“Esta selección mexicana no tiene personalidad, no tiene liderazgo, no tiene identidad desde el momento que tiene jugadores extranjeros. Está pasando un momento muy crítico.”

“Esta etapa de preparación para estos dos partidos ha sido la peor, sin partidos de fogueo, con pocas sesiones de entrenamiento por los problemas que ya todos saben.”

“Siempre hacen falta jugadores que tienen un talento especial, como Cheyo o Castillo, pero Dennis y Monteagudo hicieron un buen partido en un parado distinto.”

Carlos De los Cobos quiere, desde ya, dejar en el pasado la derrota del miércoles ante Costa Rica —en la que, como ante Trinidad y Tobago y Estados Unidos, se mereció más por el volumen de juego y la aplicación táctica— y prefiere hablar de lo que viene para el futuro: de la necesidad de sumar puntos de la manera más rápida posible que tiene la selección para seguir con vida en la hexagonal de CONCACAF.

También sabe perfectamente que el próximo rival de la Azul es México en el estadio Cuscatlán, juego para el cual tendrá a todo el equipo disponible, ya que Eliseo Quintanilla y Cristian Castillo pagaron sus respectivos castigos.

El objetivo para ese 6 de junio, luego de identificar las falencias en el choque ante los ticos, es el de hacer que los tres puntos se queden en el Cuscatlán, ante una selección a la que hoy considera sin liderazgo ni identidad. Y luego conseguir sumar en Honduras. La misión para estos dos choques es, entonces, conseguir al menos cuatro puntos.

Se jugó bien ante Costa Rica, pero el resultado es adverso, nuevamente…

No es bueno porque no pudimos sumar, que era nuestra intención. Lógicamente siempre se piensa en ganar, y sumar, pero no lo conseguimos. Fue un partido, sobre todo la primera parte, muy parejo, en el que pudimos neutralizar a los ticos. El equipo estuvo muy ordenado en general. También estuvimos cerca de hacer algún gol con un cabezazo de Monteagudo que pegó en el palo. En general, fue un partido que si bien tuvo más la pelota Costa Rica, siempre fue controlado y siempre estuvo neutralizado.

El esquema varió porque se terminó jugando con dos contenciones, Dennis a la par de Ramón, pero el grupo no lo resintió mucho, tomando en cuenta que en los juegos anteriores solo se había jugado con uno…

Iniciamos jugando con un 4-4-1-1, con Osael sumándose al ataque de repente y después volviendo al medio campo. Ya para la segunda parte decidí modificar un poquito el parado, jugar con línea de tres para dejar a Marvin suelto y dejar a Manuel y a Mardoqueo en la tarea de marca sobre Furtado y Ruiz. Eso me permitió que por los costados Julio Martínez y Pacheco tomaran a los volantes.

¿Afectó que los cambios no tuvieran el efecto deseado?

Sí, porque los cambios no surtieron efecto. Torres Alegría y Rudis no entraron bien y eso no nos permitió tener la consistencia que teníamos.

Se habló mucho de las bajas de Cheyo y Cristian, pero, ¿se sintieron?

Siempre hacen falta jugadores que tienen un talento especial, como Cheyo o Castillo, pero Dennis y Monteagudo hicieron un buen partido en un parado distinto. A ellos no podemos recriminar nada porque se entregaron.

Profe, dos puntos de nueve jugados, las cosas se van complicando…

Nos vamos tristes de Costa Rica por haber perdido, pero faltan 21 puntos y recibimos a México, y si nosotros le ganamos, que debe ser nuestro único objetivo, vamos a rebasarlo y a dejarlo por detrás de nosotros.

El que sea México el próximo rival, ¿qué tan bueno o qué tan contraproducente puede ser, tomando en cuenta que perdió ante Honduras?

Yo pienso que México es una selección que ha perdido confianza. No sé qué va a pasar en cuanto a las decisiones de la federación, porque si tienen que cambiar técnico, lo tienen que hacer ahora (esta entrevista fue realizada antes que la federación mexicana anunciara la destitución de Sven Goran Eriksson) para que tengan estos meses para trabajar en el nuevo proyecto, pero yo veo a mi selección sin problemas para competirle de igual a igual a México.

