El hincha salvadoreño más conocido -y menos querido- en México habla sobre el juego de hoy, confiando en que sí habrá “Aztecazo”.
Escrito por Mario Ernesto Posada
Dice Iván Flores, el líder de la Barra Azul que se hizo famoso por aquella iniciativa de usar mascarillas contra México en junio pasado, que junto a sus colegas de hinchada siempre estuvieron seguros que el juego de hoy, contra México, sería el que definiría la suerte salvadoreña en la hexagonal de la CONCACAF.
Por eso, el líder de la barra organizada de la Selecta confía ciegamente en que El Salvador regresará el domingo al país con el triunfo en las maletas.
¿Por qué no fuiste a México?
Por dos cosas: primero, por consejo de varios periodistas mexicanos que cuando el partido fue aquí, me dijeron que muchas de las barras organizadas, entre ellas las del América y del Atlas, habían circulado mi rostro en internet y me decían que me cuidara bastante porque yo era un rostro bien conocido y entre estas barras organizadas hay hinchas violentos que estaban viendo qué se hacía contra la Barra Azul. Y dos, posiblemente el Gobierno mexicano no me iba a extender la visa. Pero no probé por cuestiones de horarios de trabajo.
¿Y todo por las mascarillas?
Creo que todo México lo tomó muy personal. Empezando por los comentaristas, la afición y llegando hasta los políticos.
¿Y te arrepentís de las mascarillas?
No, no. Recordá que no fue una idea de la Barra Azul. Fue una idea que salió de varios aficionados que encontraron en la Barra Azul el apoyo que necesitaba esta iniciativa. La Barra Azul la tomó y la impulsamos. De hecho solo fue una semana saliendo aquí en los medios salvadoreños. Luego, las otras tres semanas fueron los medios mexicanos que estuvieron informando que nosotros habíamos insultado al pueblo. Desde el inicio se aclaró que era simplemente fútbol.
¿No creés que hubiera sido un poco justo que la Barra Azul también estuviera allá, en el Azteca, para de repente vivir lo que ellos vivieron acá?
Sí, esto era parte de la organización. Nosotros queríamos ir al Azteca y sentir esa presión de estar en las graderías, como visitante, porque en el Cusca jugamos en las gradas como locales. Pero jugar en gradas internacionales y como visitante hubiera sido importante.
¿Ya visualizaste el partido contra México? ¿Qué te imaginás?
Yo me imagino ya a las 6 de la tarde, cuando haya terminado (el partido), un El Salvador ganador. No importa si la selección pierda, gane o empate. Si ganamos, creo yo que seis millones de personas van a festejar algo que nunca ha pasado. Si empatamos, creo yo que la gente también va a celebrar; y si perdemos, la gente ya comenzó a celebrar ese “Aztecazo”. O sea salir a ese estadio no como una selección menospreciada, eliminada, sino salir como un equipo que puede quitarle el sueño a los aztecas, cuando nunca había pasado esto. Ya tácticamente creo que la selección debe soltar esa presión en los primeros 15 minutos, comenzar a armar su juego y esperar a golpear a México. Mediante pase el tiempo, los presionados van a ser los mexicanos.
¿Qué pensás de que ahora los comentaristas mexicanos ya no hablan de goleada, a pesar de que Cuauhtémoc Blanco y Andrés Guardado sí dijeron que nos querían golear?
Hoy creo que ya van siendo objetivos, después de ver el juego que tiene México, que no es el juego brillante, de ver los comentaristas que faltan piezas importantes como Cuauhtémoc y Giovani Dos Santos. Creo yo que hasta hoy, de verdad, realmente, los periodistas y los comentaristas están respetando a El Salvador.
Giovani Dos Santos es un hecho que no va a jugar, pero Cuauhtémoc es duda. ¿Qué pensás de ellos?
Giovani sí creo yo que hubiera sido un factor determinante en contra de El Salvador. Cuauhtémoc creo yo que su juego es fuera del campo. Sus palabras siempre lo llevan a crear polémicas y por eso la selección de México lo tiene allí. Es más anímico. Y aquí en El Salvador no nos hizo ni un solo daño. Él fue el encargado de cobrar el penalti, solo eso, pero no hizo nada. Y su soberbia creo yo es lo que lo ha apartado de este partido y no una lesión física. Él comenzó a calentar este juego diciendo que él iba a meter tres o cuatro goles. En ese momento, los medios mexicanos me hablaron y preguntaron qué pensaba yo de eso. Yo le dije: ‘Yo espero que de verdad él pueda meter esos cuatro goles y espero que de verdad pueda correr 90 minutos, porque a su edad, está difícil’.
¿O sea que los medios mexicanos te siguen llamando todavía?
Sí. Cada vez que alguien hace una declaración del fútbol salvadoreño, buscan un referente principalmente de la afición. Es bueno que los medios mexicanos escuchen lo que la afición piensa.
Volvamos al partido. Mucha gente dice que aquí en el Cusca es donde más presión se le mete al rival, que en el Azteca solo se oye un zumbido…
Acá oyen claramente a la afición apoyando a El Salvador y metiéndose con el contrario. Cuauhtémoc cuando jugó aquí en El Salvador, lo hizo al lado izquierdo a la par donde la Barra Azul estaba cantando y más de una vez nos sacó el dedo, nos hizo una señal porque oía lo que nosotros le estábamos gritando. Cuando él corría y la pelota se detenía, él oía nuestros gritos.
Independientemente del resultado de mañana, ¿qué esperás para el miércoles contra Honduras?
Un estadio lleno. Tenemos que agradecer y despedir a la selección con un estadio lleno. Y lo otro, ratificar a De los Cobos en su puesto. Queremos verlo en Brasil 2014.
¿Qué harán si hay “Aztecazo”?
Mirá, todo el mundo nos ha preguntado dónde va a ser la celebración. La Barra Azul llegará a El Salvador del Mundo. Y si no se gana, siempre hay que festejar, pensar en 2014. Yo estoy 100% seguro que El Salvador estará junto a la Barra Azul en el Maracaná.
¿Cuánto quedamos?
Ganamos 2-1.