El proyecto se detuvo tras la tormenta Agatha

| 1 de junio de 2012 | 0 Comentarios

El año pasado, debido a los estragos ocasionados por la tormenta Agatha, la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) otorgó un plazo de dos años para el rediseño de la represa El Chaparral, en el norte de San Miguel.

La CEL y la empresa constructora Astaldi plantearon cambiar el diseño de la obra luego de detectar movimientos geológicos en una montaña al margen derecho del sitio de construcción, los cuales –según ellos– fueron originados por la crecida del río Torola a consecuencia de la tormenta tropical Agatha a finales de mayo de 2010.

La hidroeléctrica estaba pensada para generar 66 megavatios de energía a partir de enero de 2014. El proyecto llevaba el 25% de avance al momento en el que se paralizaron los trabajos.

Desde 2010, la construcción se detuvo y tanto la CEL como Astaldi comenzaron a evaluar qué rumbo tomar: si mover la construcción o reparar el desplazamiento del margen derecho.

El atraso implicaba ya un incremento en el precio, pactado originalmente en $219 millones, y en el tiempo establecido en el contrato.

En febrero del año pasado, la CEL calculaba que el retraso por Agatha obligaría a demorar el arranque de las turbinas de la represa hasta enero de 2015, 12 meses después de lo estipulado en el plan de construcción.

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