Eran las 4:12 de la tarde de ayer cuando el vuelo chárter de la selección de Estados Unidos aterrizó en el Aeropuerto Internacional El Salvador.

Los jugadores norteamericanos subieron de inmediato al bus que los esperaba y luego se fueron hacia su hotel de concentración.

Todo el plantel coincidió en guardar silencio hasta hoy por la tarde, donde se espera que haya una conferencia de prensa para que el técnico Bob Bradley hable de lo que traen sus pupilos.

En el hotel, el último en bajar del autobús fue el estelar Landon Donovan, quien juega para el Galaxy de Los Ángeles, de la MLS.

Dentro de la sede de concentración aguardaban algunos hinchas estadounidenses, quienes no dudaron en salir al paso de los jugadores. Donovan fue de los más asediados por la afición. Un pequeño tenía puesta una réplica de la camisola del atacante para que le estampara allí su firma.

El conjunto de las barras y las estrellas viene de un campamento corto en Miami, donde estuvo por cuatro días antes de viajar a El Salvador. Allí afinó detalles para el juego de mañana frente a la selección salvadoreña.

La salida de los gringos está programada para el domingo: partirán hacia Nashville para encarar el juego eliminatorio del miércoles próximo frente a Trinidad y Tobago.

Por ahora no se presagian cambios en la formación titular del equipo visitante. Solo el portero titular Tim Howard es una baja segura debido a una suspensión de un partido. Por lo tanto, el timonel Bob Bradley tendrá que decidir entre Brad Guzan y Marcus Hahnemann quién será el cancerbero titular para el choque ante los cuscatlecos.

Según Michael Kammarman, encargado de prensa del equipo estadounidense, los jugadores que militan en el fútbol europeo llegaron en buen estado físico para acoplarse al equipo. Hay confianza por el hecho de que estos jugadores llevan un poco más de dos años juntos.

En cuanto a Donovan, todo marcha sobre ruedas. El atacante terminó de tomar confianza con los dos tantos que marcó en el primer juego de liga con el Galaxy frente al DC United. “Donovan tiene un buen nivel de experiencia. Es un jugador importante para esta selección”, dijo Kammarman.

De acuerdo con la agenda del plantel gringo, esta tarde estará en el estadio Cuscatlán para hacer el reconocimiento de cancha.

Antes de eso, por la mañana, Bradley, Howard y José Francisco Torres, del Pachuca de México, estarán con el proyecto Fútbol Forever en Soyapango.

Tom King, gerente de la Federación Estadounidense de Fútbol (US Soccer), mostró su complacencia con las instalaciones del estadio Cuscatlán, sede del choque de este sábado entre El Salvador y la selección gringa por la hexagonal de CONCACAF.

Mario Torres, encargado de logística del juego, señaló que llevó a King por todos los sectores del “Coloso” para mostrar con detenimiento el recinto.

Junto al dirigente norteamericano estarán 90 personas que conforman la delegación estadounidense. Se espera que en las próximas horas llegue toda la comitiva.

Por ahora, la única solicitud pendiente es la escolta policial que estará junto a los dirigentes estadounidenses en el sector que se les asigne en el Cuscatlán.

Un comunicado de la oficina de prensa de la FESFUT detalló que los seleccionados gringos llegan hoy por la tarde al país. Mañana participarán en una clínica de Fútbol Forever y por la tarde-noche reconocerán el Cusca.

De los comisarios

Ayer por la tarde llegó al país el comisario de seguridad del juego, Víctor Hugo Estrada, quien además es director de competencias de la UNCAF. No perdió tiempo para reunirse con Torres y examinar el plan de seguridad para “el Coloso de Monserrat”.

Hoy por la noche se espera que llegue al estadio Cuscatlán para evaluar el funcionamiento de la energía eléctrica en las torres del escenario.

Para el viernes, Torres deberá reunirse con el guatemalteco Mario Monterrosa para afinar los últimos detalles de logística para el compromiso.

