octubre, 2009

La noche que nadie olvidará

Publicado en 11 octubre 2009 por jrivas

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Además de la victoria sobre México en la hexagonal, esta Azul será recordada por la milagrosa clasificación del 22 de junio de 2008.

Escrito por Denni Portillo

Parecía que ya todo estaba perdido, que el sueño mundialista estaba muerto, que habría que esperar otros cuatro años para disputar una eliminatoria, y que Panamá confirmaba su paternidad sobre El Salvador.

Cuando todo eso sucedía y el reloj casi marcaba la finalización del partido de vuelta de la segunda fase eliminatoria de la CONCACAF entre canaleros y cuscatlecos sucedió el milagro más grande que los salvadoreños habían visto en mucho, mucho tiempo.

Una escapada de Luis Anaya por el sector derecho del campo terminó con el mismo defensa probando a portería, con un tiro que se desvió en el hombro de José Martínez. El desvío terminó con la pelota en el fondo de las redes y la clasificación más increíble de la que tengan recuerdo las diferentes selecciones salvadoreñas de fútbol.

Fue ese el epílogo de una serie que -por la misma poca credibilidad que todavía tenía el proceso- muchos daban por perdida antes de iniciada. Panamá era el equipo de más crecimiento en la CONCACAF en los últimos años, y El Salvador una selección que intentaba salir de las sombras de sus últimos años.

Panamá recibió el primer encuentro. Apelando al orden, la Azul soportó 21 minutos hasta antes de cometer su único error de ese encuentro y permitir que los canaleros anotaran el tanto del triunfo, por medio de Luis Tejada.

Una anotación le bastó a Panamá para conseguir esos tres puntos, y una dosis extra de prepotencia para considerarse ya clasificados a la ronda de grupos, y para venir a El Salvador a negarse a dar una sola entrevista, a creer que acá también podrían salir celebrando un gane.

Ese 22 de junio

Pero ese 22 de junio estaba destinado a quedar marcado como una de las fechas históricas para el balompié nacional. Porque ese domingo 22 de junio, más allá del rival al que se derrotó, se dio el paso que abrió las puertas definitivas para que muchos volvieran a creer en la Azul.

Muchos, como muchos fueron los que llegaron ese día al “Coloso de Monserrat”. A tragarse el primer gol panameño, apenas a los 14 minutos, y el diluvio que se vino después hasta que terminó la primera mitad.

Pero nadie se movió. Todos se quedaron y creyeron en el milagro. Ese que se comenzó a construir sobre el minuto 69, cuando Eliseo Quintanilla anotó un soberbio tiro libre que botó el agua de las redes panameñas que, liberadas de ese peso, parecían ondear cada vez que la Azul se acercaba al área canalera.

Se llegó el ’80, la falta sobre Cheyo, el penalti y la ejecución: 2-1 y 10 minutos para anotar un gol más y clasificar a la siguiente fase.

Pero el tiempo se acababa, y el gol no llegaba. Era el masoquismo en su máxima expresión. Hasta que aparecieron Anaya y Chepe, el gol, llanto y celebración, la selección clasificada a la ronda de grupos de la eliminatoria a Sudáfrica 2010. La hexagonal estaba a un paso.

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El último paso a la hexagonal

Publicado en 11 octubre 2009 por jrivas

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El Salvador solo administró fuerzas para superar a Haití y Surinam, y clasificar, después de 11 años, a la hexagonal.

Escrito por Denni Portillo

Ya El Salvador había conseguido lo que parecía más difícil: eliminar a Panamá. En el grupo esperaban Costa Rica, Haití y Surinam. En comparación de cómo estaban conformados los otros dos grupos, a todas luces, el de la Azul era el más asequible.

Por tanto, el objetivo final había dejado de ser un sueño y estaba, en realidad, al alcance de la mano: regresar a una hexagonal final. Los ticos eran el rival más complicado, los haitianos con quienes se lucharía por la segunda plaza, y Surinam otro misterio que, sin ser como Anguila, no tenía que dar tantos problemas.

Dicho y hecho, así arrancó la ronda de grupos, con la visita a San José en la que solo la ingratitud y desgracia de un penalti fallado por Eliseo Quintanilla evitó sorprender a los ticos, que luego sí harían efectivo un tiro desde los 12 pasos, que se quedaron con los tres puntos. Mientras, en el Caribe, haitianos y surinameses se hacían daño mutuamente empatando 2-2.

