Impulsados por el deseo de apoyar a la Azul, un grupo de salvadoreños desafió 20 horas de camino en autobús e incursionó a territorio “pura vida” para estar presente en el estadio Ricardo Saprissa, donde la selección cuscatleca disputará hoy contra Costa Rica el tercer juego de la hexagonal rumbo a Sudáfrica 2010.
Fueron tres autobuses los que viajaron a suelo tico para reiterar su amor al azul. Uno de Envy Travel, con 49 salvadoreños —44 hombres y cinco mujeres— y que cruzó tres fronteras, además de soportar el vaivén de un viaje de 1,500 kilómetros (solo de ida) para decir presente en San José, donde anhelan otra buena actuación cuscatleca.
Desde los primeros kilómetros del recorrido que inició en el bulevar de Los Héroes, el fútbol, la cerveza y la selección fueron los temas en las conversaciones furtivas de los aficionados.
Un par de horas fueron suficientes para separar al grupo entre los abstemios, los bebedores moderados y los que no le ponen freno al consumo del alcohol.
Con el recuerdo del 2-2 contra Estados Unidos, el casi medio centenar de salvadoreños no escatimó fe ni confianza en la Azul, que marcha invicta y sigue ganando credibilidad.
Un empate y un triunfo ajustados a favor de los pupilos de Carlos De los Cobos fueron los pronósticos de un pequeño sondeo entablado en una conversación al interior del autobús.
Entre el grupo de los que ven favorable una victoria cuscatleca están las hermanas Gilma Yesenia y Rina Yaneth Soriano, que después de 12 horas de viaje, al igual que la mayoría, ya lucían fatigadas, pero con el optimismo intacto.
“Es la primera vez que viajo para apoyar a la selección y creo será una experiencia inolvidable”, enfatiza Gilma, una de las ganadoras de la promoción de LA PRENSA GRÁFICA y Envy Travel.
Para el resto, seguir el hilo de una película y bajarse a comprar en alguna estación de servicio rompen la monotonía de ir sentado viendo el relieve del territorio nicaragüense y costarricense.
El desvelo y la fatiga están marcados en los rostros de los viajeros de espíritu aventurero que ya se veían en el Saprissa aplaudiendo a la Azul. Ahí estarán hoy.