Se llegó el día D para la selección nacional. Hoy, el equipo de todos los salvadoreños inicia el último de los caminos que hay que cruzar para llegar a Sudáfrica 2010. Una meta que ha sido labrada desde hace más de un año –el 6 de febrero de 2008, para ser específicos–, cuando comenzó la primera fase de la eliminatoria, con la histórica goleada 12-0 ante Anguila.
Hoy, de nueva cuenta es un equipo del Caribe con el que se inicia la más crítica de todas las etapas. Trinidad y Tobago es el primero de los 10 juegos que hay que superar para poder lograr hacer realidad la ilusión, que como dice el defensor Alfredo Pacheco tiene todo el plantel, toda la afición, y todo el país: “Y esa nadie nos la quita, porque es por la que vamos a trabajar y a luchar”.
Ya se cuentan por 12 los años que han pasado desde la última vez que la selección, y El Salvador entero, vivió un juego de hexagonal final. Por coincidencia, fue otro país caribeño –Jamaica– el último en visitar el estadio Cuscatlán en 1997 y el que se robó el sueño de estar en el tercer mundial en la historia del fútbol salvadoreño, al conseguir un 2-2 que dejó a la selección a la espera de un milagro, que nunca llegó, en EUA.
Para tratar de alcanzar el ideal, que con el paso del tiempo se ha convertido en utopía y que no se ha conseguido en 27 años –desde que se participó en España 1982–, es que la Azul espera poder estrenarse con el pie derecho, esta noche, ante una selección trinitense que tiene la experiencia de haber participado en el mundial de Alemania 2006 con cerca de la mitad de la plantilla convocada para hoy, incluido el emblemático Dwight Yorke.
Pero la selección no le tira pelota a esos currículos. Es más, el equipo nacional prefiere concentrarse en su propia preparación, la cual se reinició hace cuatro semanas, y prosiguió durante la Copa de Naciones de la UNCAF, torneo que sirvió a la Azul como el campamento de preparación que no se tuvo en el extranjero, y en el que se pensó más en los trinitenses que en la competencia misma.
“Nuestro objetivo es el 11 de febrero”, reiteró en muchas ocasiones el entrenador de la selección, Carlos De los Cobos. Y ese día ya se llegó. Y los seleccionados lo han recibido con una alta dosis de motivación. La victoria sobre Perú (1-0) del viernes pasado ha sido más que una inyección anímica para los salvadoreño que dicen estar dispuestos a apretar dientes, piernas, manos, puños y corazón con tal de salir con los tres puntos de la cancha.
Aún no está definido el 11 titular para el partido de hoy –De los Cobos lo dará a conocer hasta después del entreno de esta mañana–, pero aun así todos los seleccionados aseguran estar en condiciones de entrar a jugar.
El mexicano tampoco se ha decidido por el sistema a ocupar, aunque sí ha mencionado que el 4-4-2 con el que se planeó ante los peruanos podría ser una de las opciones a utilizar. Fuerza, Azul.