Cuando vi las imágenes del nuevo presidente de la República en el vestuario de la selección tras la victoria frente a México fue fácil pensar que como persona pública y en el manejo continuo de su imagen para beneficio político se había subido al tren triunfalista de la Azul. Después y con respeto, les habló a los jugadores asumiendo primero su desconocimiento de fútbol, pero alabando las virtudes de trabajo del equipo. Allí vi más al salvadoreño común que al timonel de los destinos de nuestro país por los próximos cinco años.

Al presidente de la República, que hoy recibe en su despacho a Carlos De los Cobos y sin pretender manejar la agenda de la conversación, con toda humildad, desde el lugar de un ciudadano a quien le gusta el fútbol y después quiere aprender de fútbol permanentemente, le quiero decir que un tema sea la continuidad del míster como técnico nacional.

No le corresponde al presidente tratar estos asuntos, pero sí corresponde al salvadoreño común empujarlos. Hoy El Salvador es una nación unida y revolucionada por un movimiento sostenido única y exclusivamente por la tarea de Carlos De los Cobos. El presidente del INDES podrá explicarle mejor lo que esta selección ha generado.

Seguimos soñando, pero sabemos que el sueño será más fuerte dentro de cuatro años, siempre y cuando De los Cobos trabaje con apoyo. En 2014 el mundial es en Brasil, la tierra de Lula. En 2014 hay elecciones presidenciales. Me parecía bueno recordarlo.