SIN RECUERDOS DE GUERRA, SOLO DE FÚTBOL. ESE LO TENEMOS MÁS FRESCO.
Escrito por Fernando Palomo

Era hace 40 años que estas dos naciones hermanas se debatían en el vergonzoso juego de hacer guerra. Dirigidos por dos presidentes militares con el deseo reprimido de poner en práctica sus conocimientos, El Salvador y Honduras decidieron arreglar sus problemas con armas al hombro. En medio de todo, la guerra adoptó una serie de partidos de fútbol para quedar por siempre emparentados. Aunque la pelota nada tuvo que ver en el conflicto.

Ese recuerdo permanece. Es más, a estos dos países nos conocen en buena parte del mundo del fútbol -ese del que no somos parte según algunos- por esa mal llamada “Guerra del Fútbol”. De eso hace 40 años. De la guerra y del fútbol. De lo segundo hablo yo, del fútbol y los goles de “la Chula” Gómez para los hondureños y los de “Mon” Martínez para nosotros. Y del pase de “Mon” y el gol de “Pipo” en el Azteca para darnos pasaje a enfrentar a los haitianos.

Siempre nos unirá la guerra. Y el fútbol. Hoy por ejemplo, otra versión de uno de esos tantos clásicos que tenemos. Los hondureños llegan heridos y pareciera que buscando la cura se confunden y hay que aprovecharlo. Su deseo antes de esta hexagonal era ser líderes a estas alturas y ahora no saben si merecen estar en la pelea. El debate interno los carcome y es allí donde debemos sacar ventaja. A jugar el partido con la cabeza. La Azul ya da para soñar pero el sueño será aún mayor si este partido lo resuelven y que mejor si es temprano. Sin aires de grandeza y con la humildad de siempre, vamos a rompernos el alma como nunca. Sin recuerdos de guerra, solo recuerdos de fútbol. Ese recuerdo lo tenemos más fresco.