Gobierno negocia fin de contrato de El Chaparral

Presidente Funes afirma que se busca evitar un arbitraje con Astaldi.

Keny López

El presidente de la República, Mauricio Funes, confirmó que están negociando con Astaldi el fin del contrato de construcción de la presa El Chaparral porque la empresa estaba cobrando “una suma millonaria” por un rediseño debido a que se había notado un desplazamiento del cerro.

La construcción de El Chaparral, al norte de San Miguel, sobre el río Torola, costaría $219 millones y tendría una capacidad instalada de 66 megavatios. Se inició en 2009 y se tenía previsto que el proyecto estuviera listo en 2013.

La tormenta Agatha, en 2010, ocasionó daños en la obra y desde esa fecha se han detectado movimientos geológicos en el margen derecho. La empresa expresó previamente que por motivos de seguridad no se realizaban trabajos en dicho margen y que sería necesario rediseñar los planos de la represa.

Según Funes, el rediseño obligaba también a hacer obras que generaban mayores gastos y que no estaban contempladas en el contrato llave en mano (que tiene un precio fijo y elimina las posibilidades de órdenes de cambio). El mandatario afirmó que debido a las observaciones de Astaldi se contrató a una empresa auditora (a la que se le pagaron $800,000), que recomendó que se puede seguir construyendo El Chaparral, pero que hay que hacer algunas obras de mitigación.

“Estamos negociando con la empresa que está construyendo El Chaparral, la empresa Astaldi, el cierre del contrato en forma amistosa para no irnos a un laudo arbitral que le implicaría al país erogar una buena cantidad de millones de dólares”, afirmó ayer el mandatario en una entrevista televisiva.

Según Funes, parte de las negociaciones es que a la empresa se le pague lo que se le adeuda tomando como base la obra construida. Los trabajos de la presa llevan un avance de 30%. A mediados del año pasado ya se habían desembolsado $65.7 millones, 30% de la inversión total, equivalente a un anticipo.

Funes afirmó que hay “muchas empresas de prestigio” interesadas en la obra. “Queremos, a la velocidad posible, hacer un nuevo contrato, esta vez contratación directa con una empresa que termine la obra”, agregó.

Se buscó a la empresa Astaldi para que diera su postura, pero no estaba disponible. El año pasado la empresa italiana descartaba un arbitraje en caso de que se cerrara el contrato. “Nosotros somos una empresa de construcción y nuestro negocio es construir obras, hacerlo bien, cobrar lo justo para la obra que se construye y de esto quedar bien con el cliente. El negocio no es hacer arbitraje”, afirmó el italiano Mario Pieragostini.

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