AFP/LA PRENSA-Walter Torres, de la selección de El Salvador, pelea un balón con el marfileño Frederic Aka. El duelo al final se lo llevó Costa de Marfil.

“A nosotros ahorita nos han pegado la primera bofetada como se dice, pero faltan dos (partidos) todavía. Aquí no hemos perdido nada ni ganado nada todavía.”
Rudis Gallo,técnico de la selección de playa

La selección de playa de El Salvador parece un castillo de arena: apantalla y después se rompe en pedazos. Ayer tocó el cielo de Dubái y luego lo echó por el alcantarillado. Ganaba 5-2 al término del primer período y permitió que Costa de Marfil los madrugara, así como muchos salvadoreños lo hicieron a buenas 5 de la mañana para verles en la televisión.

“Los Elefantes Africanos” se llevaron un triunfo 7-6 que dejó tela que cortar en la interna de la Azul y un sabor amargo para la afición madrugadora.

Los pescadores se vieron en desventaja desde el saque inicial que marcó un violento zapatazo de Ludovic Ehounou y que cogió frío al representativo cuscatleco.

El tanto valió para despertar a los pupilos de Rudis Gallo y a una hinchada salvadoreña que disfrutaría luego con un recital de goles azules.

Fue Tomás Hernández quien abrió la cuenta y empató sobre los primeros cuatro minutos.

Toda vez Hernández abrió la llave de la ducha, los goles se desparramaron sobre la arena.

Agustín González Ruiz puso el 1-2 desde los 12 pasos con cinco minutos y medio por jugarse y luego apareció Walter Torres para el 1-3.
Doblete ilusionante

La ventaja parcial le abrió las puertas a Francisco Velásquez que ingresó y anotó por partida doble en los dos minutos finales de la primera manga.

Para entonces la escuadra de Costa de Marfil caía 1-5 y la Azul cuscatleca celebraba por todo lo alto lo que más tarde acabaría en decepción.

Fue a partir de esa deslumbrante ventaja que el representativo criollo perdió la brújula, pareció caer en la ansiedad del primer triunfo en un mundial y comenzó a cometer errores.

Un yerro del cierre Medardo Lobos le permitió a Daniel Kouassitchi lograr el segundo tanto para los africanos a 48 segundos para cerrar el primer período. Así el rollo acabó 2-5 a favor de El Salvador.
Camarón que se duerme…

Al regreso del descanso, la Azul entró a la arena con apariencia sobrada. Se recluyó atrás, renunció al ataque y permitió que Costa de Marfil lo arrinconara. Y fue entonces que se cayó estratégicamente, en parte también por la actuación del árbitro húngaro Istvan Meszaros que les pitó en contra hasta las malas miradas.

La artillería marfileña los encimó, manejó la pelota y comenzó a descontar.

Ludovic anotó el 3-5 a falta de un poco más de tres minutos para cerrar el segundo período, y cuando quedaban 1.41 minutos para volver al descanso, Torres cometió falta sobre Frederic Aka y este se hizo justicia decretando el 4-5.

Como en el debut en Marsella 2008 ante el representativo de Portugal, El Salvador cerró un segundo período desastroso. Uno en el que apenas probó a marco con un remate de Wilber Zavala que estremeció el travesaño.

La debacle para la Azul llegó en los 12 minutos finales cuando Ludovic adquirió pose de villano. El pívot aprovechó los primeros tres minutos para decretar el 5-5 y el 6-5 favorable a su equipo.

No obstante, Tomás Hernández reapareció a falta de siete minutos con el 6-6 para revivir las esperanzas de la selección de El Salvador.

El tiempo restante se consumió entre el nerviosismo de la Azul y la ambición de los marfileños por llevarse el partido. Y fue esa hambre de triunfo la que les premió con el séptimo gol cuando el tiempo agonizaba.

Al final, victoria africana. Una que deja mutilada en parte las pretensiones y los sueños de la Azul que ya acusa la falta de fogueos de roce internacional.