador.
En un escenario polarizado, la discusión de probabilidades se queda en dos: ARENA y FMLN. El discurso de ambos partidos y sus candidatos a la presidencia —esforzándose por mostrarse con más apertura— son aún, según analistas, mensajes sin fondo y sin soluciones para las necesidades del país.
La primera gran decisión “presidencial” de todo candidato a la presidencia es quién le acompañará como compañero de fórmula. El anuncio de que el empresario Arturo Zablah completará la dupla presidencial por ARENA representa el primer gran acierto de Rodrigo Ávila de cara a las elecciones de marzo de 2009.
Los partidos que intentaron sin suerte construir una tercera opción electoral para la presidencial de 2009 reivindican para sí un papel decisivo en la gobernabilidad, tanto si gana ARENA como si lo hace el FMLN. Confían en ser la llave de la Asamblea que saldrá de la elección de enero.