marzo, 2009

Los defectos de los ticos

Publicado en 30 marzo 2009 por hflores

El rival de El Salvador el próximo miércoles no es invencible, pese a que en la ronda anterior ganó ambos encuentros. Tiene defectos. Y fueron evidentes el sábado, ante México, en el Azteca.

Uno de ellos fue el nefasto partido que realizaron sus jugadores por la izquierda, especialmente el marcador Junior Díaz Campbell, del Wisla Cracovia polaco, que no solamente se mostraba inoperante en la marca, sino también nervioso en el control del balón.

William Sunsing tampoco fue una maravilla y pocas veces se animó a superar en los desbordes a Ricardo Osorio. El Salvador debería apostarle su estrategia al ataque por la derecha para el compromiso en San José del próximo miércoles, ya que lo que se vio en el Azteca es que Costa Rica sufre mucho en ese sector del campo.

Celso Borges era el encargado de recibir el balón y darle la salida limpia a su equipo. Es muy posible que el miércoles, con el regreso de Walter Centeno, Borges pierda su lugar en el once inicial.

El repatriado Óscar Rojas, del Morelia mexicano, se ocupó de la banda derecha e intentaba mantener alerta a Andrés Guardado, pero este duelo se decantó a favor del extremo del Deportivo de La Coruña. Con esta fórmula, Costa Rica se mostró como un equipo serio y ordenado… hasta que llegó el primer gol. Es decir, duró 19 minutos.

Al estar abajo en el marcador, Kenton decidió cambiar su esquema. Sacó del campo a su único contención puro, Óscar Granados, bajó a esa zona a Bryan Ruiz y dio ingreso a Álvaro Saborío, el delantero centro del Sion de Suiza. La idea era darle más compañía a Andy Furtado, pero la idea no funcionó y causó más desgaste en Ruiz, que si bien mantenía un importante control del esférico, se ubicaba muy lejos de la zona prometida.

Las cosas empeoraron con el penalti del 2-0. Kenton realizó dos cambios ofensivos más que terminaron por abrir grandes espacios a México. Pablo Brenes sustituyó a Sunsing y Armando Alonso ingresó en lugar del lateral derecho Roy Myrie. De pronto, Costa Rica tuvo en el campo a cuatro delanteros y ni por esas logró asustar a México.

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Indisimulada decepción hondureña

Publicado en 30 marzo 2009 por hflores

Una indisimulada decepción mostraban ayer en Honduras aficionados, dirigentes y prensa deportiva tras el empate 1-1 del sábado de su seleccionado de fútbol ante Trinidad y Tobago como visitante por las eliminatorias de la CONCACAF hacia el mundial Sudáfrica 2010.

Los hondureños saboreaban el triunfo tres minutos antes del final del compromiso, pero una serie de errores los privó del mismo y finalmente cedieron un empate ante los locales, que anotaron a dos minutos del final del tiempo normal.

Especialmente se cuestiona que su delantero Carlo Costly errara una oportunidad de gol un minuto antes del empate, ya que se decidió por disparar —y el balón salió fuera— en lugar de cederlo a su compañero Marvin Chávez, que se encontraba solo frente al marco.

Tras ese fallo vino inmediatamente el ataque de la escuadra de Trinidad y Tobago y la defensa dejó solo a Otania Guerra, quien disparó suave, pero infantilmente el balón se le fue de las manos al arquero hondureño Noel Valladares.

Tras el decepcionante empate —ya que privó de dos puntos a los hondureños—, ahora, aficionados y prensa se concentran en el partido que jugarán ante México el miércoles y en el que Honduras debutará como local en la actual eliminatoria mundialista.

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Todos bien portaditos

Publicado en 30 marzo 2009 por hflores

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Desde el aficionado recatado en el “Vietnam” por una posible sanción de la FIFA al “Coloso de Monserrat”, hasta la nerviosa mirada del arquero gringo Brad Guzan hacia los graderíos cada vez que una sirena sonaba cuando sus compañeros iban al ataque.

