Funes maniobra por apoyo político

Con ARENA en control de la mayoría calificada (56 votos) en la Asamblea, el mandatario busca garantizar la gobernabilidad que le permita terminar su gestión sin una crisis política.

 

 

 

 

 

 

 

Amílcar Mejía/Amadeo Cabrera

 

Haciendo maniobras de equilibrista, el presidente de la República, Mauricio Funes, cumple este día tres años en el poder en medio de una relación de amor y odio con el FMLN y en busca de apoyos provenientes de la derecha.

Paralelamente, el mandatario busca cobijarse bajo una base social apartidaria que le otorgue fuerza política que le acompañe en sus últimos dos años de administración.
El 16 de mayo, Funes echó flores al alcalde de San Salvador, Norman Quijano, por un proyecto urbano, y felicitó a dos de sus colegas por haber desentrampado inversiones en sus municipios. Los alcaldes estrecharon sonrientes la mano de Funes.
Un día después, ARENA y el resto de la derecha aprobó en la Asamblea Legislativa la distribución de $100 millones de un préstamo del BID para varios gastos del Ejecutivo, ante la oposición del FMLN.
Según el diputado arenero Donato Vaquerano, ellos apoyaron el decreto porque el Frente quería extorsionar al mandatario, como lo “había venido haciendo” antes.
El 22 de mayo pasado, Funes acusó al FMLN de haberse convertido en “partido de oposición” al igual que ARENA. Manifestó que ahora tiene que maniobrar en dicho escenario, luego de que el Frente criticara y advirtiera que no acompañaría cualquier recorte de subsidios de parte del Ejecutivo.
“Nosotros no somos novios”, le respondió el portavoz del FMLN, Roberto Lorenzana.
El presidente ha seguido intercalando los reproches y abrazos con el FMLN, y las críticas y felicitaciones a los areneros.
En una concentración de apoyo al mandatario celebrado el fin de semana en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), Funes atacó fuertemente al partido ARENA, pero se guardó los dardos para el FMLN.
Ayer, en la víspera del tercer año de gobierno, mediante un comunicado, el FMLN le endosó su respaldo por la gestión gubernamental.
La concentración del domingo en el CIFCO, en su mayoría del sector campesino, endosándole su respaldo a la gestión presidencial y planteando la necesidad de “mantener los cambios”, ha sido inerpretada por varios sectores como un intento de demostrar fuerza y músculo social y popular de parte del mandatario.

 

Abel Nahín Lara Ruiz, presidente de la Confederación Nacional de Federaciones de la Reforma Agraria (CONFRAS), aseguró que este movimiento de apoyo a Funes se viene organizando desde hace ocho meses y busca crear una base social de respaldo a los cambios impulsados por el actual gobierno. “Me parece de que ha estado muy solo, que falta una estructura más social para poder acompañarlo y en eso hemos estado trabajando”, manifestó Lara Ruiz, cuya organización estuvo en el CIFCO.
Funes defendió ayer el acto de apoyo y aseguró que este no tenía como intención demostrar fuerza social frente a ARENA y el FMLN, en primer lugar porque no fue organizada por el Gobierno. Roberto Lorenzana, portavoz del FMLN, había dicho antes que si la intención era demostrar fuerza, el evento sería un fracaso. Funes replicó que una movilización de 60,000 personas en apoyo de los cambios no es poca cosa.
Según Lara, hay muchas situaciones por las cuales ellos respaldan al mandatario, entre las que se encuentran las políticas a favor del sector agrícola, como el acceso al crédito del 4% en el Banco de Fomento Agropecuario (BFA) y el apoyo a las cooperativas para el cultivo.
Desde el otro lado del sector campesino, Carlos Rodríguez, secretario general de la Asociación Nacional de Trabajadores Agropecuarios (ANTA), organización de izquierda con larga trayectoria, dijo que no se han percibido cambios sensibles a favor del sector campesino en el actual gobierno y que a Funes aparentemente le han temblado las piernas para ir más allá.

 

“Hubiera hecho lo que ha hecho el presidente de Nicaragua (Daniel Ortega), que ha convivido junto con la gran empresa de ese país, pero también ha ingresado al ALBA, beneficiando a grandes sectores de la población”, sostuvo.
Una de las críticas del dirigente campesino al mandatario es que está demasiado amarrado a las políticas de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), –lo que no le ha servido hasta hoy al país para crecer– y no ha buscado más opciones hacia el sur. “Creo que el presidente Funes le tiene miedo a cosas así, porque vio lo que sucedió en Honduras”, dijo Rodríguez, en relación al golpe de Estado que derrocó al presidente hondureño Manuel Zelaya en junio de 2009.

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