Contará también el apoyo que la selección pueda tener de la afición, que, 12 años después, recibirá a México en una eliminatoria…

En casa, con el apoyo de nuestra gente, con el crecimiento que ha tenido este grupo, ya sumando a Eliseo y Cristian, le veo posibilidades de poder sacar el triunfo que nos impulsaría muchísimo porque nos meteríamos nuevamente en el pelotón de la clasificación. Yo confío en este grupo porque tiene personalidad, es fuerte, compite y tiene lapsos de buen fútbol.

Por ahí dicen que el que mejor conoce a México, y el que sin duda puede ganarle a esa selección, es usted…

Sí, porque los conozco bien, conozco sus virtudes y defectos y desde mi punto de vista, esta selección mexicana no tiene personalidad, no tiene liderazgo, no tiene identidad desde el momento que tiene jugadores extranjeros (nacionalizados).

¿Qué tanto puede pesar eso a la hora de jugar contra El Salvador?

Está pasando un momento muy crítico y seguramente el momento que vayamos a enfrentarnos va a ser de gran presión para ellos. Nosotros estamos jugando bien, hemos crecido y en casa somos una selección sumamente difícil y ya lo demostramos ante Estados Unidos.

Pero por los resultados habrá que trabajar mucho en lo anímico de cara al juego contra México, después de haber empatado ante Estados Unidos y perdido con Costa Rica, jugando bien ambos encuentros…

Es que frustra cuando haces el esfuerzo y no consigues el resultado, pero hay que levantar a los muchachos, porque a estos chicos hay que reconocerles el trabajo que hacen. No hay que olvidar que nuestra liga tiene un nivel de competencia bajo, comparado a otras, y que después de unos días te tengás que enfrentar a selecciones que vienen con jugadores que están en Europa, con un nivel más alto, bien comidos, bien descansados, fuertes físicamente y que en estatura nos sacan algo considerable; y sin embargo, en el juego aéreo los chicos compiten.

¿Cree que no se le da a la selección el mérito que merece?

A veces perdemos la noción de la realidad que vivimos y no le damos el crédito que tienen los chicos porque ayer (el miércoles) vimos a un equipo parado de igual a igual y no que desmerece. A pesar de enfrentar a rivales con mayor rodaje, con mayor fuerza, con mayor experiencia, hemos hecho que no se note. Esta selección tiene futuro y yo la quiero ver si se le da la oportunidad de ir a hacer un gira a Suramérica, a Europa. Seguro que van a ir creciendo y que su comportamiento va a ser distinto, con mucha más seguridad, más confianza. Tenemos que pagar el precio de la inexperiencia, pero tengo fe de que podemos ganar el partido (ante México).

¿Qué ha pensado pedir de aquí al 6 de junio?

El problema es que de aquí en adelante hay una seguidilla de partidos miércoles, sábado, miércoles, sábado. Luego ya viene en mayo la etapa de finales. Lamentablemente no vamos a poder contar con el equipo como quisiéramos. Esta etapa de preparación para estos dos partidos ha sido la peor, sin partidos de fogueo, con pocas sesiones de entrenamiento por los problemas que ya todos saben. Y ya con México vamos a estar metidos en el tema de finales y semifinales, pero ya vamos a ver cómo podemos solucionar ese tema, porque estos dos partidos que viene tenemos que aspirar a sumar cuatro puntos para poder estar cerca de la media de clasificación al final de los primeros cinco partidos.

“No es bueno para nosotros la salida de Eriksson porque con él México no tuvo un juego consistente. Seguramente llegará un mexicano en su lugar.”

“Considero que la anterior fue la peor preparación que tuvimos. Sin embargo, los muchachos dejaron una buena imagen como equipo.”

Carlos De los Cobos, entrenador de El Salvador

A su regreso de Costa Rica luego de la caída 1-0 ante los ticos el miércoles, Carlos De los Cobos y sus asistentes se encontraron con la noticia de que Sven Goran Eriksson no es más el técnico de la selección mexicana, próximo rival de la Azul, en junio, en la hexagonal final de la CONCACAF.

El seleccionador salvadoreño expresó que la salida del “Tri” del timonel sueco era algo que se esperaba por los resultados adversos que ha tenido el plantel azteca.

“No es bueno para nosotros la salida del profesor Eriksson porque con él México no tuvo un juego consistente. Seguramente llegará un mexicano a reemplazarlo y que conoce el medio. Pero nosotros tenemos la confianza de hacerle un buen juego a México acá en El Salvador”, apuntó De los Cobos.