El sábado en la noche no solo la selección nacional destacó por la forma como encaró a Estados Unidos: también la “12”, la afición, tomó conciencia ante la inminente amenaza de la FIFA de suspender el estadio Cuscatlan si se volvían a suscitar los hechos del partido contra Trinidad y Tobago en la primera fecha de la hexagonal de CONCACAF.

“El que le tire algo al gringo maricón le vamos a dar ver…”, amenazó un aficionado junto a sus amigos cada vez que Landon Donovan se disponía a efectuar un tiro de esquina.

Los cánticos, puteadas y ovaciones no dejaron de ser intimidantes, pero quedaron hasta ahí: en palabras y frases soeces que no se materializaron en objetos lanzados al engramillado.

Aquello de que hombre prevenido vale por dos lo cumplieron al pie de la letra los camarógrafos de una televisora internacional que dio cobertura al partido, renunciando a vestir los colores gringos. Se pusieron la azul. Lo mismo hicieron algunos aficionados estadounidenses que llegaron al sector de sol preferente en el Cusca.

Otros mezclaban política con deporte comparando el deseo de alcanzar un boleto al mundial 2010 con la victoria del presidente electo, Mauricio Funes. Igual, otros demostraban cariño y afecto a Barack Obama, el mandamás gringo, con pancartas y camisas.

El sábado la afición no defraudó a la Azul, y a pesar de que no se ganó, tampoco se fueron a casa con una derrota a cuestas.

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Empatar así duele

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

1639010_0Parecía ser que el apagón voluntario durante la celebración de “60, La Hora del Planeta” podría convertirse en el causante de la victoria salvadoreña. Parecía ser que todos los focos y las candelas que se apagaron anoche en el mundo entero convergían sobre el estadio Cuscatlán, y se transformaban en una intensa llama azul, radiante. Así fue durante 87 minutos. Pero Frankie Hejduk se encargó de bajarle la intensidad a ese fulgor y dejó a todo El Salvador a media luz.

El Cuscatlán entero se quedó mudo. Una vez que el mexicano Armando Archundia decretó el final del encuentro tras dar siete larguísimos minutos de descuento, nadie aplaudió, nadie gritó. Parecía ser que nadie sabía qué hacer.

Era un empate 2-2 de aquellos que duelen. Y duelen porque se pudo ganar. Duelen porque la Azul derrochó juego, entrega, orden táctico, estrategia durante casi 90 minutos. Y se estuvo cerca de triunfar, de amanecer hoy en el primer lugar de la hexagonal final de la CONCACAF.

No se perdió, es cierto. Y todavía es más cierto que la Azul sigue invicta en la competición. Pero de seis puntos posibles en casa solo se han sumado dos. Y el miércoles, en San José, se juega ante los ticos, heridos tras la derrota 2-0 sufrida en el Azteca ante México.

La clave para poderle ganar a los gringos pasaba por soportar los primeros 15 minutos de juego. Y se logró el objetivo. Y con creces, puesto que justo al cuarto de hora, Eliseo Quintanilla ponía arriba a los nacionales tras definir de gran forma una triangulación con Rodolfo Zelaya y Osael Romero.

La visita estaba estupefacta. No se la creía. Y tampoco se la creía que, tras jugarse el primer tiempo, eran ellos mismos los que parecían los chiquitos de la región. Lucían imprecisos, sin juego por las bandas, con titubeos atrás y con su estelar Landon Donovan sometido en buena lid por Ramón Sánchez.

El gigante, entonces, era El Salvador, con sus 11 jugadores enchufados, con Cheyo de fantasía, con Castillo y Martínez cerrando las subidas gringas por las bandas, con Zelaya complicando en extremo a los centrales gringos Califf y Bocanegra, y con Mardoqueo y Marvin poniendo a raya a Ching.

Ese perfil se mantuvo durante el arranque del segundo tiempo. Y se agigantó al 72 cuando Castillo, tras perfecto pase de Zelaya, ponía de cabeza el 2-0. Sí, de cabeza, con juego aéreo, el mismo del que los gringos presumen pero que, hasta ese momento, no lo habían podido desarrollar a plenitud.

