Christian Peñate

El secretario general de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), César Zaldaña, envió una carta a la primera división donde hace la solicitud de los jugadores a la selección mayor desde el 8 al 19 de marzo para preparar el juego del 28 de ese mes contra Estados Unidos.

Antes de partir ayer a México para arreglar un asunto familiar, el seleccionador nacional Carlos De los Cobos externó que hará varias convocatorias de cara al choque ante los gringos.

Pero ese tema no será fácil de resolver, sobre todo por la respuesta que envió la liga a la FESFUT. En lunes por la noche, la primera división pidió al ente federativo que solvente algunas deudas monetarias que están pendientes desde rondas eliminatorias anteriores.

“La comisión normalizadora está pendiente de cumplir algunos acuerdos con la primera. Una vez que la federación cumpla con los pagos, nosotros estamos en la disposición de prestar a los jugadores a la selección. En la reunión que tuvimos con el señor presidente de la República (Antonio Saca), le dijimos que lo único que queríamos era que se cumplieran los acuerdos”, apuntó Jorge Rajo, vicepresidente del Alianza y de la liga mayor.

El dirigente albo espera que la federación cumpla con la bonificación de $5,000 que ofreció a los conjuntos que disputan partidos como locales los miércoles en el Clausura 2009.

En el documento enviado por Zaldaña se hace la aclaración que el ente rector del fútbol pagará los salarios de los jugadores en el período que estén a las órdenes de Carlos De los Cobos.

La primera categoría está a la espera de la respuesta de la normalizadora en cuanto a lo solicitado el lunes por la noche.

Tras el casi vacío que tuvo el estadio Cuscatlán en el partido contra Trinidad y Tobago el pasado miércoles, en el arranque de la hexagonal, la comisión normalizadora rectificó su postura y anunció ayer que para el segundo encuentro de la fase —ante Estados Unidos— el próximo 28 de marzo bajarán las precios de las entradas.

“Pedimos disculpas a toda la afición, ya que nos equivocamos en los precios que cobramos para el partido contra Trinidad y Tobago”, dijo Rodrigo Calvo, quien ocupó como excusa para haber puesto esos precios el “sostenimiento que se requiere para mantener activas tantas selecciones nacionales”.

Acto seguido, Calvo señaló la decisión unánime de la normalizadora de bajar los precios de las entradas, aunque será en un período máximo de 10 días cuando den a conocer los nuevos precios de los boletos.

El titular de la comisión normalizadora evadió responder si las palabras del presidente de la República, Elías Antonio Saca, quien —por segunda ocasión— pidió bajar los precios, fueron determinantes en la decisión tomada.

“Hemos escuchado el clamor de la afición. Hemos visto áreas del estadio solitarias que, lamentablemente, no estuvieron en una capacidad mínima que hubiéramos esperado. Eso nos ha movido a tomar la decisión”, explicó Calvo.

Con la decisión, la idea sería superar la recaudación y la cantidad de gente que llegó al estadio, ya que, según los números dados a conocer también ayer, fueron 13,476 las personas que ingresaron al Cuscatlán, de 30,350 boletos que fueron puestos a la venta. Es decir, menos de la mitad del estadio estaba ocupado.

“Serán precios accesibles, precios a los cuales la población podrá acceder para poder vestir el estadio de azul y blanco.”

Rodrigo Calvo, presidente de la normalizadora

Doña Catalina de Romero y su esposo, German Romero, aguardaban en el primer piso del hotel de concentración de la selección nacional. Ambos, humildes, destilaban por los poros emoción por lo que, minutos antes, acababa de hacer su retoño, Osael.

El volante, el que le anotó los dos goles a Trinidad y Tobago el miércoles pasado, es tímido y de pocas palabras. El overol lo trae puesto desde que era estudiante de bachillerato en mecánica automotriz en el Instituto Nacional de Usulután, su tierra natal.

En la selección de Carlos De los Cobos, el mediocampista contribuye en la labor de marca, pero tampoco se olvida de la portería del adversario.