En cuanto al choque ante la escuadra azteca, el técnico de la Azul espera contar con la preparación adecuada para encarar ese juego, que podría marcar el camino del combinado nacional en esta eliminatoria hacia Sudáfrica 2010.

El seleccionador espera que haya partidos de fogueo, mismos que no pudo tener de cara a los choques contra Estados Unidos y Costa Rica.

“Por ahora, los muchachos tienen que sumarse a sus equipos. Habrá un torneo comprimido en abril. Veremos en qué momento podemos tener partidos de fogueo, que nos hacen falta. Considero que la anterior fue la peor preparación que tuvimos. Sin embargo, los muchachos dejaron una buena imagen en cuanto al rendimiento del equipo”, apuntó el azteca.

Pero no todo sera color de rosa para el seleccionador nacional de cara al choque contra México. Rodrigo Calvo, presidente de la comisión normalizadora de la FESFUT, aseguró que habrá que revisar el plan de trabajo del cuerpo técnico de la Azul. “Si están establecidos (los fogueos), habrá. Sino, habrá que ver por qué no los puso dentro de su plan de trabajo”, apuntó el federativo, quien retornó al país ayer, en horas de la tarde, desde Costa Rica junto a la delegación cuscatleca.

Mente positiva

Manuel Salazar, zaguero de la selección nacional, dijo que por ahora la Azul ha merecido más de lo que ha obtenido en los tres juegos eliminatorios. Por lo tanto, no cae en desesperación pese a la derrota de 1-0 contra Costa Rica. “Estamos a un punto del cuarto lugar (México), que es la posición que decide el repechaje. Creo que todo se va a definir en las últimas fechas”, dijo.

De los Cobos externó que será importante ganar el juego ante México en el estadio Cuscatlán para seguir en la pelea por una plaza a Sudáfrica 2010. Todavía no hay fecha para la próxima convocatoria de la Azul.

Christian Peñate

A su regreso de Costa Rica luego de la caída 1-0 ante los ticos el miércoles, Carlos De los Cobos y sus asistentes se encontraron con la noticia de que Sven Goran Eriksson no es más el técnico de la selección mexicana, próximo rival de la Azul, en junio, en la hexagonal final de la CONCACAF.

El seleccionador salvadoreño expresó que la salida del “Tri” del timonel sueco  era algo que se esperaba por los resultados adversos que ha tenido el plantel azteca.

“No es bueno para nosotros la salida del profesor Eriksson porque con él México no tuvo un juego consistente. Seguramente llegará un mexicano a reemplazarlo y que conoce el medio. Pero nosotros tenemos la confianza de hacerle un buen juego a México acá en El Salvador”, apuntó De los Cobos.

En cuanto al choque ante la escuadra azteca, el técnico de la Azul espera contar con la preparación adecuada para encarar ese juego, que podría marcar el camino del combinado nacional en esta eliminatoria hacia Sudáfrica 2010.

El seleccionador espera que haya partidos de fogueo, mismos que no pudo tener de cara a los choques contra Estados Unidos y Costa Rica.

“Por ahora, los muchachos tienen que sumarse a sus equipos. Habrá un torneo comprimido en abril. Veremos en qué momento podemos tener partidos de fogueo, que nos hacen falta. Considero que la anterior fue la peor preparación que tuvimos. Sin embargo, los muchachos dejaron una buena imagen en cuanto al rendimiento del equipo”, apuntó el azteca.

Pero no todo sera color de rosa para el seleccionador nacional de cara al choque contra México. Rodrigo Calvo, presidente de la comisión normalizadora de la FESFUT, aseguró que habrá que revisar el plan de trabajo del cuerpo técnico de la Azul. “Si están establecidos (los fogueos), habrá. Sino, habrá que ver por qué no los puso dentro de su plan de trabajo”, apuntó el federativo, quien retornó al país ayer, en horas de la tarde, desde Costa Rica junto a la delegación cuscatleca.

Mente positiva

Manuel Salazar, zaguero de la selección nacional, dijo que por ahora la Azul ha merecido más de lo que ha obtenido en los tres juegos eliminatorios. Por lo tanto, no cae en desesperación pese a la derrota de 1-0 contra Costa Rica.

“Estamos a un punto del cuarto lugar (México), que es la posición que decide el repechaje. Creo que todo se va a definir en las últimas fechas”, dijo.
De los Cobos externó que será importante ganar el juego ante México en el estadio Cuscatlán para seguir en la pelea por una plaza a Sudáfrica 2010. Todavía no hay fecha para la próxima convocatoria de la Azul.