La segunda jornada era la visita de Haití, campeón del caribe al estadio Cuscatlán. Era necesario dar un golpe de efecto, y el encargado de hacerlo fue Rodolfo Zelaya, que debutó como goleador en la selección, y por partida triple, en una noche que terminó de fiesta, con un 5-0 que empujó a la Azul hasta el segundo puesto del grupo.

Viaje, y aparecen las dudas

La siguiente estación era Paramaribo, Surinam, el territorio suramericano que, por alguna razón, está adherido a CONCACAF, para beneficio cuscatleco en este caso. La visita se encarriló con dos goles sobre los primeros 15 minutos, pero después fue como que los goles azules se quedaron perdidos en el Triángulo de las Bermudas, porque la selección comenzó a dudar, y permitió el repunte local.

Por primera vez en mucho tiempo, la selección volvió a desordenarse y a sufrir. Surinam encimó, y solo su misma ingenuidad impidió que anotaran el descuento, además de encontrarse con la figura de Juan José Gómez, quien atajó un penalti y devolvió la tranquilidad al corazón de todos los salvadoreños.

Con las dos victorias en la bolsa, y las combinaciones de los otros partidos, la Azul podía sentenciar su regreso a la élite de la CONCACAF en la cuarta jornada de la ronda de grupos, pero para ello debía ganar a Haití como visitante.

Empero, la selección apostó por lo seguro. No arriesgó más de lo que muchos hubieran querido y aguantó un empate sin goles en el caribe que, igual, le dejaba servida la fiesta para la quinta jornada, cuando se recibía a Surinam.

No se esperaba que la visita fuera incómoda. Menos cuando, en 27 minutos, ya se ganaba cómodamente por 2-0. Pero, otra vez, se volvió a celebrar con un regusto a amargo.

El segundo tiempo fue hasta frustrante. La selección creó cuanta oportunidad quiso de gol, pero no definió ninguna, y la ansiedad se terminó traduciendo en darle la pelota al rival, que volvió a encimar, como en Paramaribo, pero que solo encontró red cuando su capitán anotó un autogol que dio la tranquilidad definitiva, y el boleto de regreso a una hexagonal, a El Salvador.

El cierre de grupo fue una prueba de poder. Cuscatlecos y ticos eran los clasificados a la hexagonal, por lo que podría considerarse una antesala de lo que se vería en la hexagonal. Pese a comenzar ganando, El Salvador todavía no podría derrotar a los ticos, y perdió 1-3. Empero, la hexagonal ya era una realidad.

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Qué hubiera pasado si…

Publicado en 11 octubre 2009 por jrivas

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Los “hubiera” existen desde que existe la humanidad, y son tan inciertos como la misma. Hoy que El Salvador está, matemática y definitivamente, eliminado del mundial Sudáfrica 2010, muchos “hubiera” aparecerán. Y aunque nunca se sabrá en realidad qué hubiera pasado, y cuál sería la respuesta a las preguntas y las dudas sobre aquellas cosas que interfirieron en el camino de la Azul; sí sirve para reconocer dónde estuvo el yerro, y dónde debe ir el remedio.

Escrito por Denni Portillo

Sí. En las victorias todos quieren tomarse una foto y en las derrotas todos son generales. En El Salvador -que el sábado cayó derrotado en el estadio Azteca ante México, por 4-1 y dilapidó las pocas opciones que todavía tenía de estar en Sudáfrica 2010- abundan los unos y los otros. Empero, al cierre de esta eliminatoria, con mucho trabajo bien hecho y otro poco de cosas que hay que corregir, queda un tiempo para valorar los “hubiera” de esta Azul sin caer en el pasionismo, mucho menos en la frustración.

Porque cada uno de esos “hubiera”, precisamente, hubiera podido significar que la selección tuviera un final diferente en esta hexagonal. Aunque nunca se sabrá si este sería clasificada a Sudáfrica, disputando un repechaje, o quedando eliminada con más anticipación.

Lo cierto es que cada uno de esos “hubiera”, al menos, no pudieran ser hoy marcados como los errores de un proceso que satisfizo a la mayoría, sorprendió a la mayoría, e ilusiona -de acá a cuatro años- a la mayoría.

¿Qué hubiera pasado…

… Si Carlos De los Cobos nunca hubiera tenido los problemas que tuvo para enfrentar los primeros partidos de la hexagonal? Esos en los que la comisión normalizadora era presidida por Rodrigo Calvo, quien vivió en eterno conflicto con la primera división, derivando en que el técnico mexicano no contara con el tiempo necesario con los jugadores en sus convocatorias.

