La figura materna evoca amor, ternura, cuidados especiales. Pero además las madres salvadoreñas ocupan un espacio clave en la dinámica productiva nacional. Cuatro de cada 10 hogares en el área urbana tienen como jefa a una mujer, y lo mismo sucede en el 30% de los hogares rurales, según los datos del último censo. También las mujeres son el principal pilar de las microempresas, consideradas como la base de la economía nacional. Según la CONAMYPE, de 512,000 micro, pequeños y medianos negocios que funcionan en el país, un 64% es liderado por mujeres. Pero ya sea desde sus propios negocios, o como empleadas en diversas áreas, las madres destacan con su aporte al desarrollo económico y social de El Salvador.
La maternidad no es siempre sinónimo de alegría. Muchas niñas se convierten en madres luego de ser abusadas por sus propios progenitores, tíos, abuelos y primos. En medio de la oscuridad, La Fundación Sí a la Vida, les da la mano.
Un paro cardíaco acabó, hace dos semanas, con la vida de María Rita Rivera de Corrales, madre de Rudis Corrales, seleccionado nacional de fútbol. El jugador y la familia aprenden ahora a vivir sin ella, quien el próximo 22 de mayo hubiera cumplido 59 años y en honor de quien se escriben estas páginas. Una madre de las muchas del país que sirven como ejemplo gracias a su voluntad para sacar, entre la pobreza, adelante un hogar.
La comandante Rebeca ya no se preocupa por cómo contrarrestar el próximo operativo militar, ahora divide su tiempo entre su actividad política dentro del partido FMLN y su papel de madre y de hija. Ejerció su cargo de diputada desde 1994 hasta 2003. Estuvo en la alcaldía capitalina durante dos períodos, y finalmente en el PARLACEN los últimos tres años.
No teme a las críticas contra políticos; sacó adelante a sus hijos después de un divorcio en el que debió asumir el rol de mamá y papá. Teme a la fragilidad de la nieta (la niña de los gemelos), por estar más acostumbrada a los varoncitos, “me es más fácil manejar al niño que a la niña”, confiesa entre sonrisas.
En El Salvador permanecen recluidas en las cárceles 1,438 mujeres, el 95% de ellas son madres. Pero ¿cómo viven esas mujeres su maternidad? Una reclusa compartió un momento de su cotidianidad junto a su bebé de dos años y medio, que también está en el reclusorio.
Felícita Ramírez es una de miles de madres de la zona oriental del país que a diario se esfuerzan para llevar el sustento a su hogar, sin importar los sacrificios.
Cuarenta años caminando con su canasto sobre la cabeza han servido a esta madre ejemplar para sacar adelante a sus hijos. A diario recorre las calles y colonias de Santa Ana para vender el pan que ella elabora.
Un regalo y el privilegio más grande que Dios les dio son los pensamientos que comparten las madres y bellezas de la televisión.
Para la luchadora Ingrid Cuéllar no hay mayor triunfo que ser madre y celebrar cada logro con su hijo Diogo.