Ser derrotados por cuarta ocasión por Costa Rica en igual número de juegos en el camino a Sudáfrica 2010 significaría decir adiós, de una vez por todas, al mundial y un debut con el pie izquierdo para el mediocampista Arturo Álvarez, quien es probable que hoy dispute su primer juego vestido con el uniforme de la selección nacional en el estadio Cuscatlán, donde nunca antes ha jugado.
Escrito por Gabriel Campos Madrid

Ya no habría escenario alguno que pudiera mantener un ápice de esperanza. Ni siquiera una derrota de México ante Honduras serviría para albergar ilusión alguna, dado que la diferencia con el cuarto lugar sería de siete puntos, con solo seis en pelea. Los últimos dos juegos de la hexagonal serían de puro trámite para la Azul.

Con ello también se prolongaría cuatro años más el sueño de muchos aficionados de volver a ver a la selección en una cita mundialista, algo que ya lleva más de 27 años de no ser una realidad.

Pero perder no solo conlleva eso. Tendría, además, el ingrediente de convertirse en la segunda pérdida en condición de local en toda la eliminatoria.

Y ambas habrían llegado a manos del mismo rival: los ticos, que ganaron en el estadio Cuscatlán el pasado 19 de noviembre, en la última jornada de la fase de grupos, cuando saldaron con un 3-1 a su favor aquel juego, a pesar de que El Salvador se puso adelante con un tanto de Rudis Corrales, quien hoy comenzará el juego desde el banquillo.

Además, dependiendo del resultado que obtenga Trinidad y Tobago contra Estados Unidos, la derrota podría sepultar al combinado nacional al último lugar de la tabla de posiciones. Una victoria de los caribeños haría que El Salvador fuera el único con cinco puntos.