Los pecados se pagan caro. Y la selección de El Salvador pecó por lo menos tres veces en el primer tiempo. Un inicio tibio. No se puede encarar un partido a desgano. Una eliminatoria mundialista es para el típico “cabeza fría corazón caliente”. El equipo salvadoreño dejó la pelota al rival, no cortó la llegada por los laterales, no presionó en el medio para robar el balón.
Carlos Edwards vio cuán fácil era correr entre los azules y a los seis minutos marcó con complicidad de Juanjo, a quien el rebote del balón lo traicionó.
Otro pecado. Un solo contención para el físico y la velocidad del rival dejaban sacrificado a Ramón Sánchez, sobre todo si los carrileros Martin y Pacheco no ejecutan adecuadamente el cierre en las bandas. Esconder el balón es premisa y Cheyo, el encargado de ello, flotaba.
Tercero, no se puede llegar al área rival y perder la cabeza fácilmente. El centro largo solo facilitaba el juego aéreo rival, tampoco se trata de hacer pantomimas como Cristian Castillo y emprender el regreso o tratar de encontrar el balón de cualquier lado y disparar sin dirección.
Con ese panorama, Dwight Yorke encontró el 0-2 al minuto 26.
Y el remedio llegó cuando la situación era asfixiante y llegó porque William Torres y Osael Romero comenzaron a esconder el baló al rival. Tocar abajo y corto, buscar el espacio. Zelaya le dio entusiasmo al ataque y Cheyo despertó, por ratos.
Pero el equipo sigue sufriendo sin encontrar gol. No hay potencia en el disparo, se descontrola al pisar el área, no encuentra ese delantero capaz de amedrentar. No tiene líder, no hay quien grite, no hay quien mande. A falta de esto, el técnico ha tratado de suplir con variantes técnicas: en la cancha tenía cinco volantes de ataque —Osael, Castillo, Cheyo, Torres Alegría y Coreas—, tiene con quien hacer circular la pelota, pero no quien define. Eterno sufrimiento. Los goles a balón parado han sido por mucho una de las virtudes del equipo, pero falta contundencia en la llegada, hace falta provocar el vértigo en el rival.
Ayer se envolvió por completo a Trinidad. Lección aprendida. Son 90 minutos, no hay espacios para dudas o miedos. No hay que volver a pecar así.
febrero 12th, 2009 at 7:16 pm
Felicidades Seleccion Nacional De El Salvador. Como salvadoreno me siento muy orgulloso y si estava trizte por el dos a cero pero el primer gol salvadoreno me anime y desde mi casa grite ggggoooooollllllll a q se escuchara en todo el mundo.los muchachos demostraron q si se puede.Deseo q siempre se mantengan con ganas y positivos de ganar aunque no siempre se logra,pero porlomenos q no vajen la guardia y q mantengan el buen juego. El arbitro mejicano llevaba como mision troncar el sueno cuzcatleco pero no se lo permitieron.El entranadsor es de Mexico pero creo q es mas profesional q la mayoria de los mejicanos.Somos salvadorenos de todo corazon