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Fecha: Ene 1 2012


En los Acuerdos de Paz se establece: “ Conforme a la reforma constitucional emanada de los Acuerdos de México, el resguardo de la paz, la tranquilidad, el orden y la seguridad pública, tanto en el ámbito urbano como en el rural, quedarán a cargo de la Policía Nacional Civil, la cual estará bajo la dirección de autoridades civiles (…) la Policía Nacional Civil será un cuerpo nuevo, con nueva organización, nuevos cuadros, nuevos mecanismos de formación y adiestramiento y nueva doctrina”.
Escrito por Fernando Romero/Amílcar Mejía

 

¿Cómo está la Policía Nacional Civil casi 20 años después de los Acuerdos de Paz?

Soy uno de las fundadores de esta institución, que es producto de uno de los principales acuerdos que se tomaron para darle fin al conflicto armado que lamentablemente tuvimos. Han transcurrido 20 años y yo diría que en materia de los Acuerdos de Paz contamos en nuestro país con una institución de Policía que se ha forjado, y que estamos por cumplir 19 años el 1.º de febrero (de 2012), y se presenta en la región como una de las más destacadas instituciones de Policía, tanto por su integridad, su profesionalismo, su capacitación técnica y profesionalidad en el campo de Policía y su capacidad para abordar, de mejor manera, los fenómenos de violencia que nos aquejan y de criminalidad con carácter transnacional.

 

 

¿Qué ganó el país con esta institución en comparación con los anteriores cuerpos de seguridad?

Realmente hay una tremenda ganancia. Es una institución de policía que tiene reconocimiento de la población, es una institución de policía que previene el delito y lo reprime, sin necesidad de caer en acciones violatorias de los derechos humanos, que es un aspecto fundamental, o central más bien, que se consideraron en los Acuerdos de Paz. Vale decir que la guerra civil, parte de sus motivaciones fueron precisamente las graves violaciones a los derechos de las personas en nuestro país. En ese sentido, es una de las principales ganancias, y en ese sentido velamos porque la Policía trabaje bajo un concepto de una relación estrecha con su comunidad, a la que le sirve, sin perjuicio del nivel de capacidad, del nivel de eficiencia de la prevención del delito y en la represión del crimen.

 

 

¿Qué le falta a esta institución para llegar a ser lo que se plasmó y se idealizó en los Acuerdos de Paz?

Bueno, obviamente todavía nos falta, todavía estamos en un nivel de desarrollo, todavía somos una Policía joven, falta que complete su plantilla policial, falta avanzar más de lo que hemos avanzado en materia de desarrollo profesional y equipamiento. Y también falta integrarse más en un engranaje del sistema de justicia que realmente corresponde. Hay que desarrollar nuestra Fiscalía General, hay que cualificar nuestros tribunales de administración de justicia, que tienen un engranaje con la Policía. Esos son los aspectos que faltan, esos son los retos que se han planteado. Pero, por qué no decirlo, también falta que se pueda contar con un ambiente en nuestro país que presente más perspectivas de vida a nuestra población. Es decir, luchar por el desarrollo, por las posibilidades de nuestra gente en el campo social y económico. Hay muchos aspectos de la violencia que tienen que ver con el desarrollo mismo de nuestro país. En ese sentido, es algo que falta, que nuestras instituciones se vayan cualificando, pero que también vayan a ese encuentro.