Otra vez 1-0. Otra vez quedó la sensación de que se pudo conseguir más ante Costa Rica. Primera derrota en la hexagonal final de CONCACAF y tercera ante los ticos en la eliminatoria. Ya se puede hablar de paternidad.

Un registro negro en la historia, que hará que la cuenta siga creciendo. Ya son seis partidos de eliminatoria mundialista jugados en suelo tico y seis derrotas. Nunca El Salvador ha conseguido ganar como visitante ahí.

Carlos De los Cobos, que dirigió en el banquillo a pesar del quebranto de salud que lo tuvo hospitalizado hasta el lunes por la noche, varió su esquema. Debido a las dos ausencias obligadas de Cheyo y Castillo, apostó por Dennis Alas y Romeo Monteagudo. Sacrificó la creación al dejar a William Torres en el banco.

“Cadenita”, que volvió a ver titularidad después de un año —su última participación en un once inicial de selección había sido contra Anguila en Washington—, llegó a formar pareja con Ramón Sánchez en el medio campo tratando de cerrar las salidas ticas.

Por su parte, Monteagudo tenía como misión cumplir con las mismas funciones de Castillo: formar una doble marca por el lateral izquierdo y apoyar en el ataque.

Costa Rica fue lo que se esperaba. Un equipo que salió a buscar el arco desde el pitido inicial y casi lo encuentra al minuto 7 con una combinación entre Bryan Ruiz y Armando Alonso, pero Marvin González llegó al cierre.

El Salvador no tardó en reaccionar. Ramón Sánchez consiguió, de cabeza, incomodar a Keilor Navas minuto y medio más tarde.

En los primeros compases, el combinado nacional volvió a mostrar el orden que tuvo ante Estados Unidos: líneas juntas, relevos a tiempo y mucha aplicación táctica. Y la aplicación llegaba en todas las líneas, hasta en la meta, donde Miguel Montes se convirtió en protagonista al minuto 20, tras tapar un tiro raso de Junior Díaz que parecía llevar etiqueta de gol, el mismo que casi llega al ’23, cuando Romeo Monteagudo estrelló la pelota en el poste costarricense.

A la siguiente jugada, Mardoqueo Henríquez no midió bien un balón y derribó en el área a Andy Furtado. Penalti. El segundo consecutivo ante Costa Rica en San José. Dudoso hasta para la prensa tica. El mismo Furtado lo lanzó, pero Montes se agigantó y lo paró. Justicia.

La jugada pareció determinar el partido. Puso nerviosos a los ticos y dio confianza a la Azul, que continuó con el mismo sistema conservador que Costa Rica no consiguió descifrar. Lo intentaba con Ruiz, con Centeno, con Alonso, pero ninguno conseguía quebrar las marcas escalonadas que registraba en el medio campo De los Cobos, quien recibió los cánticos de los cuscatlecos que se apostaron en las gradas del Saprissa y que por momentos fueron los que pusieron el ambiente.

El orden defensivo la selección no lo perdió y demostró, una vez más, que esta es la mejor característica que ha tenido el proceso de De los Cobos. Ni siquiera los constantes centros que habían mandado los rojos tenían efecto.

Pero al ’69, Roy Myrie corrió una pelota hasta la línea, asistió al recién ingresado Carlos Hernández y este sacó un centro medido a la cabeza de Centeno, quien tocó por debajo del cuerpo de Montes y celebró así su juego número 125 con la camisa de la selección de su país.

Un minuto antes, el técnico nacional había movido su esquema. De un solo punta (Zelaya) pasó a un doble ataque con el ingreso de Rudis Corrales y dos líneas de cuatro al desplazar a Osael a la banda izquierda. Y después metió a Torres Alegría en lugar de Alas. La necesidad del resultado positivo obligó al azteca a replantear el partido y a ser más ofensivo que en su apuesta principal. Pero las sustituciones no tuvieron el efecto deseado. Ni Rudis ni Léster Blanco lograron enchufarse en el juego y su aporte fue casi nulo para cambiar la historia que nos deja ahora quintos en la hexagonal.