¿Qué hubiera pasado si los precios de las entradas para el arranque de la hexagonal, ante Trinidad y Tobago, no hubieran sido tan prohibitivos -todavía se recuerdan los $8 que había que pagar para ir a sol general- para la afición, que apenas y pudo hacer que “el Coloso de Monserrat” estuviera a la mitad?

Quizá se hubieran podido preparar mejor esos encuentros. Quizá Trinidad y Tobago hubiera sentido la verdadera presión del estadio Cuscatlán antes de irse en ventaja 2-0, y quizá no se hubiera quedado sin aire la Azul cuando tenía la misma ventaja sobre Estados Unidos. Vale recordar que en esos dos empates se perdieron cuatro puntos.

¿Qué hubiera pasado si la selección hubiera tenido siempre una cancha segura donde entrenar, y no hubiera tenido que ser el cuerpo técnico de la Azul el que se rebuscara por ver dónde hacerlo?

Quizá entonces ese mismo cuerpo técnico hubiera preparado con más tranquilidad sus partidos. No se hubieran perdido o retrasado entrenos, generando estrés que, a la larga, pesaba a la hora de los encuentros. Más allá de eso, quizá no fuera ese uno de los, aparentes, puntos principales que hacen dudar a De los Cobos sobre si renovar o no su compromiso con la selección salvadoreña.

¿Qué hubiera pasado si en cada una de las primeras convocatorias hechas por De los Cobos se hubiera cumplido con el calendario planeado, y no hubieran siempre aparecido las ausencias en los entrenos; los jugadores que no llegaban porque el club decía que no les habían avisado; los que no llegaban porque el club se negaba a prestarlos; los que no llegaban porque una nube había tapado el sol?

De no haber sido así, se hubiera dedicado menos tiempo y menos espacio para conocer de los pleitos personales de federativos con dirigentes, se hubiera desgastado menos el técnico de la Azul, y se hubiera polemizado menos en problemas trascendentes con motivos más que intrascendentes.

¿Qué hubiera pasado si los dirigentes federativos hubieran reclamado o se hubieran quejado de los malos -por no llamar pésimos- árbitros que tuvo El Salvador en varios partidos de la hexagonal?

Basta recordar el del mexicano Marco Antonio Rodríguez contra Trinidad y Tobago, que no pitó dos claros penaltis a favor de la Azul. El del hondureño José Pineda, cuando se visitó a Estados Unidos, que dio más tiempo que el que había marcado al final de la primera mitad, y que fue donde cayó el gol de la victoria gringa.

O el peor de todos, del también azteca Benito Archundia, quien se paseó en la Azul por partida doble, y ambas en el estadio Cuscatlán. Primero en el choque con los gringos, al no sancionar un penalti por una clara falta de Frankie Hedjuk sobre Cristian Castillo; y después ante Costa Rica, cuando tampoco validó un tanto del mismo Castillo que sobrepasó la línea de gol.

Quizá entonces no se llorarían los puntos que se lloran por haber perdido. Quizá hoy nadie se preguntaría qué hubiera sido. Quizá hoy alguien tomará apunte de eso y corregirá para el futuro.

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90 minutos Sábado en el Azteca

Publicado en 10 octubre 2009 por jrivas

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Carlos De los Cobos mandó a la cancha un raro 4-1-5 sin un delantero nato, que no logró dañar a México; y que, en el segundo tiempo, se desarmó, sobre todo por el pobre desempeño de los cambios.

Escrito por Denni Portillo

En los ya tres años que Carlos De los Cobos tiene al frente de la selección salvadoreña, quizá ningún planteamiento táctico sorprendió -y pareció tan raro-, como el de ayer.

Era la acostumbrada línea de cuatro al fondo. Siempre Ramón Sánchez delante de ellos. Pero adelante, ayer la Azul no tuvo un punta nato durante todo el primer tiempo. De los Cobos optó por una línea de cinco jugadores de vocación ofensiva, donde Julio Martínez y Cristian Castillo jugaban por los costados y el centro era un triángulo entre Osael Romero, Arturo Álvarez y Eliseo Quintanilla.

Empero, ese rondo que el profesor quiso crear para sostener la pelota y atacar en bloque terminó dejando libre de hacer lo que quisiera a Rafa Márquez, puesto que no presionaban adelante, y el defensor del Barcelona comenzaba a armar a placer las jugadas del “Tri”.

Además, las bandas pesaron, y mucho. Manuel Salazar no siempre bajaba a tiempo y, sobre todo en la izquierda, a Deris Umanzor se lo comieron los nervios, creando dos vías libres para las incorporaciones mexicanas, que no terminaron en nada peor solo debido a los relevos precisos de Marvin González y Mardoqueo Henríquez.

