“Esta selección mexicana no tiene personalidad, no tiene liderazgo, no tiene identidad desde el momento que tiene jugadores extranjeros. Está pasando un momento muy crítico.”

“Esta etapa de preparación para estos dos partidos ha sido la peor, sin partidos de fogueo, con pocas sesiones de entrenamiento por los problemas que ya todos saben.”

“Siempre hacen falta jugadores que tienen un talento especial, como Cheyo o Castillo, pero Dennis y Monteagudo hicieron un buen partido en un parado distinto.”

Carlos De los Cobos quiere, desde ya, dejar en el pasado la derrota del miércoles ante Costa Rica —en la que, como ante Trinidad y Tobago y Estados Unidos, se mereció más por el volumen de juego y la aplicación táctica— y prefiere hablar de lo que viene para el futuro: de la necesidad de sumar puntos de la manera más rápida posible que tiene la selección para seguir con vida en la hexagonal de CONCACAF.

También sabe perfectamente que el próximo rival de la Azul es México en el estadio Cuscatlán, juego para el cual tendrá a todo el equipo disponible, ya que Eliseo Quintanilla y Cristian Castillo pagaron sus respectivos castigos.

El objetivo para ese 6 de junio, luego de identificar las falencias en el choque ante los ticos, es el de hacer que los tres puntos se queden en el Cuscatlán, ante una selección a la que hoy considera sin liderazgo ni identidad. Y luego conseguir sumar en Honduras. La misión para estos dos choques es, entonces, conseguir al menos cuatro puntos.

Se jugó bien ante Costa Rica, pero el resultado es adverso, nuevamente…

No es bueno porque no pudimos sumar, que era nuestra intención. Lógicamente siempre se piensa en ganar, y sumar, pero no lo conseguimos. Fue un partido, sobre todo la primera parte, muy parejo, en el que pudimos neutralizar a los ticos. El equipo estuvo muy ordenado en general. También estuvimos cerca de hacer algún gol con un cabezazo de Monteagudo que pegó en el palo. En general, fue un partido que si bien tuvo más la pelota Costa Rica, siempre fue controlado y siempre estuvo neutralizado.

El esquema varió porque se terminó jugando con dos contenciones, Dennis a la par de Ramón, pero el grupo no lo resintió mucho, tomando en cuenta que en los juegos anteriores solo se había jugado con uno…

Iniciamos jugando con un 4-4-1-1, con Osael sumándose al ataque de repente y después volviendo al medio campo. Ya para la segunda parte decidí modificar un poquito el parado, jugar con línea de tres para dejar a Marvin suelto y dejar a Manuel y a Mardoqueo en la tarea de marca sobre Furtado y Ruiz. Eso me permitió que por los costados Julio Martínez y Pacheco tomaran a los volantes.

¿Afectó que los cambios no tuvieran el efecto deseado?

Sí, porque los cambios no surtieron efecto. Torres Alegría y Rudis no entraron bien y eso no nos permitió tener la consistencia que teníamos.

Se habló mucho de las bajas de Cheyo y Cristian, pero, ¿se sintieron?

Siempre hacen falta jugadores que tienen un talento especial, como Cheyo o Castillo, pero Dennis y Monteagudo hicieron un buen partido en un parado distinto. A ellos no podemos recriminar nada porque se entregaron.

Profe, dos puntos de nueve jugados, las cosas se van complicando…

Nos vamos tristes de Costa Rica por haber perdido, pero faltan 21 puntos y recibimos a México, y si nosotros le ganamos, que debe ser nuestro único objetivo, vamos a rebasarlo y a dejarlo por detrás de nosotros.

El que sea México el próximo rival, ¿qué tan bueno o qué tan contraproducente puede ser, tomando en cuenta que perdió ante Honduras?

Yo pienso que México es una selección que ha perdido confianza. No sé qué va a pasar en cuanto a las decisiones de la federación, porque si tienen que cambiar técnico, lo tienen que hacer ahora (esta entrevista fue realizada antes que la federación mexicana anunciara la destitución de Sven Goran Eriksson) para que tengan estos meses para trabajar en el nuevo proyecto, pero yo veo a mi selección sin problemas para competirle de igual a igual a México.

