El evangelio de San Lucas nos transporta a la Pasión de Nuestro señor Jesucristo y nos invita a reflexionar sobre el infinito amor y humildad que tuvo para con nosotros, que este domingo, día en que Jesús entra triunfante a la Ciudad Santa, sea la antesala de su gloriosa Resurrección.
Carlos Rodríguez
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Cristo, siendo Dios, no considero que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino al contrario, se abandonadó a sí mismo, tomado la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz. (Filipenses 2, 6-8)
Con una gran participación de la feligresía tecleña, la iglesia dio inicio a la celebración anual de los misterios de la pasión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empiezan con la entrada de triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén. Es por ello que la comunidad creyente conmemora ese pasaje en la vida de Jesús con el tradicional Domingo de Ramos.
Este año se contó con la participación del excelentísimo y Rvdmo. señor Nuncio Apostólico de su Santidad, Mons. Luigi Pezzuto, el cual nos invita a no ser cristianos pasivos, a vivir la Semana Mayor con fe y devoción.
Tras la bendición de las palmas, dio inicio a la procesión de ramos que finalizó en el templo de la parroquia inmaculada concepción de La ciudad de Santa Tecla, donde se celebró la santa misa dominical y se dio paso a la lectura de las sagradas escrituras propias al Domingo de Ramos.
El evangelio de San Lucas nos transporta a la Pasión de Nuestro señor Jesucristo y nos invita a reflexionar sobre el infinito amor y humildad que tuvo para con nosotros, que este domingo, día en que Jesús entra triunfante a la Ciudad Santa, sea la antesala de su gloriosa Resurrección; como nos narra nuestro querido monseñor Rogelio Esquivel, párroco de la Parroquia Inmaculada Concepción.