Dos minutos después del gol salvadoreño, que dejó embebido al Cuscatlán que lució sus mejores galas después de quién sabe cuánto tiempo, el portero Miguel Montes se tuvo que ir lesionado.

Y entró Juan José Gómez. “El Halcón” estaba nervioso. Y se puso más nervioso cuando el también recién ingresado Jozy Altidore ponía, al ’76 y con la testa, el 1-2. La polémica se hizo presente en esa jugada porque, previo al gol, Zelaya quedó tirado en el piso, Castillo lo auxilió y Archundia no detuvo la jugada. Estados Unidos abrió el juego por la derecha, envió el centro al área y llegó el descuento.

Las piernas ya fallaban en la Azul. Y los gringos lucían enteros. Y tan enteros estaban que metieron a los salvadoreños atrás. Y comenzaron a tirar balones al área. Los carriles eran norteamericanos. El libreto de De los Cobos se cayó.

Para colmo de males, Cheyo —quien por amarillas se perderá, al igual que Cristian Castillo, el juego contra los ticos— se tironeó y tuvo que ceder su lugar a Dennis Alas. La pelota salvadoreña, adelante, no se detenía. Se perdía fácilmente y Estados Unidos tocaba, triangulaba y metía miedo a todo el Cuscatlán.

Y la luz que se veía al final del túnel —o del apagón voluntario al que se sometió el planeta entero— dejó casi en tinieblas a El Salvador. Hejduk apareció de la nada, se metió entre todos, aprovechó la pifia de Juan José y puso el 2-2. Acostumbrados a remontar, anoche fueron los azules los que tuvieron que sufrir en carne propia lo de las hombradas. Pero los gringos, los gigantes de CONCACAF, fueron irrespetados por El Salvador.

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Las piernas quedaron en deuda

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

Carlos De los Cobos hizo su apuesta y casi ganó. Estudió a Estados Unidos, aprendió a leer sus movimientos y dibujó un esquema que tapó por completo a los norteamericanos. Un esquema que hubiera resultado perfecto si no hubieran hecho falta piernas en la segunda mitad cuando, ante el acoso estadounidense, el cuadro salvadoreño terminó desperdiciando la ventaja de dos goles que había alcanzado.

Del 3-5-2, la Azul pasó ayer al 4-5-1 con la clara idea de tapar las llegadas por las bandas de los norteamericanos, cosa que se consiguió durante toda la primera mitad del encuentro.

Por la derecha, Manuel Salazar no dejaba circular a DaMarcus Beasley, en apoyo de Julio Martínez quien iba al choque con Heath Pearce. El mismo resultado se producía por la izquierda, donde Alfredo Pacheco contenía a Clint Dempsey y Cristian Castillo impedía la subida de Frankie Hedjuk con sus incorporaciones al ataque.

Siendo así, El Salvador pudo mantener alejado de su área a los estadounidenses que —cortados por las bandas— optaron el juego aéreo, donde los cuscatlecos si bien no ganaban las pelotas, pero estaban sumamente atentos al rechazo.

El primer gol salvadoreño fue un fruto del trabajo que se logra cuando la selección labora con suficiente tiempo. Una triangulación entre Zelaya, Osael y Cheyo que rompió la zaga estadounidense y le permitió al 10 salvadoreño definir por bajo ante Brad Guzan.

Con ese juego, El Salvador hacía ver mal a Estados Unidos, puesto que tenía precisión en sus pases y obligaba a los de las barras y las estrellas a correr inútilmente tras la pelota. Además, Landon Donovan, su estandarte, no aparecía, completamente anulado por la marca de Ramón Sánchez, en relevos con Marvin González y Mardoqueo Henríquez.

Al segundo tiempo, los gringos llegaron con la idea de meter más presión en el campo salvadoreño, beneficiados también porque el descanso enfrió a los cuscatlecos.

Comenzaron a llegar los dirigidos por Bob Bradley, y ya los azules tenían más problemas para contenerlos. Aparecían las primeras señales de cansancio.

Empero, aún así se pudo conseguir el segundo tanto en otro jugada rápida, bien definida por la escapada y el centro de Zelaya, más el cabezazo de Castillo.

