17La beatificación de Romero coincide con la víspera del Pentecostés, una fecha significativa para la Iglesia católica, de allí que el Vaticano haya escogido el 23 de mayo para que el obispo mártir pueda ser subido a los altares. Ayer, al visitar la tumba y luego en una conferencia, el postulador de la causa Vincenzo Paglia recordó que “Romero es de todos”. El enviado de la Santa Sede también aseguró que es el primer mártir desde el Concilio Vaticano II.

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Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez será declarado oficialmente beato el próximo 23 de mayo en una ceremonia que se celebrará en la plaza del monumento al Divino Salvador del Mundo. Así lo dijo ayer el postulador de su causa ante el Vaticano, Vincenzo Paglia, quien viajó al país para hacer el anuncio.

Paglia, sentado en el salón de honor de Casa Presidencial, un cuarto dedicado a la memoria del obispo mártir, confirmó la fecha que algunos medios italianos ya habían hecho pública ayer desde las primeras horas.

“Me siento orgulloso y conmovido de poder comunicar lo que hace unos instantes hice saber al señor presidente de la República que el 23 de mayo de este año el arzobispo Óscar Arnulfo Romero será proclamado beato como mártir de la iglesia universal”, dijo Paglia acompañado del presidente Salvador Sánchez Cerén, el nuncio apostólico León Kalenga, el canciller Hugo Martínez y el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.

Minutos antes, el enviado del Vaticano se reunió en privado durante unos 45 minutos con Sánchez Cerén y algunas autoridades de Gobierno, como el secretario privado del presidente, Manuel Melgar; el secretario de comunicaciones, Hato Hasbún; y el canciller Martínez, donde, según dijo el mandatario, hablaron sobre el proceso de beatificación que le tocó liderar a Paglia.

“Hemos tenido una reunión donde yo reconozco la esperanza y la fe que nunca perdió monseñor Paglia durante 18 años para hacer entender la figura y obra de Monseñor Romero”, resumió el presidente su encuentro privado con el abogado de Romero ante la Santa Sede.

Sánchez Cerén también recordó su reunión en Roma, el año pasado, con Paglia: “Esas conversaciones me llenaron de esperanza de que teníamos que prepararnos para esta beatificación de Monseñor Romero”, dijo.

El postulador también confirmó que la ceremonia de beatificación será presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. El Vaticano ya tiene establecido que las beatificaciones no son presididas por los sumo pontífices. Los papas son quienes realizan nombramientos de santos, pero no de beatos.

Paglia, además, agradeció al papa Francisco por la decisión de haber desentrampado la causa de Romero, una que ya ha reconocido que tuvo muchos inconvenientes por la oposición de algunos miembros de la Iglesia salvadoreña y latinoamericana: “Tenemos que agradecer al papa Francisco que el 3 de febrero firmó la autorización. Un día que marca el inicio del nombramiento de Monseñor Romero como arzobispo de la Arquidiócesis de San Salvador”, expresó Paglia.

“El mundo ha cambiado mucho desde aquel lejano 1980: ocurrió la caída del muro de Berlín, el atentado del 9/11, la violencia terrorista y acá la violencia generada por las maras”, dijo el postulador de Romero para recordar que la lucha de Monseñor Romero por los pobres y los que sufren tiene vigencia.

Paglia dijo que no podía dejar de reconocer que “el martirio de Romero ha dado fuerza a tantos salvadoreños” que han perdido a sus familias a lo largo de la guerra. Sin embargo, agregó: “Muchos salvadoreños no dejan de ir a su tumba para sacar fuerzas de su mártir”.

Romero para todos

Monseñor Paglia prefirió no referirse a quienes se opusieron durante muchos años para que la causa de la beatificación de Romero avanzara. El sacerdote expresó: “Romero desde el cielo se ha convertido en el pastor bueno y beato que une a todo el pueblo de El Salvador, aquel pueblo por el cual dio su propia vida. Ninguno ni en el pasado ni hoy está excluido de su ayuda. Romero quiere, desde el cielo, que todo El Salvador camine por la justicia y la paz”, señaló.

“Sé bien cuántos se opusieron a la causa, pero creo que es tiempo de agradecer a Dios, porque Romero ayudará a todos. Tenemos que ver hacia adelante. Tenemos la fecha de la beatificación y después la canonización. Es importante que todos recemos a Monseñor Romero para que cumpla algunos milagros”, agregó para finalizar y manifestar que es “historia pasada” hablar sobre quienes se opusieron.

“No le sirve a Monseñor Romero la canonización, nos sirve a todos nosotros”, declaró Paglia para dar por cerrado el tema de la trabas en la beatificación de Romero, el arzobispo salvadoreño que fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en medio de la guerra civil que vivió el país y que el Vaticano reconoció que se trató de un crimen cometido “por odio a la fe”, lo que lo convierte en mártir.

El presidente de la República también dijo que están en pláticas con la Iglesia católica sobre la posibilidad de empujar la causa del padre Rutilio Grande, sacerdote que fue asesinado en Aguilares el 12 de marzo de 1977 junto a otros dos acompañantes. Grande era amigo personal de Monseñor Romero.

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