El árbitro estadounidense Jair Marrufo pasó sin mucha pena y sin mucha gloria en el partido de anoche. Es cierto que concedió un penalti que deja muchas dudas a favor de Costa Rica, pero este llegó producto del descontrol que sufrió en la jugada el zaguero Mardoqueo Henríquez.

Aunque también pudo haber decretado uno a favor de los salvadoreños en el primer tiempo después de una mano en el área tica, la cual dejó de señalar a pesar de los reclamos nacionales y de toda la tribuna.

A pesar de ello, el norteamericano estuvo cerca de las jugadas y siguió con buen rendimiento físico cada una de las acciones. Amonestó a Henríquez, Rodolfo Zelaya y Romero Monteagudo. Este último el más discutible dado que el jugador ya casi estaba por salir del campo cuando Marrufo consideró que hacía tiempo para perder. También amonestó a Fredy Fernández, de Costa Rica, por una falta por detrás sobre Rodolfo Zelaya, quien constantemente estuvo en el suelo debido a la fuerte marca a la que lo sometieron los centrales ticos.

La de ayer fue la segunda ocasión que Marrufo le pita a El Salvador en estas eliminatorias: ya lo había hecho en la fase anterior cuando El Salvador derrotó a Surinam en el Cuscatlán 3-0.

Después del partido contra Estados Unidos se dudó que Miguel Montes pudiera ser el guardameta titular en el juego de ayer. La lesión que le provocó su salida del campo ante los norteamericanos puso en duda que estuviera en condiciones de poder jugar en San José.

Sin embargo, la molestia quedó en el olvido y “el Mudo” se encargó de enmudecer al Ricardo Saprissa al minuto 24, cuando detuvo el tiro de penalti de Andy Furtado, al que estuvo retando desde antes del cobro, al punto que consiguió desconcentrarlo. Ya antes había conseguido detener un rasante lanzamiento de Junior Díaz.

Ambas jugadas, así como los cortes de centros, dieron confianza en Montes, que poco pudo hacer en el cabezazo de Walter Centeno, que significó la victoria para los costarricenses y donde el tico consiguió ganar de buena forma las espaldas a los centrales salvadoreños.

Pero no fueron las únicas intervenciones del meta salvadoreño. También en el primer tiempo consiguió detener un disparo de Michael Barrantes y uno de Roy Myrie que llevaban peligro. De esta manera, y aunque su titularidad en el Nejapa no está dada por el momento, Miguel se está confirmando como la primera opción en la selección para el técnico Carlos De los Cobos, que esperó hasta último momento la evolución de su lesión para decidirse por el que defendería la meta anoche.

Del otro lado, el delantero Andy Furtado es una de las grandes esperanzas en el ataque de Costa Rica. Tuvo buen desempeño en la Copa UNCAF de enero pasado en Tegucigalpa y ahí se ganó la titularidad en el equipo de Rodrigo Kenton. Además se convirtió en uno de los goleadores en la victoria que Costa Rica cosechó en la primera fecha ante la escuadra de Honduras (2-0). Sin embargo, ayer fue uno de los más silbados por el público tico. Al minuto 24 tuvo la gran oportunidad de poner en ventaja a su selección, pero cobró mal un penalti que fue bien resuelto por Miguel Montes.

El delantero llegó sobrado al cobro, lo tiró suave, a ras de suelo y sin colocación para que el salvadoreño se luciera. Esa fue la jugada que determinó su crucifixión, puesto que después el público la tomó en su contra.

Tanto fueron los reproches de los seguidores que agradecieron que el técnico Rodrigo Kenton decidiera sacarlo del terreno de juego para dar paso a Carlos Hernández, uno de los que más solicitados fue y quien también llegó a asistir el gol de Centeno que, a la larga, significó el de la victoria para los locales.

Los abucheos que recibió Andy Furtado se constituyeron en la muestra más clara de que su funcionamiento en el campo no terminó de agradar a sus seguidores.

“Desde mi perspectiva, es difícil poder decir si fue penalti o no (la jugada de Mardoqueo), la verdad que no puedo decirle nada al árbitro.”

“Reconocemos que Costa Rica es una muy buena selección, con jugadores mundialistas, y eso al final en la cancha hace la diferencia.”

Carlos De los Cobos, técnico de El Salvador

Carlos De los Cobos no ocultó su tristeza por la derrota de ayer en Costa Rica, la tercera ante los ticos en el camino eliminatorio. A criterio del entrenador, la desubicación por tener a un jugador fuera del campo recibiendo asistencia y el cambio de sistema fueron los dos elementos que abonaron a la desconcentración que provocó el gol costarricense marcado por el estelar Walter Centeno.

