El ambiente entre los mexicanos es de confianza total. LA PRENSA GRÁFICA salió a medir el optimismo “chilango” previo al juego en el Azteca de mañana y descubrió que de 23 consultados, únicamente uno le apostó al empate.

Escrito por Orus Villacorta

Escoba en mano, Fernando Pérez barre y barre sin perder la sonrisa. Este mexicano de 67 años de edad acompaña las cunetas de la calle 5 de Mayo en el centro histórico del Distrito Federal. Se le aborda y la sonrisa se multiplica. Lleva un chaleco de su trabajo como barrendero contratado por el gobierno del Distrito Federal. Bajo él, una camiseta de su equipo favorito: Pumas de la UNAM. Hablamos sobre el juego entre la Azul y “el Tri” y la sonrisa persiste.

“Pues va a ser muy disputado, pero yo quiero que gane México. Por ahí creo que va a ser un 3-1 quizás, pero gana México. No tengo dudas”, explica Pérez, luego posa para nuestro lente y recalca su optimismo.

“Recuerdo que allá en El Salvador trataron mal a los mexicanos y que ese juego estuvo muy peleado. Ahora les toca venir a ellos (los salvadoreños) y los mexicanos quizás vayan a intentar desquitarse y tratarlos mal”, añade Fernando, quien además declaró que verá el juego por televisión desde su casa y que si fuera al estadio se dedicaría únicamente “a echar porras y portarse bien” y que no insultaría a los salvadoreños.

A dos cuadras de ese lugar encontramos a Leonel Navarrete, un lustrabotas ubicado en las afueras de Metro Allende, donde cada día ve pasar ríos de gente. A sus 40 años, Leonel es un orgulloso aficionado del Cruz Azul. Sin embargo, ese color, el azul, no será el de su preferencia el próximo sábado.

“Va a ganar México 2-0”, nos dice y luego explica que su optimismo apareció desde la llegada de Javier Aguirre a la selección mexicana. También nos dice que la afición mexicana no es como la salvadoreña. “No los vamos a tratar mal. Cuando ganemos… (porque vamos a ganar), solo vamos a disfrutar y todos (vamos a ir) a celebrar al Ángel”, explica Navarrete, quien afirma que no va a ir al posible festejo debido a que vive en el estado de México, muy lejos del Ángel de la Independencia.

Buena parte de esta confianza proviene del mensaje que envían los medios de comunicación mexicanos. Pese a que las matemáticas aún no autorizan a México a reservar hotel en Sudáfrica, en “Fútbol Picante”, de la cadena televisiva ESPN, John Sutcliffe -quien incluso declaró que en El Salvador “a los mexicanos los trataron como perros”-, Héctor Huerta y Ángel García Toraño discuten acerca de los beneficios económicos que México recibirá en los partidos preparatorios al mundial, en una gira europea en la que “el Tri” enfrentaría a Alemania, España y Holanda.

El Salvador poco preocupa. Y en las calles, periódicos como Récord publican una nota en la que se afirma que la administración del estadio Azteca está preparando toda una fiesta para este próximo sábado, una fiesta que incluirá mariachis, fuegos artificiales y hasta la colocación de dos réplicas del monumento del Ángel de la Independencia, para que los aficionados mexicanos celebren la clasificación al mundial de Sudáfrica.

Y pareciera que la selección salvadoreña lleva una manzana en la boca y flota sobre una bandeja, como invitada especial de un carnaval que destila aromas de venganza. El 6 de junio no se olvida en estas tierras.

Esa venganza se encarna en aficionados como Ángel García, puma de corazón y fiel al verde de su país. Ángel caminaba acelerado frente al Palacio de Bellas Artes cuando lo interceptamos para platicar un poco sobre el juego. “No es que no le vea esperanzas a El Salvador; es que soy mexicano y creo que vamos a ganar 2-0. Allá nos ganaron porque estaban en su casa. Ahora nos toca a nosotros”, me dice.

Caminando por la alameda Central -muy al estilo de lo que Café Tacvba canta en “El Catrín”- me encontré al único mexicano que me dijo que su selección no va a ganar el juego del sábado. Se trata de Jesús Tapia Maldonado, un oficial del agrupamiento a caballo de la Policía del Distrito Federal, quien vaticinó una gran sorpresa mañana en el Azteca.