Fue entonces que se hizo más evidente el desgaste físico, Estados Unidos terminó de presionar y necesitó cinco minutos para descontar el marcador, en una jugada como no la había tenido hasta ese momento, gracias a un centro por derecha que encontró cómodo a Jozy Altidore para cabecear y anotar.

A la presión ejercida por los norteamericanos había que agregar también la del riesgo del empate. Ya no se iba hacia adelante. Cheyo y Zelaya ya habían sido sustituidos y Carlos Ayala no podía juntarse con un cansado Castillo, facilitando el trabajo defensivo estadounidenses. Fue así como, después de tanto presionar, Estados Unidos consiguió el empate, gracias a su mejor estado físico.

4-1-4-1

El técnico Carlos De los Cobos no escondió nada en la semana. Ayer se plantó al campo tal y como lo anunció en LA PRENSA GRÁFICA. Ocupó una línea de cuatro defensores, un contención, otra línea de cuatro volantes y un punta. Así consiguió (mientras pudo) sorprender a Estados Unidos.

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Iluminado y opacado

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

1639029_01638957_0El volante creativo Eliseo Quintanilla realizó un primer tiempo de maravilla, el cual coronó con un tiro rasante justo al rincón bajo con el que venció al portero norteamericano, Brad Guzan, en el 1-0 firmado al minuto 14.

Con ese tanto, Cheyo puso fin al maleficio de 11 años de no marcarle al poderoso equipo estadounidense y se ganó a pulso el título de estrella del juego.

Ayer, Quintanilla firmó el primero y Cristian Castillo de cabeza puso el segundo en el agridulce 2-2 que El Salvador firmó en casa contra Estados Unidos.

Cheyo también fue el jugador desequilibrante, que puso la pausa, marcó la salida del once cuscatleco e hizo un trabajo destacable durante los primeros 45 minutos.

En el juego contra los gringos, Eliseo dejó de ser el jugador displicente, de porcelana que se caía al contacto del rival. Anoche mostró un coraje constante hasta que salió de cambio al minuto 80.

Aunque al final logró su cometido de salir vivo del estadio Cuscatlán, la selección de Estados Unidos, que dirige el técnico Bob Bradley, no fue el equipo demoledor y la etiqueta de monstruo de la CONCACAF le quedó un poco grande tras rescatar un punto al minuto 87 con gol de Frankie Hejduk, cuando los gringos perdían por 2-1.

Tras 97 minutos, el equipo norteamericano se llevó un empate que contrasta con su condición de favorito, le deja un mal sabor de boca y muchas aspectos por corregir tras su primer juego en calidad de visitante en esta hexagonal.

EL Salvador estuvo cerca de dar un duro revés a una selección con un equipo imbatible y con figuras consagradas como Landon Donovan y DaMarcus Beasley. El técnico Bob Bradley, quien en entrevista exclusiva a LA PRENSA GRÁFICA, comentó que “no se llevaría una sorpresa” estuvo a tres minutos de vivir una catrástrofe .

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“Vietnam” resucitó y murió

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

1638986_0Otra vez estuvo lleno. Como en sus mejores tiempos. Los extrañó tanto que era la hora de revivirlas. A sol general, el bien llamado “Vietman”, no le cabía una sola persona más. Hubo ilusión, gritos, puteadas, de todo lo de siempre, felicidad hasta que Estados Unidos se robó ese triunfo salvadoreño y frustró la felicidad de un pueblo. Ayer, fue la noche que “Vietnam” volvió a vivir.

Otra vez hubo que pasar el escrutinio público al entrar, porque todos los sectores estaban llenos y a los que se atrevieron a llegar con una prenda que no fuera azul o blanca los obligaron a quitársela, cuando no a arrojarla para que fuera sometida a juicio, el del más fuerte y se quedara con la camisa.

“Allá vienen los gringos” se escuchó cuando saltaron a calentar, previo al partido. No se hizo esperar el abucheo y los saludos a todas las familias estadounidenses, aderezado con el humor negro de quien se atrevió a gritar “Ahí viene Bin Laden”.

