“Para las eliminatorias de 1998, cuando vino México, acá tuvimos altercados bastante grandes con la afición en contra de los árbitros y en contra de la selección.”
Subinspector Cisneros,jefe de la UMO
Ante México, nada ni nadie puede garantizar una fiesta en paz. El sabor amargo de la derrota o la dulce miel de la victoria pueden explotar el termómetro y terminar en un zafarrancho. Ojalá que no sea así.
Es solo un partido de fútbol, pero salvadoreños y mexicanos pareciera que se preparan para la guerra. Guerra que ya se vive en el campo de las palabras y que incluso ha provocado que toda la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) planifique concentrar sus fuerzas en garantizar el orden en el Cuscatlán.
“Prácticamente toda la UMO estaría pendiente del evento deportivo. Estamos hablando de un poco más de 300 elementos”, dijo el subinspector Cisneros, jefe de la citada unidad especializada de la Policía.
De entrada se estudia enviar unos 200 elementos para resguardar el interior y exterior del estadio, mientras un poco más de 100 agentes estarían a la voz de alerta para entrar en acción.
La distribución será así: 30 participarán en labores de registro en las entradas de sol general, norte y sur, 50 harán vallas de protección para la llegada de los equipos y 100 más serán colocados al contorno de la cancha.
Los equipos del exterior serán los encargados de poner orden en el caso de que el aforo rebalse, se quede mucha gente afuera y quiera ingresar por la fuerza.
Cisneros aclara que no se trata de un plan especial, pero sí advierte que es un dispositivo reforzado y con algunas diferencias como la de custodiar el exterior del “Coloso”.
Son tres cosas las que han actividad la antena de alerta de la UMO: la fiebre que ha despertado el choque entre la Azul y “el Tri”, las aglomeraciones y desórdenes que se registraron en las ventas de boletos y la multitud que se quedó sin poder ingresar en el compromiso ante Estados Unidos.
“A diferencia de otros encuentros, en los partidos contra México siempre salta la rivalidad. Contra México ya hemos tenido algunos antecedentes”, dice Cisneros.
“Para las eliminatorias de 1998, cuando vino México (en 1997), acá tuvimos altercados bastante grandes con la afición en contra de los árbitros y en contra de la selección”, recuerda el oficial, quien califica de “riesgoso” el juego.
Cisneros advirtió que la UMO llegará con todo su arsenal al estadio, pero no para chocar contra la multitud, sino en misión preventiva.
“Contra la selección de Estados Unidos, muchísima gente se quedó sin poder entrar al escenario. Eso de alguna manera nos ocasionó problemas al interior del escenario. Lo que estamos tratando es la manera de prevenir que en algún momento se pueda dar una avalancha de personas y que quieran forzar los portones, como ha pasado en otras ocasiones”, explica.
En el dispositivo participará también seguridad pública, el PPI y la División de Armas y Explosivos (DAE).
La UMO y la DAE harán hoy la primera inspección a fin de erradicar cualquier objeto que pueda ser utilizado por los hinchas para golpear o lanzarlo a la cancha. Mañana supervisarán que los vendedores no ingresen bebidas en latas o envases.
El Sistema Nacional de Protección Civil, mediante el dispositivo “Rumbo al Mundial 2010”, pondrá a disposición de la afición ocho ambulancias, un equipo del Cuerpo de Bomberos y un centenar de paramédicos.
El MOP colocará cuatro torres luminarias en puntos estratégicos del estadio ante un eventual corte de electricidad.