Pese a entregar la pelota a los norteamericanos, estos no aprovecharon su mayor posesión, lo que quedó demostrado en que solo pudieron irse en ventaja finalizado el primer tiempo gracias al desafortunado autogol de Marvin.

Empero, el trabajo que se pudiera considerar bueno del primer tiempo se arruinó en el segundo. Obligados a buscar el empate, se llegaron los cambios, ninguno de los cuales hizo las cosas mejor de quienes salieron.

Primero fue la llegada de Rudis Corrales por Arturo Álvarez, que había sido el más propositivo a la ofensiva. De los Cobos arriesgó quedándose con los cuatro volantes que más se conocían y un punta, que, al final, se ahogó en la altura.

Luego aparecieron Salvador Coreas y Juan Carlos Moscoso, por Osael Romero y Eliseo Quintanilla, respectivamente. Si el medio campo cuscatleco tenía ligeros intentos de arrancar, con la llegada de los dos primeros no terminó de carburar. Raros los experimentos, raros los cambios, demasiado duro el resultado.

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Marvin, para el olvido

Publicado en 10 octubre 2009 por jrivas

foto de LA PRENSA/ Salvador melendez

foto de LA PRENSA/ Salvador melendez

El defensor nacional cometió dos errores que incidieron directamente en la victoria de los aztecas.

Escrito por Redacción de Acción

El que había sido el mejor zaguero durante el proceso de Carlos De los Cobos, ayer se convirtió en el villano ante México. Dos errores suyos significaron un par de goles aztecas.

El primero fue en el autogol, que fue el primer tanto favorable a los aztecas. Intentó desviar el esférico, pero lo metió en la portería de Miguel Montes. Fue una conquista que México no merecía hasta ese momento porque no había sido superior al adversario.

El segundo desacierto de González fue al final del choque y que significó el cuarto tanto de los aztecas: en un pelotazo intentó dejar de cabeza a Miguel Montes, pero la sirvió a Carlos Vela, quien anotó el lapidario 4-1.

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Hazte caso: adiós al mundial

Publicado en 10 octubre 2009 por jrivas

 AFP/LA PRENSA

AFP/LA PRENSA

El día 6 del sexto mes se le ganó a México en el Cusca. El día 9 del noveno mes de 2009 se le ganó a Costa Rica con un gol del número 9, Rudis Corrales. Ayer, día 10 del décimo mes, El Salvador le dijo adiós al mundial 2010. No hubo “Aztecazo” y el “Tri” ya está en Sudáfrica.

Escrito por Mario Ernesto Posada

udo más la lógica que el juego. Y la lógica decía que México, en el Azteca, es casi invencible. Y el juego dijo que México, gracias a una mala tarde de la Azul, se impuso 4-1, sumó 18 puntos en la tabla de clasificación de la CONCACAF y se clasificó, en su casa, a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Y El Salvador, con tan solo ocho unidades en su cuenta, le dijo adiós a toda posibilidad de clasificarse a su tercer mundial en la historia.

El abultado marcador pareciera ser demasiado premio para un “Tri” que no mostró más que meras individualidades y aprovechó al máximo no solo los errores defensivos salvadoreños, sino también el mal plantamiento que hizo Carlos De los Cobos.

Y es que el mexicano -considerado por los salvadoreños como el principal argumento para lograr el tan soñado “Aztecazo”- sorprendió al enviar un extraño 4-1-5, sin un punta nato. Con Montes en la meta, la línea de cuatro en el fondo (Salazar, Marvin, Mardoqueo y Deris) no se modificó. Sánchez se paró delante de ellos como único contención y dejó a cinco volantes (Martínez, Romero, Cheyo, Álvarez y Castillo) con la misión de crear, tapar las bandas y atacar, ante la ausencia de un delantero.

El técnico mexicano, Javier Aguirre, por su parte, echó al trasto cualquier especulación que su amuleto, Cuauhtémoc Blanco, estaba lesionado, y lo alineó de entrada. Asimismo, “el Vasco” lanzó toda su carne al asador utilizando de entrada a todos sus internacionales: Rafael Márquez (Barcelona de España), Ricardo Osorio (Stuttgart de Alemania), Carlos Salcido (PSV Eindhoven de Holanda), Andrés Guardado (Deportivo de La Coruña de España), Carlos Vela (Arsenal de Inglaterra) y Guillermo Franco (West Ham de Inglaterra). La idea era, a todas luces, aparte de utilizar el intimidante Azteca de fondo, meterle miedo a un rival que, contra todo pronóstico, llegaba a la penúltima fecha de la hexagonal con posibilidades de pelear un boleto, acuerpado por un país que, como pocas veces ocurre, vistió casi entero de azul ayer.