En cuanto al tema de seguridad en el estadio, la FESFUT ha sido enfática a la hora de tomar las medidas. Después de la multa de $25,300 impuesta por FIFA por algunos incidentes de conducta inadecuada por algunos hinchas en el juego contra Trinidad y Tobago, El Salvador está en la mira de la federación internacional de fútbol.

Carlos De los Cobos ya sabe lo que debe saber sobre Estados Unidos. Por eso es que su pensamiento está concentrado y definido en cómo le jugará al gigante de la CONCACAF. Zonas de marca bien definidas, pelota al piso para no prestársela a los gringos y concentración, mucha concentración, son las claves.
Escrito por Denni Portillo/Gabriel Campos
Contrario a anteriores encuentros de esta eliminatoria, el esquema con que El Salvador afrontará el partido de eliminatoria mundialista ante Estados Unidos el próximo sábado no es una incógnita. El mismo entrenador de la selección salvadoreña, el mexicano Carlos De los Cobos, ha trabajado y dado por sentado que la Azul dejará su acostumbrado 3-5-2 para pasar a un más convencional 4-4-2.

Solventado ese problema, el mexicano da rápido vuelta a la página y demuestra tener claras muchas cosas: su conocimiento del juego de los norteamericanos y cómo intentar contrarrestar sus armas. Fue ese, precisamente, el análisis que el estratega hizo ayer.

Primero, ¿por qué la línea de cuatro? De los Cobos responde y da dos razones. Una de ellas es la fácil adaptación del equipo al esquema. “Cuando ha habido necesidad de modificar, el equipo toma mayor fortaleza. Cuando lo hemos necesitado, el equipo ha respondido”, dijo.

El otro motivo responde más a intereses esquemáticos, de pizarra. “Nos enfrentamos a un rival que juega de la misma forma siempre, con un 4-4-1-1 o 4-4-2, y que explota mucho los costados, (entonces) es necesario fortalecer en el aspecto defensivo las bandas”, señala el entrenador de la Azul.
Entonces, ¿cómo?

Siendo así, y a partir del trabajo realizado en los dos días que el grupo ha estado entrenando, la formación 4-4-2 le permitiría a El Salvador “tener tres jugadores comprometidos por los costados: el extremo que juega abierto, el lateral y un volante más”.

Para ponerlo con nombres, por ejemplo, por la derecha, Manuel Salazar, Julio Martínez y Osael Romero -de jugar los tres- serían los encargados de obstruir por ese sector el paso de Heath Pearce y DaMarcus Beasley, lateral y volante de llegada de los norteamericanos en el partido que los gringos vencieron a México 2-0 y que podrían repetir en el once inicial de Estados Unidos en el estadio Cuscatlán.

Lo mismo ocurre por la izquierda. Ahí serían Alfredo Pacheco junto a Romeo Monteagudo o Cristian Castillo -si se recupera de su lesión- y Eliseo Quintanilla quienes tendrían que tener cuidado frente a Frankie Hedjuk (lateral) y Clint Dempsey (volante).

Pero además, De los Cobos también presta atención al centro del equipo de las barras y las estrellas, puesto que reconoce cuán importante es en su rendimiento ofensivo el papel que juega Landon Donovan.

Pensando en intentar neutralizar al jugador es que el estratega considera ubicar únicamente a Ramón Sánchez en la contención. “En los últimos partidos (Landon) ha estado como punta y como enlace. De repente, Donovan va a caer en la marca de uno de los dos centrales y en otro momento será Ramón el que tenga que seguirlo”, explica.
¿Y al ataque?

La primera premisa ante Estados Unidos definitivamente que será no romper la concentración para evitar recibir goles. Pero ahí mismo donde termina la primera preocupación inicia la segunda, consistente en cómo atacar a los gringos.