“Yo creo que la selección mexicana no anda muy bien tampoco. De El Salvador no conozco mucho, pero si es una selección que representa a todo un país, debe ser de lo mejor”, explicó.

De 23 personas consultadas, Maldonado fue el único que pronosticó que El Salvador rescatará un punto mañana. ¿Resultado? Un 2-2 que nos elimina del mundial, que no nos alcanza más que para amargar a los rivales mexicanos, para mandar a callar al Ángel y postergar los festejos, para escupir la manzana. Pueda que para muchos salvadoreños eso sea suficiente…

El uruguayo-salvadoreño estuvo con la Azul en el Azteca en 1977. Asegura con mucha propiedad que lo de altura es una realidad.

Escrito por Christian Peñate
Octubre de 1977. La selección nacional está de nuevo en el Azteca para encarar a la escuadra mexicana. Son dos combinados que están buscando un lugar en la copa del mundo de Argentina 1978. Son las 11 de la mañana y no cabe nadie más en “el Coloso de Santa Úrsula”. No hay tiempo para detenerse a analizar cuántos aficionados deben acceder para tener una verdadera comodidad. Quien tiene su boleto entra sin problemas. El 4-0 a favor de México en 1970 ante la Azul de Salvador Mariona, Mauricio “Pipo” Rodríguez, Raúl Magaña (Q.E.P.D.) y otros no ha quedado en el olvido. Está fresco aún.

La selección salvadoreña se presentó a la cancha con un equipo lleno de figuras que cuatro años más tarde estarían en 1982 para el mundial de España. La presión es la misma. México no puede perder en esa ocasión para afianzar su boleto. En el arco del equipo salvadoreño está Albert Fay, un uruguayo que se había nacionalizado a petición de las autoridades de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) de esa época. No puso ningún reparo para jugar para la Azul porque sabía que era remoto que pudiera convertirse en el meta de la selección charrúa porque había mucha competencia.

¿Cómo vivió ese mediodía de octubre de 1977 en la cancha del Azteca ante la selección de México en la eliminatoria al mundial de Argentina 1978?

Bueno, la mayoría de jugadores era la primera vez que jugábamos en el Azteca. Nosotros habíamos jugado tres días antes en Monterrey ante Canadá y le habíamos ganado. La hinchada fue totalmente diferente en el Azteca contra México. El juego fue a las 11 de la mañana y salimos una media hora antes al partido. Era todo un espectáculo que en aquella época solo se vivía en México. Fue un cosa especial porque México no podía perder ese juego. Definitivamente son partidos que no se viven todos los días.

¿Cree que ha sido el duelo donde más se ha visto complicado México por una selección salvadoreña en la cancha del estadio Azteca?

Sí, definitivamente fue un partido que se definió cuando faltaban dos o tres minutos para el final. Fue un partido que se jugó de igual a igual. Nos pusimos 2-1 con 10 hombres. Hay que entender que el Azteca de México y “la Bombonera” de Argentina son los dos estadios de Latinoamérica donde de verdad se siente la presión del equipo local.

Nos comentaba que a Jorge “Mágico” González le habían pegado muchas patadas en ese juego ante los mexicanos y que por lo tanto el técnico Facio Porta decidió sacarlo…

Nosotros entramos a ganar el partido. En ese momento don Facio Porta puso a jugar a Jorge. No había el juego limpio que hay ahora y a los 20 minutos tuvo que sacarlo. En esa época se pegaba mucho más. Ahora están las reglas de la FIFA y al jugador habilidoso se le protege más.
¿Por qué ganó México (3-1) esa vez?

Vamos a ser realistas. México era mejor equipo. Nosotros teníamos un equipo en evolución. Esa fue la base para disputar las eliminatorias para el mundial de España 1982. Teníamos jugadores que desequilibraban como Jorge (González), Norberto “el Pájaro” Huezo y otros. México fue superior. Creo que el resultado quizá hubiese sido un empate. México tenía un equipo con jugadores muy rápidos y trataban bien la pelota. Era un equipo más fino que el nuestro.
¿Qué significó para usted en esa ocasión estar en el arco de la Azul ante jugadores mexicanos como Leonardo Cuéllar, Wendy Mendizábal y otros?