Contará también el apoyo que la selección pueda tener de la afición, que, 12 años después, recibirá a México en una eliminatoria…

En casa, con el apoyo de nuestra gente, con el crecimiento que ha tenido este grupo, ya sumando a Eliseo y Cristian, le veo posibilidades de poder sacar el triunfo que nos impulsaría muchísimo porque nos meteríamos nuevamente en el pelotón de la clasificación. Yo confío en este grupo porque tiene personalidad, es fuerte, compite y tiene lapsos de buen fútbol.

Por ahí dicen que el que mejor conoce a México, y el que sin duda puede ganarle a esa selección, es usted…

Sí, porque los conozco bien, conozco sus virtudes y defectos y desde mi punto de vista, esta selección mexicana no tiene personalidad, no tiene liderazgo, no tiene identidad desde el momento que tiene jugadores extranjeros (nacionalizados).

¿Qué tanto puede pesar eso a la hora de jugar contra El Salvador?

Está pasando un momento muy crítico y seguramente el momento que vayamos a enfrentarnos va a ser de gran presión para ellos. Nosotros estamos jugando bien, hemos crecido y en casa somos una selección sumamente difícil y ya lo demostramos ante Estados Unidos.

Pero por los resultados habrá que trabajar mucho en lo anímico de cara al juego contra México, después de haber empatado ante Estados Unidos y perdido con Costa Rica, jugando bien ambos encuentros…

Es que frustra cuando haces el esfuerzo y no consigues el resultado, pero hay que levantar a los muchachos, porque a estos chicos hay que reconocerles el trabajo que hacen. No hay que olvidar que nuestra liga tiene un nivel de competencia bajo, comparado a otras, y que después de unos días te tengás que enfrentar a selecciones que vienen con jugadores que están en Europa, con un nivel más alto, bien comidos, bien descansados, fuertes físicamente y que en estatura nos sacan algo considerable; y sin embargo, en el juego aéreo los chicos compiten.

¿Cree que no se le da a la selección el mérito que merece?

A veces perdemos la noción de la realidad que vivimos y no le damos el crédito que tienen los chicos porque ayer (el miércoles) vimos a un equipo parado de igual a igual y no que desmerece. A pesar de enfrentar a rivales con mayor rodaje, con mayor fuerza, con mayor experiencia, hemos hecho que no se note. Esta selección tiene futuro y yo la quiero ver si se le da la oportunidad de ir a hacer un gira a Suramérica, a Europa. Seguro que van a ir creciendo y que su comportamiento va a ser distinto, con mucha más seguridad, más confianza. Tenemos que pagar el precio de la inexperiencia, pero tengo fe de que podemos ganar el partido (ante México).

¿Qué ha pensado pedir de aquí al 6 de junio?

El problema es que de aquí en adelante hay una seguidilla de partidos miércoles, sábado, miércoles, sábado. Luego ya viene en mayo la etapa de finales. Lamentablemente no vamos a poder contar con el equipo como quisiéramos. Esta etapa de preparación para estos dos partidos ha sido la peor, sin partidos de fogueo, con pocas sesiones de entrenamiento por los problemas que ya todos saben. Y ya con México vamos a estar metidos en el tema de finales y semifinales, pero ya vamos a ver cómo podemos solucionar ese tema, porque estos dos partidos que viene tenemos que aspirar a sumar cuatro puntos para poder estar cerca de la media de clasificación al final de los primeros cinco partidos.

México es bipolar. Sufre múltiples personalidades. Más que en un campo de entrenamiento, los problemas de “la verde” deberían solucionarse en un consultorio psicológico. Jugar en casa —con 105,000 matracas ejerciendo presión al rival— no es lo mismo que visitar suelo centroamericano y sentir el desprecio histórico que nuestros pueblos manifiestan, en materia de fútbol, en contra del “Tri”.

Los cambios en el juego contra Honduras llegaron. Algunos de ellos fueron forzados y el resultado fue espantoso: la banda derecha se fue al cesto de la basura. Osorio estaba sancionado y el lateral lo tuvo que ocupar Jonny Magallón, quien nunca había jugado esa posición y se encargó de demostrarlo en 90 minutos.