Olas, tumbos, “culo a tierra”, de todo. Otra vez, la afición vivía sus mejores recuerdos, de anteriores eliminatorias. Porque enfrente estaba un Estados Unidos que, si bien vino para la eliminatoria de Alemania 2006, no vivía un lleno así en contra desde 1997. Landon Donovan se acercaba y retaba al público que no hacía sino devolverle el reto. Con “Vietnam” no se juega.

Inició el juego y continuó la fiesta. El Salvador controlaba a Estados Unidos y el paraíso le abría la puerta a los aficionados cuando una triangulación entre Eliseo Quintanilla, Osael Romero y Rodolfo Zelaya dejó a Cheyo frente al portero estadounidense. Un tiro cruzado y las mismas miles de gargantas que no se habían callado desde que entraron al estadio gastaron más todavía su voz para gritar a todos los vientos que el milagro era posible.

“Sí se puede. Sí se puede” sonaba insistentemente. “Valió la pena el gasto”, dijo alguno. A otro que no gritaba le asestaron un par de toques en la cabeza. Solo la camisa gigante de la Barra Azul hacía falta para completar la fiesta.

Se acabó el primer tiempo y comenzaba lo más fuerte de la “zocazón”. “Solo 45 minutos más” era el pensamiento común, que se distrajo gracias al espectáculo de bailarines y bailarinas. En el juego ante Trinidad y Tobago las mandaron a volar; ayer sí lo disfrutaron.

Venían de vuelta para el segundo tiempo. Los gringos apretaban más y más, pero al chocar contra el muro planteado por Carlos De los Cobos eran “felicitados” por el público que desde el primer tiempo comenzó a pedir —tímidamente, eso sí— otro equipo.

Una mirada a la pantalla electrónica. Cinco minutos, había que esperar 40. Otra mirada. Diez minutos, había que esperar 35. Otra más. Quince minutos, esperar 30. El tiempo era más lento que nunca. El país se preparaba para el apagón, pero antes los cuscatlecos tuvieron otro luzazo de genialidad.

Apareció el segundo gol salvadoreño. Zelaya se quitó su marca por derecha y cuando tiró el centro, todos se quedaron callados para ver cómo Cristian Castillo se elevaba y su cabezazo picaba y superaba a Brad Guzan. Las puertas del paraíso ya estaban abiertas de par en par. Esta vez sí apareció la camisa gigante. El milagro era posible. Solo había que zocar 18 minutos más.

En el quinto de esos ’18, la afición sufrió su primer golpe al estómago. Jozy Altidore anotaba el descuento de los norteamericanos y una parte de sol optó por callar. Otra todavía siguió alentando, pero ya El Salvador no tenía las mismas piernas y en el rincón más recóndito de “Vietnam” alguien pensó en el empate. Más miradas a la pantalla. Ya iban 40, solo cinco más, y el descuento. Ya los gritos eran menos, apagados por la insistencia gringa y cuando se armó el despelote en el área Azul y Frankie Hedjuk anotó el segundo, nadie tuvo palabras. Ni de reclamo o de aliento. Shock.

Siete minutos después de descuento, el empate dejó un sabor amargo en la afición que se fue a su casa con el sentimiento atorado en la garganta de una victoria que pudo ser y no fue, de una derrota que muchos creyeron también podía ser y no fue. De un empate que nadie esperaba y sí fue. “Vietnam” revivió sus mejores años, y murió como en sus peores tiempos.

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Esta vez no hubo Aztecazo

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

FBL-WC2010-QUALIFIERS-MEX-CRCPoco necesitó México para sumar sus primeros tres puntos y anular así el divorcio que mantenía con prensa y afición. Ayer, en el estadio Azteca, “el Tri” venció 2-0 a Costa Rica y se reenganchó a sus aspiraciones de lograr un boleto mundialista.

Los goles anotados por Omar Bravo y Pavel Pardo definieron un juego caracterizado por los nervios de ambas selecciones. Por un lado, los ticos vivieron de primera mano el peso que generan 105,000 personas en el llamado “Templo de la Perdición”; por otro, México inició el juego titubeante, angustiado por la presión, aunque poco a poco fue encontrando motivos para relajarse.

