Si bien es cierto México manejó mejor la pelota en la segunda parte, las estadísticas positivas terminaron favoreciendo a la selección salvadoreña.
Veamos. La victoria se la llevó la Azul y con justicia. Se impuso 2-1 con goles de Julio Martínez y Eliseo Quintanilla, el último de penalti a falta de cinco minutos del final.
Por los charros había empatado Cuauhtémoc Blanco, igual con remate desde los 12 pasos.
En los tiros a marco, la balanza también se inclinó en favor de la escuadra cuscatleca. Sin contar los goles, la Azul sumó seis disparos a marco, incluyendo un testarazo de Rodolfo Zelaya y un potente disparo de Alfredo Pacheco.
México por su parte probó al marco en cinco ocasiones, la mayoría de ellas sin trascendencia.
El Salvador fue superior incluso hasta en los tiros de esquina, sumó cuatro, uno en la primera mitad y tres en los 45 minutos restantes. “El Tri” apenas uno.
Y finalmente se llevó los tres puntos, los suficientes para subir al tercer lugar de la tabla, pisotear el orgullo de los mexicanos y dejarlos hundidos en el penúltimo lugar de la CONCACAF.
Mandó México
México mandó en la cancha. Sí, pero en lo negativo. Los mariachis pegaron. En total cometieron 15 faltas por 13 infracciones que sumó El Salvador.
La falta más grave sin embargo no se sancionó y fue el golpe que recibió “el Chele” Pacheco, que le reventó la cabeza, y que lo sacó dos veces de la cancha para recibir asistencia. A El Salvador, una de esas faltas le costó un discutido penalti. Fue un empujón involuntario de Manuel Salazar sobre Guillermo Franco, y que posterior tradujo “el Temo” en gol.
Salvo ese despiste, la zaga nacional estuvo acertada, contraria a la retaguardia mexicana, que pasó apuros ante Rodolfo Zelaya.
Además tres de las faltas aztecas terminaron pintadas de amarillo. El juez del encuentro amonestó a Pavel Pardo, Franco y Gerardo Torrado así como al salvadoreño Zelaya. También la delantera mexicana quedó en tres ocasiones fuera de lugar por una de El Salvador.