Las otras tres modificaciones fueron decisiones tácticas. ¿El resultado? También desastroso. Salcido jugó como central (una posición antinatural para el lateral izquierdo del PSV, aunque ya lo había hecho en el pasado), Luis Pérez lo hizo como volante por derecha y Carlos Vela ejerció de mediapunta en lugar de Matías Vuoso.

La lectura de estos cambios indicaba que México buscaba igualar la velocidad de los hondureños, por eso la inclusión de Vela y la preferencia de Omar Bravo sobre Matías Vuoso, ya que el argentino-mexicano es de un corte más estático. También puede leerse que —el ahora ex técnico— Eriksson confió en la experiencia de Magallón y no le dio un voto de confianza a Kevin Rojas, quien sí es un lateral derecho natural, pero que ni siquiera fue convocado.

El sistema volvió a ser un 4-4-2 en el que la ley principal era sostener el balón y tocar hasta abrir espacios por las bandas. Vela se abría hacia la derecha para hacer paredes con Luis Pérez, mientras que Guardado buscaba asociarse con Leandro Augusto por la izquierda.

Los primeros minutos mostraron a un México deseoso de hacer bien las cosas, un equipo que confiaba en que si tenía mayor posesión de la pelota, el resultado positivo llegaría. Pero los hondureños, con veloces contragolpes comenzaron a ganarle la moral a Jonny Magallón y a Fausto Pinto, que se vieron superados hasta la saciedad por la potencia física de Carlos Costly y Ramón Núñez por izquierda y por “el Rambo” De León y Mauricio Sabillón por derecha.

El primer gol llegó en un contragolpe hondureño en el que Magallón andaba de picnic. Eso dejó mano a mano en velocidad a Costly contra Leobardo López. En el arranque, Costly incluso se acomodó el balón con la mano, ingresó al área y justo cuando los defensas salían al corte, punteó el balón fuerte y entre las piernas de un Guillermo Ochoa que iniciaba así su calvario.

Debacle en “el Tri”

El gol fue un mazazo muy fuerte para México. A partir de entonces desapareció el control y dio inicio un concierto de dudas. Ante la tempestad, el más sereno fue Leandro Augusto.

El brasileño-mexicano se mostraba infatigable a la hora de pedir el balón y distribuirlo, pero al igual que sus compañeros, en la batalla física solía perder cada combate con los hondureños.

El primer tiempo terminó de la peor manera. Carlos Pavón anotó el segundo gol en una jugada en la que México le apostó al fuera de juego y terminó quedando en evidencia. Para colmo, Leobardo López salió lesionado y obligó a Eriksson a quemar un cambio con el ingreso de Aarón Galindo.

El segundo tiempo vio la participación de Matías Vuoso y Nery Castillo, pero ninguno de los dos pudo contagiar de su ímpetu a un equipo que mentalmente se mostraba inferior al rival.

Honduras le puso pausa a muchos pasajes del juego. A ratos caminaban y México no encontró la llave para darle vuelta a un destino que parece estar de espaldas cada vez que sus jugadores deben cumplir trámites migratorios.

A tres minutos del final, Salcido no quiso que el resultado fuera una goleada humillante, derribó a Pavón cuando se escapaba solo hacia el marco y con su expulsión, el del PSV le regaló una buena noticia a El Salvador y otra a Fausto Pinto. El lateral del Cruz Azul seguirá en la titular; sin embargo, para la próxima fecha ya estará de regreso el zaguero del Barcelona Rafa Márquez.

Se plantea evidente que hay presión en el seleccionado tricolor. Honduras incluso fue imprecisa para orquestar su juego, pero le bastó con mantenerse sólida en defensa. Habrá que ver qué pasa con la llegada de un nuevo técnico.

1 punto de 15 disputados como visitante en las dos últimas rondas ha conseguido México. Esa unidad llegó el 15 de octubre del año pasado, cuando “el Tri” igualó 2-2 ante Canadá en Edmonton. Sus otras cuatro salidas han terminado en derrotas, que, al final, han sido las que condenaron a Sven Goran Eriksson a su destitución.

