En Santiago de Querétaro, el que no conoce a Carlos De los Cobos o es japonés o miente.
Escrito por Cristian Villalta

Ayer, el profesor desayunaba en el restaurante del Hotel Mirage cuando un hombre de unos 50 años aproximadamente, delgado, de aspecto más bien desaliñado, se le acercó a saludarlo de manera efusiva.

Los hombres conversaron durante unos cinco minutos. Resultó ser un compañero del míster de su época como jugador en el queretano equipo Gallos Blancos, temporada 1977-1978. “Me llamo Ricardo Bustamante, pero me puedes decir ‘el Pato'”, se presentó. “Ahora me dedico a andar por ahí. En cuanto supe que Carlos andaba por aquí, vine a saludarlo. Siempre fue un tipazo, humilde, gran futbolista.”