Recién a los cinco segundos de iniciado el juego llegó el primer error del partido. Un pase errado del tico Junior Campbell, quien ofreció 90 minutos de fútbol infame, habilitó a Matías Vuoso para que se escapara en un intento controlado por la zaga tica.

Sin embargo, Costa Rica no había llegado solo a defenderse. Apenas a los cinco minutos, una jugada a balón parado dejó completamente solo a Michael Umaña, quien al verse tan solo, no supo qué hacer y desaprovechó la mejor opción visitante en el primer tiempo.

Mientras el equipo visitante demostraba una buena posesión del balón, los anfitriones forzaban los pases con ansiedad. La buena actitud que Costa Rica mostró en los primeros minutos del juego se vino al traste cuando un balón filtrado al centro de la zaga tica permitió que Omar Bravo se escabullera y dispara a quemarropa. Su primer intento fue rechazado por Ricardo González, pero el segundo, ya a placer y sin oposición alguna, pintó el 1-0 local.

El primer tiempo finalizó con un pacto que satisfacía medianamente a ambos técnicos. Ericksson tuvo espacio de maniobra cuando Rodrigo Kenton, técnico tico, se lanzó completamente al ataque en la segunda parte. El timonel visitante dio entrada al delantero Álvaro Saborío para que acompañara a un solitario Andy Furtado. El movimiento influyó de manera negativa en la selección centroamericana, ya que obligó a que el peligroso atacante del Gent belga Bryan Ruiz bajara a recoger balones y perdiera incidencia en zona de peligro.

Las aspiraciones de Kenton se derrumbaron al minuto 52, cuando el árbitro estadounidense Terry Vaughn compró una jugada que no representaba demasiado peligro en el área tica. El defensa del Rosenborg noruego Roy Marie cargó levemente su cuerpo sobre el capitán azteca, Pavel Pardo. El árbitro señaló el manchón penal ante los reclamos atónitos de los jugadores costarricenses. Pardo cobró fuerte y esquinado, lejos del alcance del portero Ricardo González. Asunto liquidado.

Los últimos 30 minutos solo sirvieron de agonía y frustración al equipo tico, que lució bastante chato en sus intentos por reducir la distancia en el marcador. Solamente un disparo fuerte del desafortunado Junior Campbell obligó al portero Memo Ochoa a demostrar por qué fue elegido como titular en lugar de Oswaldo Sánchez.

El próximo miércoles México buscará seguir sumando cuando visite a una necesitada Honduras, mientras que los ticos intentaran reponerse en casa, cuando reciban a la selección salvadoreña.

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Trinidad rescató un punto

Publicado en 29 marzo 2009 por hflores

FBL-WC2010-QUALIFIERS-TRI-HONLa confianza y los errores de la zaga de Honduras le costaron caro y ayer cedió un empate 1-1 como visitante ante Trinidad y Tobago, en el segundo encuentro de la eliminatoria al mundial de fútbol de Sudáfrica 2010 por la CONCACAF.

Aunque los hondureños dominaron la mayor parte la posesión del balón, en realidad mostraron poco deseo de triunfo, ya que pocas veces se lanzaban con energía al campo rival.

Y cuando se adelantaron en el marcador a los 49 minutos por medio de su veterano delantero Carlos Pavón, quien cabeceó el balón que fue devuelto en el área chica, no aprovecharon que los trinitenses se desbalancearon y se fueron al ataque.

De hecho, los atacantes visitantes desaprovecharon varios ataques debido al exceso de individualismo de sus jugadores.

Cuando apenas faltaban pocos minutos para que el juego concluyera y los hondureños sentían que los tres puntos estaban en su casillero, su atacante Carlo Costly desaprovechó la oportunidad para sentenciar el juego a favor de los suyos y en lugar de pasar el balón a un compañero que se encontraba solo intento un disparo que se fue fuera del marco.

Inmediatamente los trinitenses organizaron un ataque que encontró a la defensa visitante descuidada y Otania Guerra recibió solo un balón enfrentando al arquero hondureño, Noel Valladares, con él los caribeños consiguieron su segundo punto de la eliminatoria.