Ellos tenían muy buen equipo. Pero nosotros teníamos buena defensa como Francisco Jovel, Ramón Fagoaga, que eran excelentes centrales. En la media cancha teníamos a Fredy Rivera, Gilberto “Chachama” Quinteros, Norberto Huezo, Jorge González y otros. Terminamos terceros en esa eliminatoria. Íbamos con las esperanzas de clasificar.
¿Por qué expulsaron al “Pelé” Zapata en esa ocasión?

Era de los jugadores más reconocidos. Lo buscaron para expulsarlo. Desde que empezó el partido lo expulsaron. Antes, México no perdía en México ni por las buenas y las malas. En los tiros de esquina recuerdo que hubo roces entre los jugadores de los dos equipos. Fagoaga era mucho de hablar.
¿Qué se decían en los tiros de esquina?

No lo puedo decir con exactitud. Pero nos decían frases como ‘aquí se van a morir’, ‘ustedes no le ganan a nadie’ y ‘juegan con pelota cuadrada’.
¿Ya existía el mito de la “pelota cuadrada”, que fue acuñado por varios comentaristas mexicanos?

Sí. En aquel entonces eso no le hacía cosquillas a un Carlos Recinos o a Fagoaga. No se iban a poner nerviosos por eso.
¿Cómo se debe encarar, a su criterio, el partido de mañana?

Mire, será el partido más difícil. Al jugar en el Azteca se siente la presión. En los últimos 20 minutos se van quedando sin piernas los jugadores. México sabe que son prácticamente invencibles, sea quien sea el rival. Estoy hablando inclusive de Brasil. Es el juego más difícil de esta hexagonal. De una u otra manera, México verá cómo saca adelante ese partido.
¿Quiere decir que nuestras posibilidades de ganar son remotas?

Definitivamente que sí. El Salvador ha dado sorpresas agradables en esta hexagonal. Se le ha visto bien y que ha propuesto. Pero creo que le falta un poco de peso. Hace falta un par de jugadores como un (Carlos) Costly de Honduras. Falta un par de jugadores que uno diga que hacen la diferencia en la selección salvadoreña.
¿Es un mito o una realidad el tema de la altura en el estadio Azteca?

Definitivamente que la altura pesa. Aunque haya una parte psicológica que es mínima, la altura se siente. En los últimos 15 minutos ya te quedás sin aire.
Dicen que los primeros 20 minutos serán claves en la visita de mañana al Azteca. ¿Comparte ese criterio?

Claro que sí. México no sabe defenderse en el Azteca. Ellos querrán liquidar el partido en los primeros 20 minutos.

La baja de cuatro jugadores no preocupa al técnico de Costa Rica, René Simoes, quien afirma no tener fichas fijas para el cierre de las eliminatorias mundialistas de la CONCACAF, ante Trinidad y Tobago mañana y de visita frente a Estados Unidos el próximo miércoles.

“No tengo titulares, lo que quiero es que la competencia sea cada día más fuerte, nadie tiene un puesto ganado por su nombre”, declaró Simoes sobre las lesiones de Celso Borges y Óscar Seravalli, por enfermedad de Roy Myrie y la expulsión de Gilberto Martínez.

Con la llegada de Eliseo Quintanilla el miércoles por la noche, el contingente de jugadores salvadoreños alineables este sábado quedó completo. Sin embargo, una indisposición del volante del chipriota Ermis Aradippou podría alejarlo del once con que la Azul iniciará el encuentro frente a México, este sábado en el Azteca.

“Sí, Cheyo viene con un problema en la rodilla. Veremos cómo evoluciona, por de pronto hay que tener paciencia”, fueron las palabras del seleccionador Carlos De los Cobos, tras su llegada ayer al D.F., donde hoy por la tarde reconocerán la cancha del estadio Azteca.