Y los trinitenses lo comprobaron. Le marcó dos golazos al equipo que dirige el cafetero Francisco “el Pacho” Maturana.

Aparte de las jugadas a balón parado, su otra pasión son los motores de los vehículos, aunque aclara que hay detalles que ya se le olvidaron porque ha estado desenchufado desde 2005, cuando llegó a Vista Hermosa, en la primera división. Tanto así que no supo decir cuáles son los motores más complicados para reparar.

Antes de realizar sus estudios de educación media, estuvo en el Centro Escolar Ceferino Osegueda para cursar primaria y tercer ciclo. Sus materias preferidas eran matemáticas e inglés, aunque no hace alarde de hablar ese idioma en público.

En su lugar de nacimiento, calle Puerta Parada, contiguo a la línea férrea en Usulután, tuvo la oportunidad de integrar su primer equipo: el Mauricio Durán. Era la categoría infantil (10-12 años). Adquirió toda la experiencia a esa escala y luego pasó al fútbol de la segunda división con el ya desaparecido Chaparrastique, de donde saltó al Vista Hermosa gracias al técnico Mario Martínez.

Ayer, después del partido frente a los caribeños y con sus padres a la par, Osael siguió siendo el mismo de pocas palabras como ha sido siempre. Antes de todo, saludó a sus compañeros de selección. William Torres Alegría fue a uno de los que saludó en primera instancia.

Luego le llegó el turno al cuerpo técnico. “La Chelona” Rodríguez fue efusivo al ver de nuevo al jugador que le devolvió la calma a la afición que veía cómo Trinidad estuvo a punto de llevarse tres puntos del estadio Cuscatlán. Un abrazo fue todo el protocolo.

El sur le da buena suerte

A finales del año recién pasado, la selección nacional venció en un amistoso a Bolivia, jugando en Estados Unidos, con marcador de 2-0. Uno de esos goles llevó la firma de Osael: fue un potente disparo que dejó sin chance al guardameta del plantel suramericano.

Cuando llegó el momento del retorno del combinado nacional, el volante del Vista Hermosa fue de los que más conservó el silencio y la calma. Había marcado un golazo ante los del altiplano, pero eso no era motivo para marearse.

Luego, en el partido de preparación de hace una semana, celebrado en el Coliseo de Los Ángeles, Romero marcó el tanto de la victoria ante Perú.

Jugar contra los del Cono Sur le viene bien a Osael porque le sirve como inspiración para los partidos de eliminatoria de la selección nacional.

Álvaro Briones, preparador físico de la escuadra cuscatleca, admitió que el volante es de los jugadores que más ha evolucionado en el equipo. “Con mucho trabajo, fue levantando su nivel. No hay que olvidar que Osael no estuvo ni siquiera en la Copa de Oro de 2007 en Estados Unidos”, apuntó el chileno.

Ayer, después de la visita a Casa Presidencial de los seleccionados y cuerpo técnico de la Azul, Osael solo tenía cabeza para pensar en la situación del Vista Hermosa, que aún no suma en el torneo Clausura 2009.

“Con mucho trabajo, Osael fue levantando su nivel. No hay que olvidar que él no estuvo ni siquiera en la Copa de Oro de 2007 en Estados Unidos.”

Álvaro Briones,preparador físico de la Azul

“Un punto es bastante favorable en casa. Ahora lo que queda es seguir trabajando porque podemos hacer mucho. Tenemos la confianza de hacer buen trabajo.”

Osael Romero,jugador de la selección nacional

Osael Romero tiene la vista… y el toque hermoso . Y mantiene en pie las esperanzas de un país que, tras 12 años de espera, volvió a una hexagonal final de CONCACAF y en cuyo debut estuvo a punto de ver cómo una Trinidad y Tobago arropada por una polémica actuación del silbante mexicano Marco Antonio Rodríguez se llevaba a la isla los tres primeros puntos en disputa en el camino al mundial Sudáfrica 2010.