4-4-2

México varió en gran medida en comparación al equipo que el sábado jugó ante Costa Rica. En los laterales se notó el cambio más evidente, puesto que todo lo bueno que se hizo en el Azteca desapareció cuando su ahora ex entrenador no hizo los movimientos adecuados y perdió las bandas, facilitando el juego de los hondureños.

“Más temprano que tarde, la paciencia acaba. Es una pena porque siempre pensé estar en el banco de México en el mundial, porque va a calificar.”

Sven Goran Eriksson, ex entrenador de México

La selección de fútbol de México se quedó sin director técnico por segunda vez en menos de un año tras la destitución del sueco Sven Goran Eriksson tras la caída del once azteca por 3-1 ante Honduras por la hexagonal de la CONCACAF al mundial de Sudáfrica 2010.

“Tuvimos una reunión con Eriksson. Le comunicamos que su ciclo con la selección mexicana ha terminado”, dijo Justino Compean, presidente de la federación mexicana. A su lado, Eriksson lamentó que haya tenido que dejar el cargo “porque me gustó el trabajo, el país, todo”, y admitió que “más temprano que tarde, la paciencia se acaba”.

En junio de 2008, Eriksson fue llamado a dirigir la selección mexicana luego de la destitución de Hugo Sánchez, quien estuvo en el cargo poco más de un año.

El sueco, duramente criticado por la prensa, había logrado apenas tres puntos en tres partidos en la hexagonal que otorga tres plazas para Sudáfrica 2010, mientras que el cuarto disputará una repesca con el quinto de Suramérica.

“Más temprano que tarde, la paciencia acaba. Es una pena porque siempre pensé estar en el banco de México en el mundial, porque México va a calificar”, dijo Eriksson, quien había asumido el cargo el 3 de junio pasado.

El sueco, que insistentemente expresaba su pesar por dejar al “Tri”, rechazó que su destitución fuera injusta porque, según dijo, “cuando firmas sabes que eres responsable de los resultados”.

“Tengo que aceptar esto sin hacer drama”, dijo Eriksson antes de asegurar que nunca hubo indisciplinas o señales de inconformidad hacia su trabajo, como trascendió en la prensa mexicana.

“No hubo un buen fútbol fuera de casa y eso es mi responsabilidad”, admitió al referirse a las dos caídas que sufrió México en igual cantidad de partidos en esta fase, por 2-0 ante Estados Unidos y el 3-1 ante Honduras. La única victoria la logró el fin de semana pasado cuando venció 2-0 a Costa Rica jugando en el estadio Azteca.

Por su parte, Compean dijo que en los próximos días se decidirá el nombre del reemplazante de Eriksson, mientras la prensa especula entre Javier “el Vasco” Aguirre y José Manuel “Chepo” de la Torre, entrenador del Toluca, actual campeón y actual segundo lugar.

La salida de Sven Goran Eriksson como técnico de la selección mexicana de fútbol no es sorpresa para nadie. La nueva derrota en San Pedro Sula contra Honduras fue el detonante para acelerar una decisión que se tenía tomada de antemano en caso de que el equipo siguiera sin poder ganar de visitante.

Todos sabemos que la continuidad de los entrenadores depende de los resultados, sobre todo en competencias cortas. Pero al sueco lo condena también la falta de identidad mostrada por su equipo. México de local aún es fuerte, pero en lo que va de la eliminatoria se mostró más vulnerable que nunca. Y de visita es otro equipo, sin ideas claras y con una actitud equivocada de varios jugadores, entre ellos los de mayor experiencia, que le ha costado perderlos por acumulación de tarjetas o rojas directas.

Eriksson, se suponía, iba a intentar aportarle su experiencia europea a un grupo de futbolistas domésticos que juega con un nivel de autoexigencia muy bajo y a otro de hombres que ya la tienen por jugar del otro lado del charco, pero que en definitiva para la selección son también mexicanos.