Sin embargo, hay cosas que no cambiarán mañana. En la portería es unánime la convicción de que saldra Miguel Montes. Adelante suyo, Marvin González, Mardoqueo y Salazar. La duda sería por izquierda, con Pacheco y Deris Umanzor.

Adelante de ellos, Ramón Sánchez. Acto seguido, la segunda posibilidad a definirse en las próximas horas tiene que ver con la alineación o no de Eliseo. Sin él, Osael Romero aportaría en la contención con Cristian Castillo tirado a la izquierda, Julio Martínez a la derecha y Arturo Álvarez como mediapunta.

La otra variante es que Quintanilla finalmente esté disponible. Entonces, Arturo jugaría detrás de Cheyo, sacrificando a Osael.
Y adelante, Reyes o Rudis.

Por Notimex

El mediocampista mexicano Giovani Dos Santos mencionó que espera regresar lo antes posible a las canchas de juego y ayudar a su equipo Tottenham, después de sufrir una lesión en el tobillo izquierdo.

Lamentó tener que abandonar los terrenos de juego por más de cinco semanas, ya que en partido de la cuarta ronda de la Carling Cup de Inglaterra (donde su equipo ganó por 5-1 al Preston North End) salió de cambio a los 15 minutos por un esguince.

“Estaba a punto y en buena forma, así que es decepcionante para mi haber salido lesionado”, señaló el mediocampista mexicano en una entrevista hecha por la Web del Tottenham.

Dos Santos mencionó que lo más decepcionante para él es que no pudo mostrar sus cualidades futbolísticas al entrenador del equipo, el inglés Harry Redknapp.

“Era mi oportunidad para mostrarle al técnico que estoy listo para jugar en el equipo”, agregó.

Por otro lado deseó suerte a la selección mexicana con la que hubiera querido estar para los últimos dos partidos eliminatorios ante El Salvador y Trinidad y Tobago, en busca del pase a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.

“Es frustrante no estar con mi equipo nacional, estaba jugando muy bien con México. La buena noticia es que sólo necesitamos ganar un partido para estar en la Copa Mundial”, puntualizó Giovanni, de 20 años de edad.

Hoy se cumplen cuatro décadas de la primera vez que El Salvador logró clasificarse a un mundial de fútbol. Hoy se celebra, y en dos días puede agregarse otra fiesta, si la Azul logra un casi utópico “Aztecazo”, cuando juegue ante México.

Escrito por Denni Portillo

Hoy hace 40 años se escribió una de las páginas más gloriosas del fútbol salvadoreño: la clasificación al primer mundial de su historia. Dentro de dos días, el sábado, la Azul intentará escribir otra, cuando se mida a México en el estadio Azteca, por la novena jornada de la hexagonal final de la CONCACAF, que otorga tres plazas directas y un repechaje a Sudáfrica 2010.

Hoy hace 40 años, la Azul se encontraba en Jamaica, donde tuvo que definir su boleto al mundial luego de ganar un juego y perder el otro ante Haití. El sábado, los cuscatlecos no estarán en el Caribe, sino en un más industrial México, Distrito Federal, no peleando un boleto directo, sino la posibilidad última de mantenerse con vida en la lucha por llegar a la primera copa del mundo africana de la historia.

Son historias sumamente diferentes una de otra, con pequeñas coincidencias, haber enfrentado a Surinam y Haití, y grandes coincidencias, como las visitas al “Coloso de Santa Úrsula”. En 1969 para romper la igualdad en la serie contra Honduras y en 2009 para devolver la visita a México por la hexagonal.
En 1969…

Hace 40 años, El Salvador era dirigido por el argentino Gregorio Bundio, había disputado nueve partidos eliminatorios en el intento de convertirse en la primera selección centroamericana que consiguiera clasificar a una copa del mundo y ese mismo 8 de octubre cumpliría su cita con el destino.

Atrás habían quedado no solo Surinam y las Antillas Holandesas, sino también la “guerra de las 100 horas” contra Honduras y la recordada clasificación a la fase final, luego de vencer a los catrachos en el mismo estadio Azteca donde jugará la Azul actual el sábado.