“No puedo estar mandando el mensaje solamente en lo defensivo. Indirectamente es decirles que solo hay que defender”, dice De los Cobos, para luego agregar: “Hay que estar muy ordenados y concentrados, pero vamos a trabajar la otra parte también porque tenemos jugadores que tienen mucha visión de juego ofensivo. También confío que podamos hacer daño”.

La clave a la ofensiva sería no caer en el mismo error en que, considera el míster, cayó México en el primer choque de la hexagonal. “A México lo obligaron a equivocarse, a tirar la pelota larga porque sus dos centrales -Oguchi y Bocanegra- son muy altos. Nosotros tenemos que ser precisos, no dividir la pelota porque estamos en desventaja”, explicó. El libreto táctico ya está escrito. Solo queda afinarlo, pulirlo y aplicarlo.

De los 17 legionarios en la nómina de Bob Bradley para enfrentar a El Salvador, 16 juegan en las ligas de Europa.
Escrito por Gabriel Campos Madrid

Cuando se dice que Estados Unidos es ahora el gigante de la CONCACAF, no se dice en broma. Basta con observar la nómina de jugadores con la que contará su entrenador, Bob Bradley, para el juego contra El Salvador para reconocerlo.

De los 22 convocados para los partidos del sábado ante la Azul y del miércoles contra Trinidad y Tobago, 17 juegan en el extranjero. Y de ellos solo uno en ligas americanas: José Francisco Torres, en el Pachuca de México.

El resto milita en ligas europeas, como la Premier League de Inglaterra, la F1 de Francia y la Bundesliga alemana, por mencionar algunas.

El país del que más jugadores ha repatriado Bradley es Inglaterra. De ahí han llegado al campamento que realiza el seleccionado norteamericano en Miami siete jugadores, de los cuales cuatro están en equipos de la Premier League.

En el Everton juega el portero titular Tim Howard, quien ya en temporadas anteriores defendió los colores del Manchester United. En el Aston Villa juega Brad Guzan, el segundo guardameta de la selección norteamericana. El West Ham United tiene en sus filas al zaguero Jonathan Spector y el Fulham a Clint Dempsey, uno de los goleadores del combinado de las barras y las estrellas.

En la segunda división inglesa están el delantero Eddie Jhonson (Cardiff), el defensor Jay DeMerit (Watford) y el guardameta Marcus Hahnemann (Reading).

Pero no es el único país. Desde la primera división francesa se incorporaron Carlos Bocanegra, zaguero central titular en el esquema de Bradley, y Freddy Adu, el chico maravilla del balompié norteamericano.

El Glasgow Rangers, uno de los más grandes clubes de Escocia, también forma parte de la lista, al ceder a Maurice Edu y DaMarcus Beasley. Y en la Bundesliga alemana está el hijo del técnico de Estados Unidos, Michael Bradley, y Heath Pearce, otro de los titulares. Bélgica y España culminan la lista de ligas.

Creo que El Salvador es el equipo que tiene más presión este sábado porque ya dejó ir tres puntos en casa en el juego contra Trinidad y Tobago (el pasado 11 de marzo).”

“Para que El Salvador vuelva a ser protagonista tiene que haber un cambio total en la federación. Tiene que haber un proyecto entre ocho a 10 años para desarrollar jugadores.”
El mundialista con la selección gringa en dos ocasiones hizo más evidente la superioridad futbolística del equipo de las barras y las estrellas sobre la Azul.

Escrito por Christian Peñate

Hugo Pérez, salvadoreño de nacimiento y nacionalizado estadounidense, aseguró que con el nivel que tiene la selección cuscatleca difícilmente podrá competir este sábado ante el plantel gringo.

El ex mundialista comentó sobre el tiempo de trabajo que acumula Estados Unidos a escala de selecciones nacionales.
¿Qué análisis previo puede hacer del choque de este sábado entre El Salvador y Estados Unidos?

