No todo ha sido protocolo y entusiasmo en la bienvenida de las delegaciones internacionales que visitan El Salvador. Los cadetes de la Escuela Militar han sufrido algunos percances durante las actividades previas a la beatificación de Monseñor Romero.
Irvin Alvarado con reportes de Melvin Rivas y Juan Carlos Torres
Los cadetes de la Escuela Militar, que forman parte de los actos protocolarios de bienvenida a delegaciones internacionales, han dado mucho de sí para la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.
Seriedad, rectitud y entrega son los valores que identifican a los cadetes. Parte de su desempeño en la recepción de los visitantes consiste en ejecutar piezas musicales para dar la bienvenida oficial a las delegaciones cada país.
Sin embargo, no es posible mantener la postura impecable tras varias horas de estar bajo el sol y el calor. Esta tarde, uno de los cadetes sufrió de insolación y sus compañeros tuvieron que retirarlo de la comitiva de bienvenida.
También se las han ingeniado para salir airosos ante cualquier situación de incomodidad. Anoche, durante la llegada al país de Angelo Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, los cadetes, ante la ausencia de atriles para sus partituras, resolvieron pegar en la espalda de sus compañeros delanteros las notas musicales que ejecutarían en el acto.
Los jóvenes han dado muestras de compañerismo y apoyo durante estos actos previos a la beatificación de Romero.