La ciudad estuvo tranquila, ya que muchos viajaron para poder participar en la ceremonia que elevó a los altares a uno de sus hijos.

Liliana Fuentes Monroy

Repiques de campanas y la explosión de algunos cohetes se escucharon ayer en Ciudad Barrios, San Miguel, cuando Óscar Arnulfo Romero Galdámez, nacido en esa localidad el 15 de agosto de 1917, era declarado beato por la Iglesia católica en la plaza del Divino Salvador del Mundo, en San Salvador. Esa manifestación de la alegría que sentían los pocos fieles que se quedaron en la ciudad.
Fueron al menos tres momentos en los que sonaron las campanas: al iniciar la ceremonia de beatificación, cuando se presentaron las reliquias del beato y cuando se leyó el nombramiento oficial en una carta firmada en el Vaticano por el papa Francisco.
El pueblo estaba preparado para seguir a distancia el evento de beatificación y de misa. A tempranas horas trabajadores de la parroquia San Pedro Apóstol y de la alcaldía municipal colocaron la manta que serviría de pantalla dentro del templo católico, para que quienes llegaran pudieran ver la proyección.

Algunas personas esperaban desde las 7 de la mañana a que se desarrollara alguna actividad especial por el acontecimiento, como Justina Amaya, de 84 años, quien llegó a Ciudad Barrios desde el cantón Llano El Ángel, y esperó hasta las 10 para “aunque sea mirar” la misa en honor de Monseñor Romero, pues debido a que no tenía quien la acompañara no se anotó para ir a San Salvador con los de su comunidad. “Ya estoy viejita, me canso, pero le dije a Monseñor que iba a venir a verlo aquí a Barrios, porque a cada rato le pido milagros y me cumple. No podía quedarme en la casa, tenía que venir a agradecerle”, expresó la adulta mayor. Amaya aseguró que siempre que ha pedido sanación en nombre de Romero ha recibido ayuda.

No fueron muchos los feligreses católicos que llegaron a la parroquia a ver la misa, muchos se quedaron en sus casas y otros, la mayoría de católicos comprometidos, viajaron hasta la plaza del Divino Salvador del Mundo para atestiguar el acto.

Cuando fueron presentadas las reliquias del beato Romero, en Ciudad Barrios los católicos congregados aplaudieron y se mostraron emocionados.
Además, como parte de las actividades preparadas en la parroquia, se exhibe la exposición “Cristo de mi tierra”, un vía crucis social para que los peregrinos puedan observarla, y también hay preparativos para la fiesta de Pentecostés que se celebra este día.

Hubo personas que esperaban que en el parque estuviera la banda regimental u otro grupo de música con ocasión del acontecimiento, pero solo hubo vendedores y unos trabajadores que aún no terminan de afianzar el adoquín de una de las principales arterias.

Finalizada la transmisión, la cotidianidad en Ciudad Barrios continuó. En la entrada, las barricadas militares, las visitas en el centro penal y el ruido ensordecedor de vehículos en el centro.
Pero debido a la afluencia de peregrinos que están llegando, tanto el Museo Monseñor Romero como el Comité de Competitividad iniciarán capacitaciones para guías. Orquídea Larios dijo que a partir de junio se formarán jóvenes para atender el área de la ruta interna, que es la Ruta Romero, los sitios donde pasó Romero su niñez y los de la ruta rural. Para la ruta interna, los participantes deberán conocer la vida del mártir por la fe.
Se prevé que este día comenzarán a llegar turistas interesados en conocer la tierra que vio nacer al nuevo beato.

© 2015 Beatificación de Monseñor Romero.