La Azul de playa ya se encuentra en México, donde disputará el boleto hacia el mundial de la modalidad en Dubái.
Escrito por Santiago Leiva
Con maletas cargadas de sueños y optimismo, la selección nacional de fútbol playa partió ayer hacia Puerto Vallarta, México, sede de la eliminatoria mundialista de la modalidad.
La justa que se celebrará del 17 al 21 de junio regalará dos boletos al mundial de fútbol playa, a celebrarse en Dubái, en noviembre próximo.
Rudis Gallo y sus 12 discípulos van más que optimistas, pues les basta cosechar dos victorias para viajar a tierras asiáticas.
“Ya estamos listos, hemos tenido el tiempo suficiente. Este último mes nos ha servido para hacer los ajustes: afinar los detalles técnicos-tácticos y la parte psicológica. El grupo va mejor que nunca, confío en el trabajo de los muchachos y en Dios que podemos lograr el boleto a Dubái”, señaló Gallo.
“Los ánimos están bien, vamos un resultado positivo”, lo secundó el meta Luis Rodas.
Y es que en sus filas lleva 10 mundialistas y de paso considera que el nivel de los participantes no es superior al de los pescadores cuscatlecos.
La Azul playera marcará su debut ante Canadá el próximo jueves, y un día después le hará honores a la selección playera de los aztecas.
Gallo se ha metido entre ceja y ceja derrotar a los canadienses para colarse a la cuadrangular, donde podría tener como rivales a Estados Unidos y en el peor de los casos a Costa Rica.
Si El Salvador derrota a Canadá, el juego ante los mexicanos sería de trámite. No obstante, Gallo lleva su propia estrategia bajo la manga para hacerle frente a los norteamericanos.
“México hace su salida en ‘Y’, y cuando van al ataque juegan en rombo. Hemos estado estudiando las posibilidades para contrarrestarlos y cómo hacer la transición de ataque a defensa o viceversa para sorprenderlos”, explicó Gallo, quien aseguró que el último hombre de los aztecas es lento, contrario a la artillería azul, que es rápida y explosiva.
Una vez clavado en la cuadrangular, Gallo no esconde su deseo por enfrentar a Estados Unidos, un rival que, a su juicio, resultaría más accesible. “Creo que podemos vencerlos porque conozco más a los jugadores de Estados Unidos que a los de Costa Rica”, dijo. Los ticos, de acuerdo con Gallo, tiene virtudes y características similares a las de sus muchachos.