Y por ahí pasa el fracaso del sueco, que se habrá podido adaptar a Portugal, Italia e Inglaterra siempre rodeado de muy buenos jugadores. En México nunca terminó de entender la idiosincrasia del fútbol y del medio que lo rodea. Fue rígido y repetitivo con sus planteos tácticos, que más que revulsivos se convirtieron en monótonos y predecibles. “El Tri” no ha ganado de visitante en toda la eliminatoria y este golpe de timón se da en el momento justo porque aunque aún falta mucho, a la selección mexicana se le va achicando el margen de error en lo que queda por jugar.

Carlo Costly anotó dos de los tres goles con los que Honduras venció 3-1 a México ayer para darle a los catrachos su anhelada primera victoria de la hexagonal final de la CONCACAF rumbo a Sudáfrica 2010.

Costly abrió el marcador a los 17 minutos y selló la cuenta al ’79, mientras Carlos Pavón anotó un gol al ’44, aprovechando un gran pase de Mauricio Sabillón, para darle a Honduras una victoria que era urgente en sus aspiraciones de clasificarse al próximo mundial.

Los catrachos, que tenían un punto luego de las dos primeras jornadas, ahora tienen cuatro y dejaron a los mexicanos únicamente con tres. Nery Castillo cobró un penalti al ’81 para México, que probó que fuera del estadio Azteca es un equipo muy diferente.

Fuera de casa, México tiene cuatro derrotas en sus últimos cinco encuentros eliminatorios y no gana desde el pasado 16 de junio, cuando derrotó 2-0 a Belice.

El equipo azteca arrancó bien el encuentro, robándole el balón a los catrachos, que ante el empuje visitante cometieron un par de faltas en las afueras del área. Estas fueron cobradas por Luis Pérez y Leandro Augusto, quienes sacaron tiros que pasaron cerca de la portería de Noel Valladares.

Luego del tiro de Leandro, Honduras agarró mal parado a México y Costly desbordó por banda derecha y dentro del área sacó un tiro raso que le pasó entre las piernas al portero mexicano Guillermo Ochoa para el 1-0. Las repeticiones de televisión mostraron que Costly usó la mano para sacudirse la marca de López.

Al ’40 llegó el golazo de Pavón, quien recibió un pase flotado de Sabillón, lo mató con el pecho y sin dejar caer el balón sacó un tiro de pierna derecha que superó el lance de Ochoa.

En la segunda mitad, Honduras se replegó, y aunque México tuvo la pelota, no generó mucho fuera de un tiro de Vela al ’56 sin complicaciones.

Danilo Turcio le dio un pase a Costly a los 79 minutos para que el delantero catracho definiera el 3-0. Casi de inmediato vino una falta de De León sobre Vela dentro del área para un penalti que cobró Castillo.

¿Fue perfecto el accionar del “Tri”? No. Puede decirse que fue aceptable y que por esto fue justo vencedor. Pero debido a la poca ambición que Costa Rica mostró a lo largo de los 90 minutos, se complica el análisis completo de la selección mexicana —rival de El Salvador en la cuarta fecha de la hexagonal de CONCACAF—, ya que su sector defensivo fue exigido en muy pocas ocasiones.

También puede decirse que si no hubiera llegado el dudoso penalti sancionado por el árbitro Terry Vaughn, Costa Rica hubiera tenido más protagonismo.

Arropados por las 105,000 gargantas que les apoyaron desde las gradas, los mexicanos quisieron inyectarle presión al equipo visitante y causar errores.

Entre los cambios presentados por México destaca la participación de Memo Ochoa. Lo mismo puede decirse de otros no habituales, como Fausto Pinto y Leobardo López, quienes no incidieron en gran manera.

No todo fue positivo. La zona media de México dejó muchos espacios de maniobra. Ni Pavel Pardo ni Leandro Augusto son contenciones que aprieten fuertemente en la zona medular: más bien cierran espacios sin acosar al rival.

Ambos se enfocan más en dar salida al equipo; por momentos se echó en falta el mordiente de un jugador como Gerardo Torrado. México ganó fluidez, pero permitió al rival una prolongada posesión del balón. Si esto sigue así, cuando El Salvador los enfrente, con seguridad Ramón Sánchez tendrá suficiente tiempo para hacer conexión con Osael Romero y Eliseo Quintanilla.

México fue un equipo que le apostó a causar daño a Costa Rica por las bandas. Andrés Guardado se mostró una vez más como el jugador más talentoso a las órdenes de Sven Goran Ericksson.

