Usuarios del transporte colectivo se vieron afectados por el constante cambio de trayecto de buses y microbuses.
Flor Cañas/Patricia Maldonado
El cierre parcial de calles anexas a la plaza Divino Salvador del Mundo llevó a que el transporte colectivo buscara rutas alternas para realizar su recorrido. Los usuarios también desconocían los puntos donde se podían abordar las unidades.
“Vengo buscando dónde está pasando la 30-B y como no hay paradas exactas voy a seguir caminando para abajo a ver qué sale”, dijo María Peña, usuaria del transporte público que había caminado desde la alameda Manuel Enrique Araujo.
Una de las calles alternas para el tránsito de buses y microbuses, que normalmente realizan sus recorridos en las inmediaciones de la alameda Roosevelt y el Paseo General Escalón, fue la 1.ª calle poniente, pero como ya lo habían previsto las autoridades de Gobierno esta calle no contará con acceso vehicular para este día.
Otro sector que se vio afectado fueron los vendedores, quienes debido a la falta de acceso de vehículos a la sede del evento tuvieron que cargar su mercancía hasta el puesto asignado.
A Elena Pleitez, vendedora acreditada, no le permitieron el acceso de su vehículo, por lo que dijo a sus compañeros: “Nos va a tocar descargar esto aquí y llevárnoslo en el lomo”, con cierto descontento.
El asueto que decretó la Asamblea Legislativa, a petición de la Iglesia católica, para empleados públicos del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) y centros educativos ayudó a la fluidez del
tráfico en la zona. Para ahora, el asueto abarca tanto al AMSS como en todo el país.
Según el agente de la Policía Nacional Civil Omar Herrera, las calles permanecerán cerradas hasta las cero horas del domingo para que el personal encargado de desarmar las estructuras no tenga ningún inconveniente. Sin embargo, el cierre disminuirá gradualmente.
Para evitar la congestión vehicular, se han establecido zonas específicas de parqueo, entre ellas: la avenida Bernal, avenida Las Amapolas y el bulevar de Los Próceres.