De entrada, México apeló a su tradicional arma: la presión desde el pitazo inicial para amarrar el juego. Pero esa presión fue bien canalizada por la Azul, ayudada en cierta forma por el enjambre de abejas que apareció primero en la meta de Miguel Montes y después en varios puntos del terreno de juego. La situación, probablemente generada por los mismos aficionados mexicanos, hizo que el juego se retrasara aproximadamente 10 minutos, los cuales sirvieron para enfriar el ímpetu local y permitir que la Azul se acoplara un poco al infernal ruido que se vive en el Azteca.

Sin embargo, reanudado el encuentro el “Tri” no se olvidó de nada. Ni de querer cobrar revancha por lo vivido el 6 de junio pasado en San Salvador, ni mucho menos de la guerra declarada por “el Vasco” Aguirre el viernes por la tarde que daba lugar a la consecución anticipada del boleto al primer mundial africano de la historia.

Y el ataque azteca fue de lleno, con toque de primera, intentando abrir las bandas para alimentar a Vela y al Guille. Y también lo intentaron por arriba, sobre todo en los tiros de esquina, con las incorporaciones de Salcido y Márquez.

Pero con nervios y todo, El Salvador no aflojaba. No hasta el minuto 26. En ese momento, una desafortunada jugada en el área salvadoreña culminó con el gol de Marvin González en propia meta. Cuauhtémoc lo celebró como propio y encandiló a todo México.

De ahí y hasta el cierre del primer tiempo si bien es cierto fue México el que tuvo en su poder más tiempo el balón, no logró llegar con verdadero peligro a la cabaña salvadoreña, con excepción de la espectacular atajada de Montes al 45+7 ante una no menos espectacular chilena de Carlos Vela dentro del área cuscatleca.
Más errores

Reanudado el encuentro aparecieron los errores en El Salvador. Y el primero llegó desde el banquillo. De los Cobos decidió sacar a Álvarez -el más propositivo en ataque- y envió en su lugar a Rudis Corrales, quizás con el sueño de que el de Águila volviera a marcar un gol, como lo hizo en septiembre ante Costa Rica.

Pero quien estaba más cerca de marcar el segundo en su cuenta era México. Lo estuvo al 54, cuando “el Mudo” Montes alcanzó a rozar un tiro libre de Guardado y lo envió, con todo y golpe al horizontal, al tiro de esquina; y lo estuvo también al 67, cuando de nueva cuenta el meta cuscatleco desvió, y de manera imposible, un envenenado cabezazo del Guille Franco.

A esas alturas del juego ya se había reportado Salvador Coreas por Osael, en otro cambio intrascendente para los intereses cuscatlecos.

Cuando faltaban 20 minutos para que el encuentro concluyera, el sueño salvadoreño parecía sepultado. Y quién si no que Cuauhtémoc para poner el 2-0, al concluir de manera magistral una jugada de Franco.

Las piernas ya pesaban y el aliento faltaba en la Azul, que para colmo de males se tragaba al 84 el 3-0, de Paco Palencia. Una luz al final del túnel se encendió cuando Julio Martínez al 87 ponía, gracias a un soberbio disparo desde fuera del área, el 3-1. Pero Vela, gracias a una infantil jugada de Marvin al 90, puso el definitivo 4-1 que dejó a la Azul con la misión de cerrar la eliminatoria, el miércoles ante Honduras en el Cuscatlán, de la manera más decente.

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“Cuauhtémoc nos sacó el dedo en el Cuscatlán”

Publicado en 09 octubre 2009 por jrivas

1750685_0El hincha salvadoreño más conocido -y menos querido- en México habla sobre el juego de hoy, confiando en que sí habrá “Aztecazo”.

Escrito por Mario Ernesto Posada

Dice Iván Flores, el líder de la Barra Azul que se hizo famoso por aquella iniciativa de usar mascarillas contra México en junio pasado, que junto a sus colegas de hinchada siempre estuvieron seguros que el juego de hoy, contra México, sería el que definiría la suerte salvadoreña en la hexagonal de la CONCACAF.

Por eso, el líder de la barra organizada de la Selecta confía ciegamente en que El Salvador regresará el domingo al país con el triunfo en las maletas.

¿Por qué no fuiste a México?