Cuando Costa Rica salía organizado desde atrás, México esperaba en un clásico 4-4-2. Sin embargo, cuando los aztecas debían salir desde su área, el sistema cambiaba a un 4-1-3-1-1, que obligaba a que Augusto bajara hasta la zona defensiva a pedir balón y dar salida. Finalmente, en el aspecto físico, México fue absolutamente superior a los ticos.

Poco necesitó México para sumar sus primeros tres puntos y anular así el divorcio que mantenía con prensa y afición. Ayer, en el estadio Azteca, “el Tri” venció 2-0 a Costa Rica y se reenganchó a sus aspiraciones de lograr un boleto mundialista.

Los goles anotados por Omar Bravo y Pavel Pardo definieron un juego caracterizado por los nervios de ambas selecciones. Por un lado, los ticos vivieron de primera mano el peso que generan 105,000 personas en el llamado “Templo de la Perdición”; por otro, México inició el juego titubeante, angustiado por la presión, aunque poco a poco fue encontrando motivos para relajarse.

Recién a los cinco segundos de iniciado el juego llegó el primer error del partido. Un pase errado del tico Junior Campbell, quien ofreció 90 minutos de fútbol infame, habilitó a Matías Vuoso para que se escapara en un intento controlado por la zaga tica.

Sin embargo, Costa Rica no había llegado solo a defenderse. Apenas a los cinco minutos, una jugada a balón parado dejó completamente solo a Michael Umaña, quien al verse tan solo, no supo qué hacer y desaprovechó la mejor opción visitante en el primer tiempo.

Mientras el equipo visitante demostraba una buena posesión del balón, los anfitriones forzaban los pases con ansiedad. La buena actitud que Costa Rica mostró en los primeros minutos del juego se vino al traste cuando un balón filtrado al centro de la zaga tica permitió que Omar Bravo se escabullera y dispara a quemarropa. Su primer intento fue rechazado por Ricardo González, pero el segundo, ya a placer y sin oposición alguna, pintó el 1-0 local.

El primer tiempo finalizó con un pacto que satisfacía medianamente a ambos técnicos. Ericksson tuvo espacio de maniobra cuando Rodrigo Kenton, técnico tico, se lanzó completamente al ataque en la segunda parte. El timonel visitante dio entrada al delantero Álvaro Saborío para que acompañara a un solitario Andy Furtado. El movimiento influyó de manera negativa en la selección centroamericana, ya que obligó a que el peligroso atacante del Gent belga Bryan Ruiz bajara a recoger balones y perdiera incidencia en zona de peligro.

Las aspiraciones de Kenton se derrumbaron al minuto 52, cuando el árbitro estadounidense Terry Vaughn compró una jugada que no representaba demasiado peligro en el área tica. El defensa del Rosenborg noruego Roy Marie cargó levemente su cuerpo sobre el capitán azteca, Pavel Pardo. El árbitro señaló el manchón penal ante los reclamos atónitos de los jugadores costarricenses. Pardo cobró fuerte y esquinado, lejos del alcance del portero Ricardo González. Asunto liquidado.

Los últimos 30 minutos solo sirvieron de agonía y frustración al equipo tico, que lució bastante chato en sus intentos por reducir la distancia en el marcador. Solamente un disparo fuerte del desafortunado Junior Campbell obligó al portero Memo Ochoa a demostrar por qué fue elegido como titular en lugar de Oswaldo Sánchez.

El próximo miércoles México buscará seguir sumando cuando visite a una necesitada Honduras, mientras que los ticos intentaran reponerse en casa, cuando reciban a la selección salvadoreña.

“Si me quieren criticar, no me afecta, me da lo mismo, ustedes nunca han jugado fútbol para poder criticar. No puedo creer que sean tan negativos. Critican por criticar.”

Nery Castillo, jugador de la selección mexicana

El delantero de la selección mexicana de fútbol Nery Castillo retó a golpes a un reportero al final de una conferencia de prensa en donde se le cuestionó su poca participación en su club, Shakhtar de Ucrania, y su retraso en las concentraciones, ya que se unió al “Tri” hasta el martes por la noche, poco más de 24 horas después que el resto de sus compañeros.