Pero apareció Romero, el fino volante del Vista Hermosa, el mismo que le marcó a Perú el viernes pasado, para anotar, gracias a dos tiros libres magistrales, el par de goles con los que la Azul rescató un punto en casa y le devolvió el corazón a su lugar a una noble afición que anoche ocupó en un 60% el estadio Cuscatlán.

La noche presagiaba fiesta. Pero comenzó en la casa ajena. La Barra Azul todavía no terminaba de guardar la camisa gigante que extendió sobre los tendidos populares cuando ya Trinidad y Tobago estaba arriba. Y lo hizo gracias al potente disparo que Carlos Edwards soltó desde fuera del área al ‘7, libre, sin marca alguna, y que agarró mal parado a Juan José Gómez.

La Azul de Carlos De los Cobos, quien por la mañana anunció que saltaría con su tradicional 3-5-2 dejando de lado el 4-4-2 que había ensayado previamente, intentó revertir el gol en contra. La afición comenzó a entonar el tradicional ¡sí se puede!, ¡sí se puede! Y El Salvador lo intentó. Con Cheyo Quintanilla a mil revoluciones por minuto, llegaron las chances. Las aperturas por las bandas, las oportunidades de Rudis. Pero nada. Atrás, Trinidad y Tobago era una muralla. Los gigantones centrales Dennis Lawrence y Makan Hislop no le daban agua a nadie. El ¡sí se puede! se transformó en ¡sí se pudo!, pero de la visita.

Cuando El Salvador era mejor adelante, falló atrás. Y lo hizo uno de los hombres que buen desempeño tuvo en la pasada Copa de Naciones, Luis Hernández, quien al ’25 se tragó la gambeta corta de Stern Jhon y “Chiquidrácula” Rodríguez, a escasos metros de la acción, no dudó en pitar el penalti que, un minuto después, el estelar Dwight Yorke transformaba en el 2-0.

Los dos mazazos en contra obligaron a De los Cobos a darle vuelta al esquema. Salió “Luisón” y entró Torres Alegría y el sistema se transformó en el 4-4-2 que buenos frutos le rindió ante Perú la semana pasada.

Recién iniciado el complemento, Stern John, con la gente terminando de acomodarse, mandó a las nubes un penalti que Rodríguez —quizás preocupado porque el presidente de CONCACAF y vicepresidente de FIFA, Jack Warner, en el palco presidencial del Cuscatlán le puede vetar su participación en el próximo mundial— se sacó de la manga.

Los reclamos de la hinchada llegaron. Y en abundancia. Igual al ’55, cuando Cheyo cayó en el área. E Igual al ’57, cuando Shawn chocó aparatosamente contra Ince. Todos pidieron penalti. Pero como no hubo sangre, Rodríguez dejó seguir jugando.

Llegado el ’80, tensión al máximo en el Cusca. Se respiraba gol nacional. Se quería el descuento Pero nadie encaraba, nadie disparaba. Solo Zelaya, el nuevo hombre en punta en lugar de Corrales, pero débil a las manos del meta.

Al ’82, falta de Hislop sobre Fito al borde del área. Esta vez no cobró Cheyo. Fue Osael. El tiro superó por completo a la barrera isleña. 2-1. Y el estadio volvió a la vida. A buscar el empate.

El Salvador, con un “Rastra” Escobar enchufado y con el arresto incluso de abrir el juego, se defendía con tres en el fondo y atacaba con el resto.

En el agregado, una clarísima mano en el área de Silvio Spann y “Chiquidrácula” se hizo el de la vista gorda.

El cuarto árbitro sacó el tablero electrónico. Alguien gritó: “Cuatro minutos más”. Concedido. Y justo, al ’90+4, de nuevo Osael para el 2-2. La Azul está viva. Ahora, a pensar en Estados Unidos.

Alexander “la Rastra” Escobar fue una garantía en la zaga de la selección nacional en el juego de anoche. Tuvo la cualidad de no dejar pensar a jugadores de ataque de Trinidad y Tobago como Stern Jhon y Dwight Yorke.

