Los dos goles que marcó Trinidad y Tobago en la primera parte del partido del miércoles pasado obligaron al técnico Carlos De los Cobos a realizar algunos ajustes en su idea de juego.

El equipo salvadoreño inició con un talante ofensivo al colocar seis hombres en la media cancha para tener mucha presencia en el área de Trinidad y Tobago. Eso le garantizaba que Eliseo Quintanilla se pudiera mover con tranquilidad por todos los sectores de ataque dado que es un jugador que, según De los Cobos, siempre tiene en su mente el arco rival.

Pero ese sistema sufrió variaciones concretas para poder cambiar la historia de un resultado que era adverso hasta el minuto 82.

La línea de tres en la zaga pasó a ser de cuatro. Luis Hernández se fue del campo para dejar en el centro de la zaga a Alexander Escobar y Marvin González.

Los laterales fueron Alfredo Pacheco y Shawn Martin. Además ingresó William Torres Alegría para poder tener más profundidad que, de acuerdo con De los Cobos, no se había tenido en la primera parte.

Luego, la llegada de Fito Zelaya le dio más proyección a la ofensiva cuscatleca. Ingresó para ocupar el lugar que había dejado Rudis Corrales.

De los Cobos externó que el aguilucho se fue por una lesión que lo ha complicado desde la UNCAF.

El míster aseguró que el cambio de sistema no es nada nuevo en la selección nacional porque eso ya se había trabajado en las prácticas para emplearlo.