En la conferencia, Castillo, quien fue convocado por el sueco Sven Goran Eriksson, director técnico de la selección, para los partidos ante Costa Rica y Honduras de la hexagonal final de la CONCACAF rumbo al mundial de Sudáfrica 2010, agregó que los medios mexicanos no saben nada de fútbol.

“Tú y yo allá afuera”, retó Castillo a un reportero, antes de que Pável Pardo, quien también estuvo en la conferencia, se lo llevara del lugar.

En las dos últimas concentraciones, el delantero llegó tarde debido a que los vuelos se retrasaron, y en ambas ocasiones no atendió a la prensa local a su arribo, generando molestias con los medios de comunicación.

“Si me quieren criticar, no me afecta, me da lo mismo, ustedes nunca han jugado fútbol para poder criticar. No puedo creer que sean tan negativos”, dijo Castillo. “Cuando vas a criticar algo tienes que saber y hay muchos aquí que no saben, critican por criticar o escriben por escribir”, agregó el delantero.

En la eliminatoria de la CONCACAF, México recibirá a Costa Rica mañana en el estadio Azteca de la Ciudad de México y cuatro días después, el 1.º de abril, visitará a Honduras.

Eriksson en riesgo

Si México pierde ante Costa Rica, Eriksson podría ser cesado debido a la irregularidad que ha mostrado la selección bajo su dirección.

“Perdimos el primer juego en este grupo de calificación. En el segundo es muy importante el resultado, eso es lo más importante, pero ojalá que podamos jugar bien, que también es importante”, dijo Eriksson. “Soy muy optimista, pero cuando estás jugando en un grupo de calificación es muy malo comenzar con dos derrotas, por eso el resultado del sábado es muy importante.”

Para vencer a los ticos, Eriksson deberá hacer frente a la ausencia de Carlos Salcido, Rafael Márquez y Carlos Vela (suspendidos), mientras que Giovani Dos Santos está descartado por lesión.

AP / MEXICO

México recibirá el sábado a Costa Rica en encuentro correspondiente a la segunda ronda del hexagonal final de la CONCACAF, que reparte tres boletos directos y un repechaje a Sudáfrica 2010.

Yo no me quedo en el pasado, estoy viendo lo que es el presente y estoy convencido del equipo, de los jugadores y tengo fe en que haremos lo imposible para ganar el sábado, dijo Pardo en rueda de prensa.

Por qué no decir en México que vamos a ganar? Se habla más en los periódicos y páginas de esto que ya quedó en el pasado. Imagínate si nos quedamos en el pasado, con logros o éxitos tenemos que vivir en el presente, agregó.

Pardo se dijo sorprendido de que la gente siga hablando del  aztecazo del 2002 a pesar de que, fuera de ese tropiezo, México tiene una foja favorable ante los ticos en eliminatorias mundialistas.

Esto es un deporte, se puede ganar y perder. Tenemos mucho tiempo sin perder con Costa Rica, en la última eliminatoria ganamos en ese país, afirmó.  Queremos ganar, nos preparamos para eso.

El jugador dijo comprender las críticas que se le han hecho a la selección por sus resultados en la eliminatoria mundialista, donde han perdido tres de sus pasados cuatro encuentros, incluyendo el último ante Estados Unidos en el arranque del hexagonal.

Las críticas las tenemos que aceptar poque no tenemos resultados. Cuando tengamos resultados, las críticas van a ser favorables, concluyó.

El defensa del PSV holandés Carlos Salcido podría causar baja de la selección de México, que recibe el sábado próximo a Costa Rica y visita el 1.º de abril a Honduras por la eliminatoria mundialista de la CONCACAF, debido a una lesión, informó la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
Escrito por México/DPA
Salcido “será revisado por el jefe de los servicios médicos del club PSV Eindhoven” y “después del diagnóstico se determinará si viaja a México”, dijo la FMF.

Salcido no jugará frente a Costa Rica en el estadio Azteca, de Ciudad de México, debido a que enfrenta un partido de suspensión, pero está en duda para el cotejo con Honduras.