Creo que El Salvador es el equipo que tiene más presión porque ya dejó ir tres puntos en casa en el juego contra Trinidad y Tobago (el pasado 11 de marzo). En la hexagonal se deben ganar todos los partidos en casa. Claro que un empate es bueno, pero estás dejando ir dos puntos en casa.
¿Cómo ve a la selección de Estados Unidos que viene a encarar al equipo cuscatleco?

Es una selección bien trabajada. Tácticamente disciplinada. Tiene jugadores interesantes que militan en Europa. Siento que es una selección bastante competitiva.
¿Ve alguna posibilidad de triunfo para El Salvador ante Estados Unidos?

Siempre hay posibilidades de ganar. Hasta que un juego no se ha disputado, no se sabe qué va a pasar.
¿Qué conoce de este equipo salvadoreño que dirige el mexicano Carlos De los Cobos?

Bueno, sé que de una forma u otra se ha preparado más o menos bien porque sé que a De los Cobos no se le ha dado todo lo que él ha querido y así preparar adecuadamente a una selección. Para mí, a esta selección salvadoreña le falta más fogueo, pero en Asia y Europa.
¿Esta selección de Estados Unidos es aquella que genera llegadas por las bandas y llena de centros el área del adversario para hacer daño con el juego aéreo?

Sí, porque, como dije antes, hay jugadores que militan en Europa y así se juega el fútbol en esos países. Pero todo dependerá de cómo se plantee tácticamente y de las indicaciones del técnico. Hay jugadores capaces de hacer eso, con mucha fuerza física, y El Salvador realmente no puede competir a ese nivel.
¿Cree que le va a afectar la falta de roce internacional al equipo que dirige De los Cobos?

Creo que, hasta cierto punto, sí. Pero jugar contra Estados Unidos es importante porque para los jugadores salvadoreños será como una vitrina para que los vean. Lo mejor que puede hacer el jugador salvadoreño es salir al exterior.
¿Cómo fue evolucionando el fútbol estadounidense, sobre todo a escala de selecciones nacionales?

Ha habido procesos importantes. Se ha empezado a trabajar desde las selecciones menores. Hay proyectos importantes que se han venido desarrollando en los últimos años. Pienso que todavía nos falta para ser una potencia mundial en lo futbolístico. La organización en cuanto a federación ha sido importante para generar proyectos que llevan a crecer.
¿Se puede calificar de abismal la diferencia en cuanto a desarrollo futbolístico entre El Salvador y Estados Unidos?

No hay comparación que valga. Para que El Salvador vuelva a ser protagonista tiene que haber un cambio total en la federación. Tiene que haber un proyecto entre ocho a 10 años para desarrollar a los jugadores. Tiene que haber canchas para entrenar. Mientras eso no pase, vamos a seguir igual.
¿Por qué no fue incluido en el trabajo de selecciones después de que la FESFUT mostrara interés en usted?

Había un proyecto para el cual necesitaban ayuda, que era para una selección sub 23. Me habló Jaime Rodríguez (en ese tiempo coordinador de selecciones nacionales) y el señor presidente de la federación (Rodrigo Calvo). El problema era que había muy poco tiempo para trabajar. Ellos me pidieron que les mandara mis pretensiones sobre cuánto quería ganar. Se los mandé por fax, pero después no oí de ellos para un sí o para un no. Después me di cuenta por medio de la prensa que mis pretensiones eran demasiadas altas. Me di cuenta de que no había las intenciones adecuadas para hacer un proyecto serio.
Usted fue quien recomendó a Efraín Burgos (hijo) a la selección nacional. ¿Qué opinión le merece que Salvador de León, uno de los integrantes de la comisión normalizadora de la FESFUT, haya utilizado el calificativo de “mojado” para referirse a la condición migratoria del mediocampista?