Por dos cosas: primero, por consejo de varios periodistas mexicanos que cuando el partido fue aquí, me dijeron que muchas de las barras organizadas, entre ellas las del América y del Atlas, habían circulado mi rostro en internet y me decían que me cuidara bastante porque yo era un rostro bien conocido y entre estas barras organizadas hay hinchas violentos que estaban viendo qué se hacía contra la Barra Azul. Y dos, posiblemente el Gobierno mexicano no me iba a extender la visa. Pero no probé por cuestiones de horarios de trabajo.

¿Y todo por las mascarillas?

Creo que todo México lo tomó muy personal. Empezando por los comentaristas, la afición y llegando hasta los políticos.

¿Y te arrepentís de las mascarillas?

No, no. Recordá que no fue una idea de la Barra Azul. Fue una idea que salió de varios aficionados que encontraron en la Barra Azul el apoyo que necesitaba esta iniciativa. La Barra Azul la tomó y la impulsamos. De hecho solo fue una semana saliendo aquí en los medios salvadoreños. Luego, las otras tres semanas fueron los medios mexicanos que estuvieron informando que nosotros habíamos insultado al pueblo. Desde el inicio se aclaró que era simplemente fútbol.

¿No creés que hubiera sido un poco justo que la Barra Azul también estuviera allá, en el Azteca, para de repente vivir lo que ellos vivieron acá?

Sí, esto era parte de la organización. Nosotros queríamos ir al Azteca y sentir esa presión de estar en las graderías, como visitante, porque en el Cusca jugamos en las gradas como locales. Pero jugar en gradas internacionales y como visitante hubiera sido importante.

¿Ya visualizaste el partido contra México? ¿Qué te imaginás?

Yo me imagino ya a las 6 de la tarde, cuando haya terminado (el partido), un El Salvador ganador. No importa si la selección pierda, gane o empate. Si ganamos, creo yo que seis millones de personas van a festejar algo que nunca ha pasado. Si empatamos, creo yo que la gente también va a celebrar; y si perdemos, la gente ya comenzó a celebrar ese “Aztecazo”. O sea salir a ese estadio no como una selección menospreciada, eliminada, sino salir como un equipo que puede quitarle el sueño a los aztecas, cuando nunca había pasado esto. Ya tácticamente creo que la selección debe soltar esa presión en los primeros 15 minutos, comenzar a armar su juego y esperar a golpear a México. Mediante pase el tiempo, los presionados van a ser los mexicanos.

¿Qué pensás de que ahora los comentaristas mexicanos ya no hablan de goleada, a pesar de que Cuauhtémoc Blanco y Andrés Guardado sí dijeron que nos querían golear?

Hoy creo que ya van siendo objetivos, después de ver el juego que tiene México, que no es el juego brillante, de ver los comentaristas que faltan piezas importantes como Cuauhtémoc y Giovani Dos Santos. Creo yo que hasta hoy, de verdad, realmente, los periodistas y los comentaristas están respetando a El Salvador.

Giovani Dos Santos es un hecho que no va a jugar, pero Cuauhtémoc es duda. ¿Qué pensás de ellos?

Giovani sí creo yo que hubiera sido un factor determinante en contra de El Salvador. Cuauhtémoc creo yo que su juego es fuera del campo. Sus palabras siempre lo llevan a crear polémicas y por eso la selección de México lo tiene allí. Es más anímico. Y aquí en El Salvador no nos hizo ni un solo daño. Él fue el encargado de cobrar el penalti, solo eso, pero no hizo nada. Y su soberbia creo yo es lo que lo ha apartado de este partido y no una lesión física. Él comenzó a calentar este juego diciendo que él iba a meter tres o cuatro goles. En ese momento, los medios mexicanos me hablaron y preguntaron qué pensaba yo de eso. Yo le dije: ‘Yo espero que de verdad él pueda meter esos cuatro goles y espero que de verdad pueda correr 90 minutos, porque a su edad, está difícil’.

¿O sea que los medios mexicanos te siguen llamando todavía?

Sí. Cada vez que alguien hace una declaración del fútbol salvadoreño, buscan un referente principalmente de la afición. Es bueno que los medios mexicanos escuchen lo que la afición piensa.

Volvamos al partido. Mucha gente dice que aquí en el Cusca es donde más presión se le mete al rival, que en el Azteca solo se oye un zumbido…

Acá oyen claramente a la afición apoyando a El Salvador y metiéndose con el contrario. Cuauhtémoc cuando jugó aquí en El Salvador, lo hizo al lado izquierdo a la par donde la Barra Azul estaba cantando y más de una vez nos sacó el dedo, nos hizo una señal porque oía lo que nosotros le estábamos gritando. Cuando él corría y la pelota se detenía, él oía nuestros gritos.

Independientemente del resultado de mañana, ¿qué esperás para el miércoles contra Honduras?