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¿Quién dijo miedo?

Publicado en 27 marzo 2009 por hflores

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La Real Academia de la Lengua Española define miedo como “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. Empero, en el fútbol nada es real y todo cabe en los límites de lo imaginario hasta que no se corra la pelota, suene el silbato y se juegue durante 90 minutos. A esa ilusión se aferra un pueblo, el salvadoreño, que esta noche verá a su selección jugar el segundo encuentro de la hexagonal final de la CONCACAF ante el monstruo de la región: Estados Unidos.

Let’s go, blue. Vamos, Azul. Porque tras el primer juego de esta ronda, en el cual se empató ante Trinidad y Tobago, los cuscatlecos reciben a los norteamericanos —que derrotaron a México— para reafirmarse como el principal favorito a quedarse con uno de los tres boletos directos a Sudáfrica 2010.

Ready. Listos. Esta vez, el entrenador de la selección, el mexicano Carlos De los Cobos, no esperó hasta el propio día del partido para dar a conocer el once inicial y ayer mismo confirmó el titular.

Surnames. Apellidos. Montes, Salazar, González, Henríquez, Pacheco, Martínez, Sánchez, Castillo, Romero, Quintanilla y Zelaya, quienes intentarán emular a aquella selección que, en 1992, en un partido amistoso logró el único e histórico triunfo salvadoreño ante una selección de las barras y las estrellas.

History. Historia. La que dice que, además de solo haber ocurrido una vez un triunfo salvadoreño sobre los norteamericanos, cuando se trata de eliminatorias mundialistas, de seis partidos, dos han sido empates y los otros cuatro derrotas.

Loss. Derrota. El peor resultado que se podría no solo imaginar sino cosechar. Con el ánimo tocado habría que visitar el miércoles Costa Rica, por lo que nadie en la selección piensa en caer y llenarse de más problemas.

Troubles. Problemas. Tampoco se pueden ocultar los inconvenientes que la selección ha tenido las últimas tres semanas para poder preparar el juego con los gringos. La huelga por falta de pagos o la ausencia de los jugadores albos.

Absent. Ausentes. Llegaron los que faltaron a la primera convocatoria, pero aún así la selección tendrá que sobrevivir a las bajas de Alex “la Rastra” Escobar y Shawn Martin, cuyos lugares serán ocupados por Mardoqueo Henríquez y Julio Martínez en busca de la victoria milagrosa.

Triumph. Triunfo. El que sueña una afición que, abocada a las taquillas o al mercado negro, de forma tal que ya no hay entradas para el Cusca —que abrirá puertas a la 1:00 p. m.—, promete un lleno memorable. Hasta las banderas.

Más allá del idioma

Lo cierto de todo esto es que, independientemente en inglés o en español —o hasta en “spanglish”—, El Salvador se juega hoy mucho de su futuro en la hexagonal final de la CONCACAF.

Una derrota significaría un golpe anímico del que muy difícilmente podría recuperarse dado que se habrían perdido cinco puntos de seis jugando como local, en una eliminatoria donde cobra validez aquello de que “el que pierde puntos de local se va quedando eliminado”.

Empero, dado que aún es muy temprano para que el sueño vaya terminando, los cuscatlecos intentarán ser piedra de tropiezo del gigante norteamericano, que se ha movido entre el hermetismo y el secretismo.

Por eso, miedo es una palabra que no debe caber esta noche en el léxico de la Azul. No deben dejárselo otras como esperanza, esfuerzo, concentración y la más importante: ilusión.

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Infografía animada de la Selecta
Promociones LPG

Tabla de posiciones

Equipo
PJ
G
E
P
GF
GC
Pts.
  Estados Unidos 9 6 1 2 17 11 19
  México 9 6 0 3 16 10 18
  Costa Rica 9 5 0 4 13 13 15
  Honduras 9 4 1 4 16 11 13
  El Salvador 9 2 2 5 9 14 8
  Trinidad y Tobago 9 1 2 6 8 20 5
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