Me da tristeza que tengamos gente así en la federación de nuestro país, que se exprese de esa manera. Yo pienso que Efraín Burgos pudo ser una pieza fundamental para ayudarle a la selección salvadoreña. Me di cuenta de que nos hace falta mucho por aprender allá en cuanto a manejar ciertas situaciones.
¿Cree que De los Cobos ha tenido mucha paciencia al frente de la selección salvadoreña?

Yo pienso que sí. Es de admirarlo. Por lo que vi en los medios, es difícil que otra persona se haya quedado más tiempo. Yo creo que él no lo ha hecho porque hasta cierto punto ha formado un buen grupo con los jugadores. Por lo que he sabido, los jugadores lo aprecian y lo respetan bastante. No podemos exigirle a él porque realmente no se le ha dado todo en esta selección. Es difícil no tener jugadores, canchas para entrenar y fogueos internacionales adecuados.

El técnico de la selección de Estados Unidos, Bob Bradley, ve en el juego contra El Salvador, del próximo sábado, el segundo eslabón en la cadena que le permita llegar al mundial Sudáfrica 2010. Y lo ha confirmado al decir que “estos dos partidos (ante la Azul y Trinidad y Tobago, el miércoles 1.º de abril) son importantes en nuestros esfuerzos de clasificar”.

Escrito por Gabriel Campos Madrid

Es por eso que en la actualidad Bradley trabaja alejado de cualquier incomodidad y en la tranquilidad que le da la concentración que realiza en Miami, Florida, desde donde zarparán mañana hacia suelo nacional. No hay hora oficial del arribo. Lo que sí ya se tiene definido es el lugar de alojamiento de los norteamericanos, quienes estarán instalados en el Hotel Intercontinental. También se ha establecido que los jugadores no darán declaraciones a los medios de comunicación durante el reconocimiento del estadio Cuscatlán el viernes, sino que será el técnico Bradley, en una conferencia de prensa, y un jugador por definir los que atiendan a la prensa luego del reconocimiento.

 Estados Unidos le volvió a ganar a México en el inicio de la hexagonal, y no necesitó mutar su estilo de juego, volvió a hacer lo mismo: práctico en defensa y efectivo en el ataque; el resultado, un 2-0 incontestable por “el Tri”, que creyó conocer el libreto de los gringos. Y es que en la CONCACAF, todo mundo conoce el estilo de juego de los estadounidenses y todos los equipos toman las mismas precauciones para anular esas virtudes, pero el saldo es casi siempre el mismo: negativo.

Así le pasó al conjunto de Sven Goran Eriksson el miércoles, y es más o menos lo que puede esperar El Salvador el próximo 28 de marzo, cuando reciba a los de las “barras y las estrellas” en la segunda jornada de la fase final camino a Sudáfrica 2010.

El estilo de juego de Estados Unidos es muy simple. Tan simple como tradicional. El entrenador Bob Bradley paró ante los aztecas un 4-4-2, macizo en conceptos defensivos y versátil hacia adelante. Con Estados Unidos no solo se trata de lo compacto que pueda parecer un dibujo táctico con dos líneas de cuatro y dos delanteros, su fortaleza es el funcionamiento como equipo, porque todo movimiento en el campo se antoja sincronizado, casi autómata.

Por delante del meta Tim Howard, los del norte tienen como centrales a Oguchi Onyewu y Carlos Bocanegra, dos expertos en repeler el ataque aéreo, y fuertes por abajo. Por derecha se desplaza Frankie Hedjuk, mientras que por el otro lado va Heath Pearce.

Este par de aleros no tiene nada de espectacular, nada galáctico, solo que son dos laterales que manejan a la perfección los cierres por los corredores y los desplazamientos profundos en ataque.

En el medio campo, doble pivote defensivo: Sacha Kljestan y Michael Bradley, hijo del entrenador. Los dos destructores de este mundo, pero con la ventaja de que por sus costados se paran Clint Dempsey y DaMarcus Beasley, dos volantes que, además de encimar su juego ofensivo en diagonal, marcan.

