Unos 800 católicos llegaron a la Basílica del Sagrado Corazón
para agradecer por el tiempo en que Juan Pablo II fue pastor
de la Iglesia y para orar por el cónclave.
A Castrillón, uno de los papables de Latinoamérica, se le
endilga un conservadurismo un tanto radical que es observado
con preocupación por los sectores más liberales de la Iglesia..