Debido a que, curiosamente, El Salvador había ganado 1-2 en Haití y los caribeños 0-3 en suelo cuscatleco (no valía la diferencia de gol), fue necesario jugar un encuentro más en terreno “neutral” (¿Jamaica, neutral?).

A la hora del partido fueron necesarios más de los 90 minutos reglamentarios para definir al clasificado. En la media hora de tiempo extra, un cabezazo de “Mon” Martínez acabó con el pleito y mandó a los salvadoreños, una selección en la que pocos creían, a disputar su primera copa del mundo.
En 2009…

Hoy, 40 años después de ese mérito, otro grupo de salvadoreños en el que nadie creía hace más de un año quiere escribir un hito más en su historia. Consiguieron recuperar la ilusión de la afición, que El Salvador regresara a una hexagonal final de la CONCACAF después de 12 años y resultados que alguna vez sonaron impensados como victorias ante el mismo México y Costa Rica, además de empatar con Estados Unidos.

Sin embargo, la página que quieren agregar el próximo sábado luce como la más difícil de todas: la novena jornada de la hexagonal los mandó hasta suelo azteca, donde deben jugar ante un “Tri” que puede asegurar su boleto al mundial si gana el encuentro.

Hasta el momento, México ha ganado todos los partidos que ha jugado en el Azteca, aprovechando que sus rivales han jugado a no perder, y todos han terminado siendo derrumbados por el empuje del “Tri” y las más de 100,000 gargantas de la afición.

La misión es complicada, dado que, en toda su historia, los mexicanos solo han perdido un juego por eliminatorias mundialistas en el estadio Azteca, hace ocho años, ante Costa Rica, en la eliminatoria hacia Corea-Japón 2002, el primer mundial asiático de la historia. ¿Cábala y esperanza de que pueda suceder algo similar para el primero africano?

Además, al mejor estilo de las cábalas, la Azul recuerda también, precisamente, que su antecesora de 1969 logró ganar ese juego ante Honduras en “el Coloso de Santa Úrsula”, por lo que sabe cómo se siente ganar ahí.

Empero, más allá de cábalas y deseos, el partido del sábado será uno más en la historia. Una que hoy celebra la histórica clasificación a México 1970, y que en dos días desea hacerlo por un triunfo a todas luces utópico. Loor a la selección de 1970 y suerte para la de 2009.

El veterano Francisco Palencia se incorporó ayer a la selección mexicana por si Cuauhtémoc no se recupera.

Escrito por México/AP

El delantero del Fire de Chicago Cuauhtémoc Blanco está en duda para el juego ante El Salvador por las eliminatorias mundialistas de la CONCACAF, y si no se recupera su lugar será ocupado por Juan Francisco Palencia.

Blanco, quien se lesionó de la pierna izquierda durante un juego de la MLS ante el Crew de Columbus el pasado 21 de septiembre, se realizó estudios el martes por la mañana y por la tarde entrenó por separado con el equipo mexicano a la espera de una recuperación que no se ha dado, por lo que el cuerpo técnico, encabezado por Javier Aguirre, tomó la decisión de llamar a Palencia.

El cuerpo médico de la selección nacional realizó estudios al jugador, presentando una notable mejoría.

Sin embargo, “Cuauhtémoc Blanco seguirá su proceso de recuperación y se determinará si está al 100% para participar en el encuentro México contra El Salvador, del próximo sábado 10 de octubre”, dice un comunicado.

“Por tal motivo se decidió convocar al jugador del Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México Juan Francisco Palencia”, agrega.

Durante la práctica vespertina que tuvo México el martes, Blanco solo trotó y no hizo mayor esfuerzo para llegar a punto al juego ante El Salvador. México, que se ha clasificado a cuatro copas del mundo consecutivas, requiere de una victoria para clasificarse a Sudáfrica 2010.

Blanco, a pesar de sus 36 años de edad, es considerado uno de los jugadores más importantes del equipo mexicano, que con 15 puntos marcha segundo en la hexagonal final de la CONCACAF, con un punto menos que Estados Unidos que enfrenta a Honduras (13), mientras que El Salvador sigue vivo con ocho unidades y Trinidad y Tobago está eliminado con cinco.