“La Rastra” fue constante en todas las pelotas desde la primera mitad. Tuvo buena comunicación con Marvin González. Ambos supieron realizar los relevos. Eso se dejó ver sobre todo en la segunda parte, cuando los caribeños atacaban en contragolpe porque el equipo salvadoreño estaba buscando sin cesar los goles que le devolvieran la tranquilidad ante su afición.

En los últimos minutos del choque, Escobar también colaboró para la salida del equipo salvadoreño hacia el reducto de los adversarios.

“La Rastra” recuperaba la pelota y tocaba para Ramón Sánchez, quien buscaba el acompañamiento con los hombres de ataque.

El zaguero de Metapán, que no tiene la misma corpulencia de los jugadores trinitenses, dejó de lado ese detalle para imponerse en la zona baja. Supo neutralizar a dos jugadores que vienen de un fútbol clase A —ligas europeas—, como lo había dicho Francisco Maturana antes del juego.

Escobar, quien también es garantía en la zona baja de su equipo, se ganó la confianza del técnico Carlos De los Cobos desde la Copa UNCAF.

Hasta hoy ha sabido reemplazar de buena manera a Manuel Salazar, quien ayer pagó un juego de suspensión en esta fase.

Carlos Najarro
Sin un lleno total del Estadio Cuscatlán, comenzó el primer partido de la selección salvadoreña en la hexagonal final de la CONCACAF.  En la recta final del encuentro la Azul empató a dos goles con Trinidad y Tobago, lo que dejó un buen sabor en la afición.

Desde muy temprano en el encuentro, Trinidad y Tobago puso cuesta arriba a la selección cuscatleca. Con un disparo desde fuera del área, y sin una marca fuerte de Alfredo Pacheco, el zaguero trinitense, Carlos Edwards marcó el uno por cero.

Sin mucho dominio, Trinidad y Tobago fue más efectivo y marcó el segundo gol al minuto 26 con tiro de penal del experimentado atacante Dwight Yorke. La supuesta falta la cometió Luis Hernández, pero el árbitro Marco Rodríguez no dudó en pitar el penal.

Carlos de los Cobos se vio obligado a realizar un cambio para tratar de darle vuelta al resultado adverso. Al minuto 33, salió Luis Hernández e ingresó William Torres Alegría para darle salida al medio campo.

Ya se presentía el despegue en la selección de El Salvador, cuando en el último minuto de la primera mitad, Cristian Castillo cabeceó sólo en el área y el arquero caribeño embolsó el balón.

Vino la alegría

El segundo período inició con una situación de peligro por parte de Trinidad y Tobago. El árbitro mexicano, Marco Rodríguez, pitó un segundo penal a favor del equipo trinitense. Para fortuna de la escuadra salvadoreña, Stern John voló el balón y la mandó a las tribunas.

Con la llegada de Rodolfo Zelaya, quien sustituyó a Rudis Corrales, la Azul no perdió su llegada en el frente.

El árbitro mexicano no hizo justicia en una jugada de peligro de Shawn Martin, que finalizó con la salida del salvadoreño en camilla. Fue sustituido por Salvador Coreas, quien fue abucheado por los aficionados.

La ansiedad y el nerviosismo se fueron apoderando de los jugadores de El Salvador, pues la parte complementaria llegaba a su final. Pero Trinidad abrió sus filas y dejó ciertos espacios para que la Azul llegara con facilidad.

En los últimos minutos, los caribeños se metieron en su propio terreno y esto motivó a los dirigidos por Carlos de los Cobos a probar con tiros desde fuera del área grande. Con un majestuoso tiro libre, Ósale Romero puso el balón al fondo de la red.

La selección de El Salvador estaba a tiro de empate y no dejó de empujar, los pupilos de Francisco Maturana ya habían tirado la toalla y se quedaron defendiendo nada más.

Así fue como llegó el gol del milagro en tiempo de descuento, otra vez Ósale Romero con valentía cobró un tiro libre que cruzó a la barrera y fue inatajable  para el portero trinitense.