“Nos vamos con un sabor amargo, tristes porque el equipo jugó a sacar un buen resultado. Al final fue un gol circunstancial. Coincide en que hacemos el cambio, el jugador hace el centro y llega el gol. Pero eso no tiene nada que ver. El problema fue que estuvimos desconcentrados en esa zona donde no podemos permitir tanta libertad al rival. Teníamos un jugador fuera porque se había lastimado y ellos supieron ejecutar bien un centro y definirlo bien”, señaló el azteca en la rueda de prensa concedida al finalizar el encuentro.

Sin embargo, De los Cobos también reconoció que el peso de experiencia que tiene la selección de Costa Rica es superior al de la Azul que ayer, por ejemplo, hizo debutar en las eliminatorias al juvenil delantero del Chalatenango Léster Blanco.

“Reconocemos que Costa Rica es una muy buena selección, con jugadores de mucha experiencia, mundialistas, y eso al final en la cancha hace diferencia. A veces se nota mucho el peso de esa condición”, agregó el estratega.

Pero De los Cobos también considera que el camino por el que va la selección, que hoy amanece en el quinto lugar de la hexagonal final de la CONCACAF, es el que se debe seguir para tratar de ser protagonistas en los siete juegos que quedan por disputarse.

“Yo siento que todavía no hemos aprendido, todavía estamos aprendiendo, somos un equipo joven. No nos olvidemos de que hoy teníamos jugadores de 21 años, algunos sub 20. Esta es una selección que se va construyendo y solidificando solo con el tiempo”, sostuvo.

A la rueda de prensa no asistió Rodrigo Kenton, técnico de Costa Rica, quien anteriormente había dicho que respetaba mucho a El Salvador por la evolución que había tenido de la mano del técnico mexicano Carlos De los Cobos.

El Salvador volvió a dejar clara una cosa ayer: lo mejor que tiene es su aplicación táctica, su respeto a un libreto, para defenderse y montar un cerco difícil de sobrepasar para cualquiera.

Pero también volvió a quedar en evidencia la dependencia de la selección de jugadores como Eliseo Quintanilla y Cristian Castillo para tener presencia ofensiva, ya que cuando Costa Rica logró anotar, no se tuvieron oportunidades para intentar igualar las acciones.

En comparación al partido disputado ante Estados Unidos, las principales novedades fueron la ubicación de Romeo Monteagudo por la izquierda, en lugar del suspendido Castillo, y la disposición de jugar con dos contenciones, con Dennis Alas a la par de Ramón Sánchez.

Monteagudo se aplicó en la marca durante el primer tiempo; pero no dio la profundidad a la Azul que genera Castillo, aunque, dado que se jugaba de visita, podría considerarse valedero su aporte.

El problema se generó cuando “Cerveza” fue sustituido, puesto que nadie cubrió ese sector, y fue en ese preciso momento, en ese preciso lugar, que los ticos aprovecharon para tirar el centro que derivaría en el gol.

El tanto fue, también, el único yerro de la zona defensiva cuscatleca. Walter Centeno entró con completa comodidad al área pequeña. Los zagueros estaban cubriendo a los delanteros, por lo que no vieron pasar al “10” tico, y el obligado a marcarlo, Dennis Alas, no lo presionó como debía haberlo hecho y apenas si levantó su pierna para intentar hacer algún estorbo al cabezazo del volante.

Junto con el tanto llegó también la recomposición del cuadro salvadoreño. Rudis Corrales llegó a pararse a la par de Rodolfo Zelaya, y los dirigidos por Carlos De los Cobos pasaron del 4-5-1 a un 4-4-2 donde Osael Romero abandonaba el centro para tirarse a la banda izquierda.

Pero ya el de Vista Hermosa se había diluido entre los marcadores ticos. Y si así había sido con él, poco fue también lo que Julio Martínez pudo hacer por derecha, sobre todo porque el centro del campo se perdió con un Ramón Sánchez que cubría bien pero no podía solo ante la falta de apoyo de parte de Alas.

Fue entonces que se extrañó a Cheyo y a Castillo. Más modificaciones. Llegaron Torres Alegría por Dennis y Léster Blanco por Zelaya. Ya El Salvador jugaba con un solo contención, tres volantes de llegada y Rudis junto a Blanco en punta.