Sobre la posible baja del atacante del Fire de Chicago, el mediocampista Gerardo Torrado salió al paso y aseguró que México saldrá bien con o sin Blanco.

“‘Cuauh’ es un jugador probado de mucha calidad y que hace diferencias. Pero en la selección hay un grupo grande que tiene muchísima calidad y que lo puede suplir con otras características porque las de Cuauhtémoc son únicas, cada quien debe poner su granito de arena para que todo salga bien el sábado”, aceptó Torrado, quien juega para el Cruz Azul.

Sobre el transcurrir del duelo, Torrado aseguró que deben “ser inteligentes, no confiarnos de que estamos a un pasito de conseguir el objetivo porque no hemos conseguido nada, hay que trabajar sabiendo que es el partido más importante”.

Javier Aguirre delineó ayer a su posible once titular de la selección mexicana para el juego del sábado, por la novena jornada de la hexagonal de la CONCACAF, ante El Salvador, pero la gran duda que tiene el técnico es Cuauhtémoc Blanco, ya que el delantero no realizó fútbol con el equipo porque todavía no se recupera de su lesión.

Escrito por Univisión.com

“El Vasco” trabajó ayer a doble sesión y en la segunda práctica realizó un pequeño interescuadras en el cual alineó al equipo que podría mandar ante la Azul en la cancha del estadio Azteca.

En la portería estaría Guillermo Ochoa, los defensores centrales serían Rafael Márquez y Ricardo Osorio; mientras que por el lateral derecho podría jugar Israel Juárez y de lateral izquierdo Carlos Salcido.

Para el medio campo podrían aparecer Gerardo Torrado e Israel Castro en la contención, por derecha Cuauhtémoc Blanco (si se recupera de su lesión) y por la izquierda aparecería Andrés Guardado.

Finalmente, el ataque estaría encabezado por Carlos Vela y Miguel Sabah, pero este último saldría de la alineación si Guillermo Franco llega en buen ritmo.

En un choque eliminatorio de 1997 no estaba definido que el ahora meta del Metapán sería el titular ante México. Fue a última hora cuando el serbio Milovan D’Joric se lo avisó.

Escrito por Christian Peñate

Terrible. Así define en una sola palabra la presión que se vive en el estadio Azteca el ex portero de la selección nacional Álvaro Misael Alfaro. Pese a eso, asegura que haber jugado en ese lugar, para la eliminatoria hacia el mundial Francia 1998, fue algo especial.

En esa oportunidad tapó un tiro de 12 pasos que cobró Benjamín Galindo. Pero no fue suficiente para evitar la goleada de 5-0 ante la selección de México.

¿Cómo tomó la noticia que le dio el técnico serbio Milovan D’Joric en cuanto a que usted iba en la titular?

La verdad es que siempre se siente un nerviosismo. Dejaríamos de ser seres humanos si no sintiéramos esos nervios. La verdad es que sí me sentí nervioso. Pero gracias a Dios sacamos el partido adelante aunque perdimos. Pero nunca aturramos. Fue una bonita experiencia para mí en el estadio Azteca.

Entendemos que no estaba en el libreto de D’Joric que usted iba a ser el titular para ese partido…

Así es. Estaba previsto que Raúl García iba a ser el titular ante México. Pero por cuestiones raras en el fútbol, porque pasaron cosas raras, me dijeron que yo tenía que jugar. Pero me sentí bien. Es una de las grandes experiencias que te quedan en la vida, que no te pasan todos los días.
¿A qué cosas raras se refiere?

Prefiero no explicar lo que se dio. No quiero meter a conflicto a nadie. Simplemente me tocó jugar. A última hora me lo dijeron.
¿Estaba preparado para estar en la alineación titular ese día en la cancha del Azteca?

Sí, en todo momento lo estuve.
¿Pero lo tomó por sorpresa la decisión de D’Joric?

Sí, fue sorpresiva. Si toda la semana se maneja que juega uno y a última hora te lo cambian, como que se siente raro.

¿Cómo vivió la jugada del tiro de 12 pasos que le atajó a Benjamín Galindo en la visita de la selección nacional al Azteca en octubre de 1997?