El once salvadoreño se fue aplaudido por los aficionados que presenciaron un partido muy similar al de Panamá, con el que El Salvador logró su pase a la tercera fase de la eliminatoria.

Escrito por Denni Portillo

Ya se conoce el once inicial con el que El Salvador arrancará esta noche la hexagonal final de la CONCACAF. Finalmente, el entrenador de la Azul, el mexicano Carlos De los Cobos, se decidió por jugar con línea de tres defensas y solo un delantero ante Trinidad y Tobago.

El once inicial para esta noche será: Juan José Gómez, en la portería; Luis Hernández, Marvin González, y Alex la “Rastra” Escobar, en la defensa con línea de tres; en el mediocampo, por los carriles, Shawn Martin, por derecha; y Alfredo Pacheco, por izquierda. Ramón Sánchez como único contención. Osael Romero, Cristian Castillo y Eliseo Quintanilla como enganches al centro del campo; y adelante, atacará únicamente con Rudis Corrales.

El tercer encuentro eliminatorio para un mundial ante los caribeños se desarrollará esta noche en el Estadio Cuscatlán, a las 7 de la noche.

Escrito por Carlos Najarro con reportes de FIFA.com

En la primera jornada de eliminatorias mundialistas de la Confederación de Fútbol Asociación de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), que se realizará este día por la noche, aficionados de todo el mundo se pronunciaron a favor de El Salvador en una encuesta del sitio web de la FIFA.

El sondeo, que comenzó la semana pasada, pidió  a los usuarios que votaran por el equipo que se ubicaría en el primer lugar de la tabla de clasificación, después de los tres partidos eliminatorios de esta noche.

El 31.34% espera que los cuscatlecos comanden la hexagonal después de este miércoles, en donde también se enfrentan Estados Unidos con México y Costa Rica con Honduras.

Los salvadoreños obtuvieron el 39,59 por ciento de los votos, la primera posición, entre los usuarios de lengua inglesa, mientras que fueron quintos entre los de lengua española, y últimos en las versiones en alemán y francés.

México es segundo en el resultado global, con un 29,29 por ciento de las votaciones y un primer puesto en todos los idiomas excepto el inglés. Estados Unidos, vigente campeón de la región, ocupa el tercer puesto general al recibir el 24,23, y una clara tercera plaza en todas las lenguas.

Se llegó el día D para la selección nacional. Hoy, el equipo de todos los salvadoreños inicia el último de los caminos que hay que cruzar para llegar a Sudáfrica 2010. Una meta que ha sido labrada desde hace más de un año –el 6 de febrero de 2008, para ser específicos–, cuando comenzó la primera fase de la eliminatoria, con la histórica goleada 12-0 ante Anguila.

Hoy, de nueva cuenta es un equipo del Caribe con el que se inicia la más crítica de todas las etapas. Trinidad y Tobago es el primero de los 10 juegos que hay que superar para poder lograr hacer realidad la ilusión, que como dice el defensor Alfredo Pacheco tiene todo el plantel, toda la afición, y todo el país: “Y esa nadie nos la quita, porque es por la que vamos a trabajar y a luchar”.

Ya se cuentan por 12 los años que han pasado desde la última vez que la selección, y El Salvador entero, vivió un juego de hexagonal final. Por coincidencia, fue otro país caribeño –Jamaica– el último en visitar el estadio Cuscatlán en 1997 y el que se robó el sueño de estar en el tercer mundial en la historia del fútbol salvadoreño, al conseguir un 2-2 que dejó a la selección a la espera de un milagro, que nunca llegó, en EUA.

Para tratar de alcanzar el ideal, que con el paso del tiempo se ha convertido en utopía y que no se ha conseguido en 27 años –desde que se participó en España 1982–, es que la Azul espera poder estrenarse con el pie derecho, esta noche, ante una selección trinitense que tiene la experiencia de haber participado en el mundial de Alemania 2006 con cerca de la mitad de la plantilla convocada para hoy, incluido el emblemático Dwight Yorke.