Un estadio lleno. Tenemos que agradecer y despedir a la selección con un estadio lleno. Y lo otro, ratificar a De los Cobos en su puesto. Queremos verlo en Brasil 2014.

¿Qué harán si hay “Aztecazo”?

Mirá, todo el mundo nos ha preguntado dónde va a ser la celebración. La Barra Azul llegará a El Salvador del Mundo. Y si no se gana, siempre hay que festejar, pensar en 2014. Yo estoy 100% seguro que El Salvador estará junto a la Barra Azul en el Maracaná.

¿Cuánto quedamos?

Ganamos 2-1.

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“La virtud de la selección es la posesión del balón”

Publicado en 09 octubre 2009 por jrivas

Norberto Huezo, ex seleccionado nacional, está convencido de que el partido entre las selecciones de El Salvador y México esta tarde en el estadio Azteca será muy difícil, pero que hay posibilidades. “El Tri ha venido de menos a más”, comentó. Durante la entrevista, Huezo afirmó que la altura del estadio y la presión del público podrían incidir en el juego. Recordó que cuando se enfrentaron a los mexicanos en las eliminatorias del mundial de 1982 fue un juego muy complicado, por ello les deseó suerte a los seleccionados.

Escrito por Ernesto Pérez

Reconoció que si la selecta pierde o empata queda fuera con sus aspiraciones de obtener una plaza para el mundial de Sudáfrica 2010.

“México va a querer ganar de entrada y creo que El Salvador lo que tiene que hacer es evitar que le hagan un gol en los primeros minutos, porque ahí se tiene que abrir completamente”, explicó.

Las cosas están cuesta arriba, advirtió, pero señaló que la selección ha crecido, y es lo que tiene que entender la afición.

El ex mundialista recordó el partido que disputaron ambas selecciones en 1977, en donde El Salvador perdió 3 a 1 y él anotó un gol: “Es una presión que hay en el estadio… 110,000 personas estaban gritando e insultando y al hacer el gol el estadio enmudeció”. Ese gol jamás lo podrá olvidar. De hecho, dice que le facilitó para que lo contratara el Monterrey, equipo de la primera división del fútbol mexicano.

“La presión y el nerviosismo en el Azteca empiezan cuando uno está en los camerinos. A medida que va jugando, el nerviosismo va desapareciendo. No hay que olvidar también la altura, ya que en el segundo tiempo afecta y se siente el cansancio y allí es donde México aprovecha”, apuntó.

Huezo opinó que la virtud que tiene la selección salvadoreña es la posesión del balón y eso es lo que debe tratar, de que los minutos pasen y los jugadores no deben darle el balón a los mexicanos, porque van a presionar, a atacar y a tratar de hacer goles lo más rápido que puedan: “El Salvador tiene dos o tres jugadores que tienen muy buena calidad, pero México tiene más dinámica, tiene jugadores más explosivos. Adelante no tenemos mucha fuerza y eso creo que es la desventaja que tenemos, pero la posesión del balón es el arma que tiene El Salvador”.

El “aztecazo”

Ganarle a México en el estadio Azteca es una posibilidad, pero Huezo dice que hay que ser realistas, analizar y ser muy objetivos. Además, hay que ganar los dos juegos y esperar los resultados de los otros partidos.

“Yo le pediría paciencia a la gente y que entienda que la ilusión está y no se debe de perder”, apuntó.

Huezo hizo un llamado al Gobierno para que apoye el fútbol, por el impacto y la trascendencia de este deporte en el país: “Espero que se aporte económicamente al fútbol porque motiva, alegra, con la crisis que tenemos es un escape para la gente”. Huezo dijo tener aspiraciones de dirigir a la selección nacional.

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La Azul y más que 300

Publicado en 09 octubre 2009 por jrivas

México recibirá hoy a más salvadoreños de los que piensan. Más que 11 jugadores y 300 aficionados, más que 300 guerreros. Estará el aliento de casi seis millones de cuscatlecos, esperanzados en un “Aztecazo”.

Escrito por Denni Portillo

“En mi casa vamos a guerrear, somos 100,000 guerreros en el estadio, 11 en el campo y todo el país (…) si quieren guerra, guerra tendrán.” Así calentó ayer el técnico de México, Javier Aguirre, el partido de hoy contra El Salvador, en el que los aztecas se juegan la posibilidad de asegurar su boleto a Sudáfrica 2010. Pero no hizo bien sus números. “El Vasco” cuenta solo 11 salvadoreños, y los cuscatlecos saben por sí mismos que son miles. Millones.