Pero ni así se inquietó el marco tico. Faltó la sorpresa y se perdió el juego cuscatleco con los últimos minutos del encuentro. No basta con defender bien.

5 partidos lleva ya El Salvador sin poder anotar un gol en suelo costarricense en duelos por eliminatorias mundialistas. El único tanto salvadoreño como visitante ante los ticos fue anotado por Luis Ramírez Zapata en 1976. Desde entonces, los nacionales han jugado cinco veces más y siempre han salido sin poder celebrar anotación.

La selección logró contener los ataques ticos jugando con la misma línea de cuatro que defendió ante Estados Unidos, y con la incorporación de dos contenciones. La única desatención se produjo en el penalti cometido por Mardoqueo Henríquez, que no se fijó que a sus espaldas corría un delantero y, al no medir, cometió la falta del penalti.{/icuadros}

1 ocasión de gol tuvo El Salvador en todo el encuentro, que se produjo en un tiro de esquina, que casi se convierte en anotación luego que Romeo Monteagudo cabeceara y la pelota diera en el poste izquierdo de la meta defendida por Keylor Navas. En la siguiente jugada se marcó el penalti de los ticos, que taparía Miguel “el Mudo” Montes.

Rudis Corrales entró en el preciso momento que Costa Rica se fue en ventaja en el juego. De especular a intentar desnivelar el juego, los nacionales tuvieron que remar contra corriente para intentar empatar. Se llegaron más modificaciones pero no se produjeron verdaderas jugadas de peligro a nuestro favor.

El fatídico minuto 69 marcó el final de lo que hasta ese momento era un punto de oro en la primera visita de la selección nacional en la hexagonal. Gol de Walter “el Paté” Centeno con un toque de cabeza que dejó sin chance a Miguel Montes.

En el anfiteatro de la ex Feria Internacional no había palabras. Todo mundo se quedó impávido ante el tanto que marcó la victoria de los ticos y que regresó a la realidad al equipo de Carlos De los Cobos, que se queda con dos puntos en la tabla producto de los empates en casa. El entusiasmo mostrado en los minutos anteriores quedó de lado. Aquellos rostros que en algún momento fueron de alegría se convertían, en instantes, de dramatismo. Poco a poco, los hinchas empezaban a abandonar el recinto. De nuevo las dudas regresan a los aficionados salvadoreños, quienes se tienen que preparar para el escenario del juego de junio próximo ante México en el estadio Cuscatlán.

Pese a que la derrota estaba segura con el tanto de Centeno, no faltó aquella zocazón que no tiene nada que envidiar a la que se vive en el Cusca. Esa que aparecía cuando Rodolfo Zelaya, Rudis Corrales o Léster Blanco —quien debutó con la selección mayor a escala internacional— iban a luchar solos contra el mundo.

Los ticos festejaban. Rodrigo Kenton, técnico de la selección costarricense, pedía el apoyo de la afición de casa. Desde acá, había miles de gritos, donde las ofensas eran mayoría. El azul que reinó casi toda la noche se volvió pálido. La Barra Azul también apagó su ímpetu y los instrumentos callaron por algunos momentos. El escenario se derrumbó.

Si hay que hablar de palmas, esas fueron todas para el guardameta de la selección nacional Miguel “el Mudo” Montes, quien dio de qué hablar desde la portería del equipo salvadoreño. En la primera parte, el arquero nacional tuvo la osadía de detener un tiro de 12 pasos que cobró el atacante Andy Furtado. Le adivinó el lado y se la jugó. Hasta el hincha más tímido dejó ir sus palmas para el cancerbero de Nejapa.

Al que le mandaron todo tipo de improperios fue a Jair Marrufo, el árbitro central del choque, que se atrevió a decretar el tiro de 12 pasos a los ticos. Al revisar la repetición de la jugada queda la duda y da a pensar que la decisión del colegiado fue apretada.

La acción de Montes llenó de más confianza a los aficionados salvadoreños que habían gozado en la primera mitad. Seguían con el ambiente que no tenía nada que envidiar al del “Vietnam” en el Cuscatlán. Además de ello, “el pájaro picón picón” estaba allí para amenizar la noche. El parcial 0-0 con el que terminó la primera mitad invitaba a ser optimista con la selección nacional. “El Salvador, ra, ra, ra”. La porra tradicional de la hinchada cuscatleca empezaba a escucharse en los pasillos del anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones.