Pero la selección no le tira pelota a esos currículos. Es más, el equipo nacional prefiere concentrarse en su propia preparación, la cual se reinició hace cuatro semanas, y prosiguió durante la Copa de Naciones de la UNCAF, torneo que sirvió a la Azul como el campamento de preparación que no se tuvo en el extranjero, y en el que se pensó más en los trinitenses que en la competencia misma.

“Nuestro objetivo es el 11 de febrero”, reiteró en muchas ocasiones el entrenador de la selección, Carlos De los Cobos. Y ese día ya se llegó. Y los seleccionados lo han recibido con una alta dosis de motivación. La victoria sobre Perú (1-0) del viernes pasado ha sido más que una inyección anímica para los salvadoreño que dicen estar dispuestos a apretar dientes, piernas, manos, puños y corazón con tal de salir con los tres puntos de la cancha.

Aún no está definido el 11 titular para el partido de hoy –De los Cobos lo dará a conocer hasta después del entreno de esta mañana–, pero aun así todos los seleccionados aseguran estar en condiciones de entrar a jugar.

El mexicano tampoco se ha decidido por el sistema a ocupar, aunque sí ha mencionado que el 4-4-2 con el que se planeó ante los peruanos podría ser una de las opciones a utilizar. Fuerza, Azul.

“Esperamos que ganen, aunque no jueguen bien, pero que ganen, así como lo dije una vez pasada, que esperamos que la selección jugara bien cuando gane de local.”

Salvador Mariona, ex mundialista de México 1970

“Queremos que gane, que empiece bien su torneo. Un gane al principio puede ser un aliciente anímico para los otros partidos que, probablemente, sean más duros.”

Mauricio Rodríguez, ex mundialista de México 1970

“Esperamos que la selección triunfe, que lo regale a la afición, y que revivan lo que nosotros hicimos, de ir a un mundial. También la afición merece un triunfo.”

Gustavo Guerrero, ex seleccionado en eliminatoria para España 1982

Un traspaso de experiencias. La bendición de las generaciones más exitosas de futbolistas salvadoreños. Así podría traducirse el deseo de tres ex jugadores de la selección cuscatleca que visitaron ayer a la Azul que intentará dar el primer paso en el último escalón para lograr emular a sus antecesores e ir a un mundial de fútbol.

Mauricio “Pipo” Rodríguez, Salvador Mariona –ambos jugadores en México 1970 y entrenadores en España 1982– y Gustavo “Lotario” Guerrero –parte de la selección que logró el boleto al mundial ibérico, aunque después no fue parte de la plantilla mundialista– compartieron un momento con Óscar Jiménez y José Martínez, parte del combinado que este día jugará contra Trinidad y Tobago.

Dejaron buenas vibras. Recuerdos de esas clasificaciones, o anécdotas como cuando “el Mágico” dejó encerrado a un compañero en un cuarto en 1982, antes de que les desearan suerte a los ahora seleccionados. “Como todo el mundo, esperamos que ganen: que jueguen bien, o, aunque no jueguen bien, pero que ganen, así como lo dije una vez pasada, que esperamos que la selección jugara bien cuando gane de local”, fue Mariona el primero en hablar y avistar buenos deseos al equipo nacional.

Lo secundó “Pipo”: “Queremos que gane, que empiece bien su torneo. Un gane al principio puede ser un aliciente anímico para los otros partidos que, probablemente, sean más duros. Creo que merece El Salvador ir a otro mundial, y si estos cipotes están peleando por eso, es lo menos que podemos hacer”, consideró el anotador de uno de los goles más importantes en la eliminatoria a México 1970, el que permitió jugar la final de esta, en un partido extra ante Honduras en suelo azteca.

Y finalizó “Lotario”, quien aseguró tener listas sus entradas desde hace rato: “Esperamos que la selección triunfe y que revivan lo que nosotros hicimos”. La bendición fue dada. Jiménez y Chepe la agradecieron. Que corra ahora la pelota.