El presidente de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras, Rafael Callejas, es uno de los más satisfechos porque el estadio Olímpico no presentara daño alguno por el sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, ocurrido el jueves en la madrugada. Por tanto, el partido del 10 de junio contra El Salvador se llevará a cabo de acuerdo a lo planeado.

“Es bueno saber que no le pasó nada a la instalación, porque es una de las mejores del país”, señaló el también ex presidente hondureño.

“Se ha trabajado con Inmude sobre la infraestructura del estadio. El punto básico es que queremos seguridad para la afición”, sostuvo el dirigente.

El estadio Olímpico de San Pedro Sula resistió el terremoto de 7.1 grados que golpeó a Honduras y que se sintió en todo el país.

Su infraestructura cimental, las enormes columnas que le sostienen, soportó el temblor. Las gradas están intactas y tampoco hubo grietas.

Se había pensado lo peor, pero el único daño leve que sufrió el complejo metropolitano fue el cerco perimetral del lado sur, frente al parque Wonderland, dos segmentos de 450 metros de pared se vinieron abajo. Esto preocupa porque frente a una parte caída quedó al aire libre la caseta de control de todos los circuitos del complejo, por lo que el personal del Inmude colocó inmediatamente a un guardia de seguridad.