La contención de Estados Unidos no necesita de irse de forma frenética al ataque. No es necesario porque del ataque, Landon Donovan se queda como un mediapunta, por el centro, y se convierte en el puente entre el resto del equipo y el único adelantado: Bryan Ching.

Con ese parado doblegó el equipo gringo a los mexicanos y jugó como suele hacerlo: respetando los conceptos tácticos, y sobre todo conservando la concentración durante 89 minutos de los 90. Sí, su juego no es nada espectacular, pero prácticamente no cierran los ojos. Acaso un minuto, que fue cuando México se les metió al área, pero Giovani Dos Santos no pudo en el mano a mano con el meta Howard.

En ataque, Estados Unidos muestra poco talento individual: las únicas llegadas se dieron con los centros en busca de Ching, poco hábil pero fuerte.

 La ofensiva gringa es por los costados, con Hedjuk y Pearce, quienes van hasta el fondo, mientras que la línea de cuatro del medio y los delanteros van al área en busca del juego aéreo. Eso es lo suyo, el fútbol de altura, el que combinan a la perfección con la jugada quieta. Así llegó uno de los dos goles a México: un centro al segundo palo, con un cabezazo al área pequeña para que Bradley anotara.

Ese fue el primer tanto. Todo mundo sabe que son fuertes en el juego aéreo, México lo sabía, pero aún así descuidó una marca. El otro gol fue un remate de fuera de área que Oswaldo midió mal. Un error. Estados Unidos sabe jugar con las equivocaciones del contrario.

“Era nuestra obligación lograr la victoria porque jugábamos de locales y teníamos que conseguir los tres primeros puntos. Ganamos ante un gran rival, con buen fútbol.”

“Como padre, me siento orgulloso de mi familia, pero esto está por encima de si ganábamos o perdíamos el partido o si Michael (Bradley) lo hacía bien o mal.”

Bob Bradley, entrenador de Estados Unidos

Estados Unidos continuó con su hegemonía sobre México y con dos goles de Michael Bradley se impuso 2-0 sobre “el Tri” en el arranque de la hexagonal final de la CONCACAF.

Bradley marcó a los 43 minutos y en el descuento, el segundo con la complicidad del arquero mexicano Oswaldo Sánchez.

México jugó con un hombre menos gran parte del complemento por la expulsión de su capitán Rafael Márquez a los 65 minutos tras pegarle una patada al arquero estadounidense Tim Howard. El defensa del Barcelona se perderá el próximo partido contra Costa Rica.

La derrota podría ser la sentencia para el técnico de México, Sven Goran Eriksson, quien ha sido duramente criticado por las recientes actuaciones de la selección. “El Tri” perdió 1-0 ante un equipo de Suecia repleto de suplentes en su más reciente fogueo y se clasificó a la hexagonal por diferencia de goles.

Estados Unidos no pierde en su feudo ante México desde hace una década y ayer volvió a demostrar que es el mandamás de la CONCACAF. Su próximo partido es contra El Salvador.

El primer gol estadounidense nació en un tiro de esquina que pateó DaMarcus Beasley. El balón le llegó al segundo palo a Landon Donovan, que se lo pasó de cabeza a Oguchi Onyewu para un cabezazo al arco. Sánchez detuvo la pelota sobre la línea, pero el rebote le quedó a Bradley para el remate a quemarropa. Y el segundo fue con un potente remate desde afuera del área que pasó entre las manos de Sánchez.

“No hemos tenido fortuna, el equipo jugó bien y nos está costando”, dijo el delantero Carlos Ochoa al acabar el juego.

México arrancó con buenas intenciones y a los tres minutos tuvo una de sus oportunidades más claras de gol, con un remate de Giovani Dos Santos que Howard atajó con las piernas.

Estados Unidos se apoderó del balón después del primer cuarto de hora con las subidas de DaMarcus Beasley y la velocidad y astucia de Landon Donovan.