Bueno, para mí fue importante porque fue ante un gran jugador. Gracias a Dios pude detener el penalti. Fue en el minuto 32 o 35 del partido y ya habíamos aguantado bastante el embate de México. El haber tapado un penalti ante 110,000 personas fue muy importante para mí. Pero lastimosamente no pudimos lograr el resultado, pero igual se siente una emoción bastante importante.
¿Fue anunciado el tiro de Galindo?

No, para nada fue anunciado. Él se paraba recto y te podía patear con cualquiera de los dos perfiles.

¿Ya lo había visto patear algunos tiros de 12 pasos?

No, nunca; ni lo había estudiado.
¿Cómo se podría catalogar la actuación de la selección nacional en esa visita al Azteca?

Pues la podríamos catalogar como no muy buena porque el resultado no fue bueno, fue abultado. Pero creo que pudimos haber hecho un poco más, porque tuvimos una o dos opciones en el primer tiempo.
¿Hay un sentimiento especial en la visita al Azteca?

Bueno, significa muchas cosas. Imagínate jugar ante 110,000 personas que están en tu contra. En todo momento te están sacando a tu mamá y ofenden a medio mundo. Hay sentimientos bastante difíciles en ese partido. Al final uno lucha por el país y fueron sentimientos bonitos los que se vivieron.
¿Queda una especie de orgullo de haber disputado un juego eliminatorio en el Azteca? Algunos dicen que todas las visitas de la hexagonal son especiales.

Claro. Allí quedó campeón Argentina con Maradona en 1986 y Pelé en 1970 con la selección de Brasil. Es un orgullo jugar en esa cancha.
¿Cómo considera que se debe jugar el partido de este sábado en el estadio Azteca ante la selección de México?

Se tiene que tener frialdad. No hay que jugar con desesperación porque el Azteca es una cancha difícil. Necesitás mucha seriedad para encarar ese partido para traerte un buen resultado. Hay que contrarrestar todas las armas que tienen los mexicanos, como Cuauhtémoc Blanco, que va a andar provocando a medio mundo.
¿Cree que Blanco le ha metido polémica al juego de este sábado?

Sí, la verdad que sí. Pero pienso que como jugadores hay que ser profesionales. Uno con la boca puede expresar muchas cosas. Pero mientras no se dé el resultado, creo que hay que luchar, hay que esforzarse. Nosotros tenemos la plena fe y confianza de que los muchachos lo van a hacer muy bien en el Azteca. Esperamos que el profesor De los Cobos mande un esquema táctico para que nuestro trabajo sea decoroso.
¿Es ventaja para nosotros tener de nuestro lado a Carlos De los Cobos, que conoce bien el Azteca?

Si lo tiene para bien y si es un entrenador como De los Cobos que se ha dado todo por este país, creo que es bien importante.
¿Aconseja que debe ser Miguel Montes el portero titular para este sábado?

Sin duda tiene que ser él. Es el mejor portero del país y es uno de los mejores porteros centroamericanos. Me alegra porque es mi amigo. Él ha sido parte fundamental del trabajo de esta selección nacional.
¿Mete presión el Azteca cuando está lleno?

Es terrible. La presión que se vive allí es insostenible. El problema es cuando saltás al engramillado. Estás viendo el estadio Cuscatlán tres veces. Es otro nivel, se ve un escenario espectacular.

En Santiago de Querétaro, el que no conoce a Carlos De los Cobos o es japonés o miente.
Escrito por Cristian Villalta

Ayer, el profesor desayunaba en el restaurante del Hotel Mirage cuando un hombre de unos 50 años aproximadamente, delgado, de aspecto más bien desaliñado, se le acercó a saludarlo de manera efusiva.

Los hombres conversaron durante unos cinco minutos. Resultó ser un compañero del míster de su época como jugador en el queretano equipo Gallos Blancos, temporada 1977-1978. “Me llamo Ricardo Bustamante, pero me puedes decir ‘el Pato'”, se presentó. “Ahora me dedico a andar por ahí. En cuanto supe que Carlos andaba por aquí, vine a saludarlo. Siempre fue un tipazo, humilde, gran futbolista.”