Salvador Mejía es muy conocido entre la comunidad salvadoreña en Houston por varias razones: es amante del fútbol y de su Alianza, aquel de la época de oro, del que le ganó al Santos de Pelé. No en vano prefiere que lo llamen Chambita Alianza.
Está tan seguro de su popularidad que tiene una frase: “Quien no conoce a Chambita Alianza no conoce Houston”.
Mejía, quien emigró hace 20 años, vive añorando que el equipo capitalino llegue a Houston, pero ese deseo, hasta el momento, no se le ha cumplido. Sin embargo, enfatiza que su amor por los albos es tan grande como el que siente por la selección y trata de corresponderlo con creces.
“Estamos muy felices por tener a la selección acá, es un honor tenerlos, esperando el partido de mañana (hoy), sabemos que va a llegar mucha gente”, comentó.
A su juicio, como él, muchos salvadoreños harán el esfuerzo en sus trabajos para poder acompañar a la azul y blanco en el estadio Robertson ante Colombia.
“Es un honor, el sacrificio se hace, pero ahí vamos a estar apoyando a la selección”, aseguró el compatriota.
El connacional, de 67 años, ha sido asiduo visitante del hotel donde se hospeda la selección nacional en esta ciudad texana. Ayer al mediodía aprovechó la presencia de la mayoría de los seleccionados en el lobby del hotel para que le autografiaran una camisola azul y así dejar palpables los recuerdos de la visita del combinado nacional a la “ciudad espacial”.