Violeta Menjívar espera borrar el recuerdo de haber ganado por 44 votos. Y no considera raro que la mujer que más sabe de números electorales en el FMLN, Norma Guevara, desista seguir compitiendo como la síndica de la capital y vaya en un puesto seguro en la planilla de diputados.
Violeta Menjívar llegó a la Asamblea Legislativa en 1994, como diputada suplente. Ahí siguió por varios períodos, como propietaria. Llegó a ser secretaria de la junta directiva. A su lado tuvo la oficina de Norman Quijano, ahora candidato a alcalde de San Salvador por ARENA, por lo que considera que lo conoce desde hace una década.
El PDC, apuntalado por las figuras de Wilfredo Salgado y Orlando Mena, se muestra optimista de recuperar el caudal electoral perdido en el pasado. Los democristianos hablan palabras mayores y se tienen fe en ganar la presidencia en primera vuelta, pero en caso de una hipotética segunda vuelta sin Zamora, no se atreven a adelantar apoyos, aunque ya hubo guiños anteriores hacia la derecha.
Con la aspiración bajo la manga de lograr al menos 14 diputados para la Asamblea en 2009, el PDC —que no pierde tampoco la esperanza de recuperar la presidencia que un día condujo, pese a la poca ventaja que le dan las encuestas en estos días— ofrece una nueva forma de negociar pactos al interior de la Asamblea, y aunque se cuida de señalar con el dedo a algún partido en específico, afirma que ofrece no un sistema de compra de voluntades, sino pactos reales de gobernabilidad
Según Parker, el PDC está determinado por su tradición y no por sus integrantes.