Llegó el medio tiempo y los hinchas aprovecharon para hacer aquella pausa necesaria. Los baños, tanto los de mujeres y hombres, estaban llenos. Había filas donde se hacía la espera del turno de cada quien. Al igual que en el estadio, el lugar más visitado en el intermedio son los sanitarios.

El inicio de la segunda parte siguió lleno de optimismo. Pero cada vez que la selección de Costa Rica se aproximaba al área del equipo nacional, arrancaba más del algún suspiro. El teléfono de varios aficionados empezaba a sonar. La mejor opción era el tono vibrador para poder recibir las llamadas sin ningún problema. Los que no habían podido llegar al lugar querían saber cómo iba la selección nacional. Al recibir la noticia de que el empate se mantenía, todo marchaba con normalidad.

Pero con el tanto del equipo costarricense, las llamadas ya no fueron con la misma intensidad y solo se esperaba el final para tragarse ese 1-0 que a la postre hiciera digna la primera caída de esta hexagonal. El cronómetro ya no daba para más y el tiempo normal y de reposición se acabó.

De los Cobos aparecía en pantalla junto a William Torres Alegría. Ambos se llevaban las palmas. Pese a la derrota, la afición no salió molesta. Guardan la esperanza de que en junio próximo será México el que pague los platos rotos.

Desde las gradas del estadio Ricardo Saprissa, en San José, los aficionados cuscatlecos no escatimaron gritos, aplausos y otras diversas manifestaciones de apoyo a la selección mayor de El Salvador, que anoche midió fuerzas contra Costa Rica en la tercera jornada de la hexagonal rumbo a la copa del mundo Sudáfrica 2010.

Eran pocos, pero el bullicio fue cualitativo y constante durante los 90 minutos que rodó el balón sobre el césped artificial del estadio costarricense, y en donde un buen número de salvadoreños no pasó desapercibido.

En efecto, el azul se dejó ver desde el martes por la noche cuando incursionaron a territorio costarricense los primeros buses con salvadoreños dispuestos a manifestar su incondicional apoyo al once cuscatleco, que anoche quemaba un cartucho importante en sus aspiraciones de clasificarse por tercera vez en su historia a un mundial.

Aunque en menor número, también hubo un buen registro de compatriotas en el aeropuerto internacional de San José, el Juan Santamaría, donde hasta ayer por la tarde arribaban algunos salvadoreños, entre ellos el presidente del Comité Olímpico de El Salvador, Eduardo Palomo, y el titular de FESA, Jorge Elías Bahaia.

“Un triunfo sería bueno para ir celebrando al regreso y no sentir lo largo del viaje”, expresó Humberto Villanueva, quien viajó con todo pagado tras salir favorecido en la promoción de LPG Móvil y Emvy Travel.

Villanueva fue uno de los muchos salvadoreños que desafiaron las 20 horas de viaje y los 1,500 kilómetros de recorrido para mostrar su incondicional apoyo a los pupilos de Carlos De los Cobos en su primer compromiso como visitante en la hexagonal, en la que están en juego tres boletos directos y un repechaje a Sudáfrica 2010.

Las horas previas al duelo se vivieron con mucha ansia y optimismo de regresar a San Salvador con un buen resultado. Para algunos, el hecho de ser uno de los 16,000 aficionados presentes en el estadio Saprissa mitigó el cansancio acumulado de 20 horas de viaje en autobús y la inconformidad por la lentitud en el trámite en Peñas Blancas, el punto fronterizo entre Nicaragua y Costa Rica.

Banderas, camisas y gorras con algún distintivo de la Azul fueron saliendo poco a poco de su equipaje para identificarse mejor entre el público tico, que también atendió el llamado de apoyo.

Saludar a los seleccionados cuscatlecos en el hotel de concentración fue parte de la agenda de algunos aficionados, que minutos después, tras hacerse la fotografía con los jugadores, ya se declaraban listos para el encuentro.

Una noche antes, durante el viaje de la frontera Peñas Blancas hacia San José —y al calor de un par de bebidas alcohólicas—, el grupo ensayó algunas consignas que tuvieron eco en Tibás, San José, como “el sí se puede” o el clásico “El Salvador, El Salvador” que se escuchó en el estadio Ricardo Saprissa y fue un lunar azul entre el rojo que dominó la escena.