Un tiro libre de Donovan a los 22 minutos acarició un palo y nueve después, Sánchez salvó su portería en un remate de Clint Dempsey.

Alberto Medina intentó al ’36 por México, pero su débil remate fue atajado por Howard sin muchos problemas.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, con un Estados Unidos controlando la pelota y México apostando a pelotazos sin ideas.

Washington, DPA

Bradley reiteró en una teleconferencia su “respeto” y el de sus jugadores por el conjunto mexicano, y aseguró que el partido que se disputará en el estadio del Columbus Crew, en el estado de Ohio, tiene todos los ingredientes de “un gran encuentro”.

Mexicanos y estadounidenses se medirán en la primera jornada del hexagonal final de la Confederación de Fútbol de Centro y Norteamérica y el Caribe (CONCACAF), en el que también participan Costa Rica, El Salvador, Honduras y Trinidad y Tobago. Los tres primeros al final del torneo se clasificarán directamente a la justa mundialista. El cuarto clasificado disputará un lugar en una eliminatoria directa con el quinto clasificado de Sudamérica.

Además de enormes rivales, México y Estados Unidos son los grandes favoritos en el hexagonal, y cualquiera que no sea una clasificación directa de ambos al Mundial sería una enorme sorpresa.

En las rondas anteriores, ante rivales más débiles, Estados Unidos mostró su habitual superioridad pero México sufrió inesperadas derrotas ante Jamaica y Honduras y un empate ante Canadá que sembraron algunas dudas.

Bradley, sin embargo, no se fía. “La ronda previa fue rara para ellos”, aseguró. “Creo que levantaron el pie del acelerador”, agregó. El técnico aseguró que el equipo mexicano y su entrenador, el sueco Sven-Goran Eriksson, sabrán manejar la presión de la hinchada y la prensa mexicanas: “Eriksson tiene un excelente historia allá donde entrenó, y estoy seguro de que ellos no permitirán que demasiado de lo que está volando a su alrededor interfiera con su mentalidad”.

Respecto al partido del miércoles, Bradley señaló a Pardo, recién regresado del Stuttgart alemán al América, como clave para frenar la creación en el centro del campo mexicano. “Sabemos que Pardo es un jugador increíblemente importante para ellos, así que necesitamos cerrarlo rápidamente, ponerlo bajo presión y hacer el partido difícil para él”, afirmó Bradley.

Además de eso, Bradley espera que las condiciones jueguen a su favor. Para ello, por tercera vez consecutiva ante México, la Federación Estadounidense determinó que el choque se juegue en Ohio. De esa manera espera evitar que las gradas estén repletas de emigrantes mexicanos y que además el frío sea incómodo para el visitante.

“Hay una posibilidad de lluvia el miércoles y espero que el césped esté rápido”, aseguró. “Con seguridad en un partido como éste, empezando esta ronda, la expectación es que el partido comience a un tempo muy rápido, y queremos estar preparados para eso”, agregó. “Creo que hay buenas sensaciones jugando aquí”.

El entrenador estadounidense afirmó que la motivación de sus jugadores está asegurada. “Se puede ver, por la manera en que todos (los jugadores) llegaron, que están centrados y hay una sensación de excitación por jugar contra México”.

Respecto a sus propios jugadores Bradley reconoció que tienen ventajas e inconvenientes sobre sus rivales mexicanos. La ventaja es que la mayoría juega en Europa y están habituados a jugar con el frío que puede hacer en Columbus el miércoles.

“Creo que las condiciones aquí el miércoles se ajustarán mucho a las condiciones en las que se entrenaron y jugaron” en Europa, afirmó.
Al mismo tiempo, sin embargo, muchos de sus jugadores son suplentes y disfrutan de pocos minutos, mientras que los mexicanos son casi todos titulares en sus equipos. “El hecho de que algunos chicos no juegan mucho es una preocupación”, sentenció.

AP – NUEVA YORK

El plato fuerte lo ofrecerá Estados Unidos, al ser anfitrión de su eterno rival México.

La expectativa gira en torno sobre si los de casa mantendrán la aureola de imbatibles que ha mantenido durante una década en su feudo cuando reciben a su vecino del sur.

Costa Rica hará de local contra Honduras en el duelo por excelencia de selecciones centroamericanos, en tanto que la Trinidad y Tobago de Francisco Maturana visitará al El Salvador.

Será la primera de diez fechas bajo el formato de todos contra todos de un hexagonal culminará el 14 de octubre con la definición de tres plazas directas para la Copa Mundial de Sudáfrica 2010. El cuarto tendrá la opción de pelear un repechaje contra el quinto de la Conmebol para un puesto adicional.

Por antecedentes y potencial, Estados Unidos y México parten como los amplios favoritos. Se podría decir que los otros cuatro se pelearán las sobras, pero hay aristas que hacen pensar que eso no se dará tan fácilmente.

Con 13 participaciones mundialistas, México es el país de la región más curtido en la máxima cita del fútbol.

Sin embargo, el equipo dirigido por Sven Goran Eriksson despierta dudas, luego que cerró la etapa semifinal con apenas un punto en sus tres últimos partidos. Además, Honduras le quitó el primer lugar de su grupo y sólo avanzó al hexagonal a merced de una mejor diferencia de goles.

El duelo será en Columbus, un escenario aciago para México. El Tri sucumbió con idénticos 2-0 en dos visitas anteriores al Crew Stadium en las eliminatorias anteriores.

Estados Unidos nunca ha perdido en ese estadio y va por su sexta clasificación seguida, algo sin precedentes de la CONCACAF.

De acuerdo con el último pronóstico del tiempo, las temperaturas la noche del miércoles oscilarán los 12 grados centígrados (53 F). No será el mismo tipo de frío que entumeció a los mexicanos cuando perdieron en un mes de febrero en el 2001 en esa ciudad del estado de Ohio.

Un tropiezo podría dejar mal parado al sueco Eriksson, blanco de críticas por el desempeño con altibajos de la selección -que perdió un amistoso ante Suecia el mes pasado- y su decisión de convocar a varios extanjeros.

“Hoy por hoy está bien que la gente piense que Estados Unidos es favorito pero nosotros tenemos muchas posibilidades de ganar y eso es algo bonito porque cuando te enfermas con mucha adversidad y obtienes logros los disfrutas más”, declaró el volante mexicano Pável Pardo.

“Es una gran rivalidad, por el entorno que se vive, más allá de lo futbolístico en el aspecto de país por todos los mexicanos que viven en Estados Unidos y claro que es una rivalidad que va más allá de lo futbolístico”, añadió.

Costa Rica también procura repetir en el mundial tras disputar los previos en Corea-Japón y Alemania. Su técnico es Rodrigo Kenton, quien desde que reemplazó a Hernán Medford el año pasado ha hilado 10 partidos sin perder, incluyendo la fase previa de las eliminatorias y la Copa UNCAF.

En Costa Rica ya no está el delantero Paulo Wanchope, su referente en tiempos recientes, y es un equipo en que prima lo colectivo.

Honduras, cuya última clasificación mundialista de remonta a España 1982, sí cuenta con un plantel con varios jugadores que se han hecho conocer fuera de sus fronteras, como el atacante David Suazo (Benfica), Maynor Figueroa (Wigan) y Wilson Palacios (Tottenham).

Su técnico es Reinaldo Rueda, uno de los dos colombianos al frente de equipos en el el hexagonal.

El otro es Maturana, el timonel que condujo a Colombia en Italia 1990 y Estados Unidos 1994, al mando de Trinidad y Tobago. Los trinitarios son el único conjunto caribeño y buscan conseguir una segunda clasificación consecutiva.

Se desplazará al estadio Cuscatlán ante un El Salvador, tal vez el más débil de los seis en competencia.