Sin importar que la federación mexicana haya dado solo 300 boletos a los salvadoreños, que los hayan ubicado hasta el sector más alto del estadio y que los más de 100,000 aficionados que se esperan del “Tri” sean muchos más que los 35,000 que le caben al Cuscatlán, la Azul es consciente de que tendrá el apoyo, a la distancia, de casi seis millones de salvadoreños, a la espera de que se produzca un milagro que permita seguir con vida en la hexagonal final de la CONCACAF rumbo a Sudáfrica 2010.

El Salvador llega con ocho puntos en la tabla, la quinta posición, todavía la duda sobre si podrá ocupar a Eliseo Quintanilla en su once inicial y la necesidad de combinar una victoria en suelo azteca con derrotas de Honduras ante Estados Unidos y de Costa Rica ante Trinidad y Tobago para poder seguir vivo aspirando a alcanzar el boleto a la copa del mundo del próximo año.

Por su parte, los aztecas tienen 15 unidades, son segundos, la baja de Giovani Dos Santos y, aparentemente, también la Cuauhtémoc Blanco; pero con la diferencia de que un triunfo les mete definitivamente en Sudáfrica. Además, les permitiría lavar heridas y desquitarse de la derrota sufrida en junio pasado en suelo cuscatleco, cuando la Azul los puso de rodillas con un 2-1 que todavía arde en “el Tri”.

Por eso, jugadores como el mismo Blanco o Andrés Guardado han calentado el ambiente. Han hablado de goleadas y deseos de revancha, que o remarcan sus ansias de triunfo o esconden también su miedo de una derrota.

Empero, para tomar en cuenta también son los hechos que demuestran que, en esta su segunda etapa en el banquillo mexicano, “el Vasco” Aguirre solo ha perdido un juego -precisamente, el del 6 de junio, ante El Salvador- y que “el Tri” ha ganado todos sus partidos en el estadio Azteca en esta eliminatoria. Eso sí, ninguno por goleada.

Además, la Azul tampoco ha logrado sumar fuera de casa en lo que va de la hexagonal. Ha perdido sus cuatro choques, aunque todos ellos por un solo gol de diferencia. Lo surreal del caso es que, por más que unos números sean arrolladores y los otros críticos, la ilusión está ahí presente.

La ilusión no de 11, ni de 300, sino la de seis millones. Seis millones de salvadoreños -más los hermanos lejanos- que sueñan con un “Aztecazo”.

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Los números de la utopía

Publicado en 08 octubre 2009 por hflores

1750101_0No vale empate y mucho menos derrota. Solo una -utópica, hipotética, soñada, milagrosa, increíble o como se le quiera llamar- victoria en el estadio Azteca mantendría con vida las esperanzas de El Salvador de estar en el mundial Sudáfrica 2010, dejando todo por definir en la última jornada de la hexagonal, el miércoles 14 de octubre, ante Honduras.
Escrito por Denni Portillo
Empero, tampoco es solo así, puesto que la Azul también necesita de un par de favores, un par de combinaciones, para que no se le escapen Costa Rica ni los mismos catrachos en la tabla.

En este momento solo hay dos cosas que mantienen con vida a El Salvador en la eliminatoria hacia Sudáfrica 2010. Una es la esperanza, de jugadores y aficionados, y la otra los números. Los que no responden a sentimentalismos ni a pasionismos, son fríos y no conocen de alturas de estadios Aztecas ni de visitas imposibles. Esos, los que dicen que la Azul tiene ocho puntos y que, restando seis por disputarse, tiene cinco menos que el tercer lugar de la hexagonal y cuatro menos que el cuarto. Por tanto, sí se puede.

Aunque haya que darle las mil y una vueltas para encontrarle lado, pero las matemáticas -que parecen tener siempre respuesta para todo- todavía pueden poner a la Azul en el primer mundial africano de la historia.

Eso sí, nada depende de los números y todo de lo que hagan los seleccionados mañana en el estadio Azteca, además de los resultados de los otros encuentros, entre Costa Rica ante Trinidad y Tobago y Honduras contra Estados Unidos.

Lo anterior, porque a El Salvador de nada le serviría conseguir un histórico “Aztecazo” si tanto ticos como hondureños ganan sus encuentros. Con hipotéticos 16 y 15 puntos, serían inalcanzables para una Azul que sumaría 11 con solo tres más por disputarse.

Pero esa es la cuenta más fácil. Todas las demás son tan difíciles como utópico suena sacar un triunfo en el Azteca. Las mil y una combinaciones en las que empatan catrachos y ticos, o pierden ambos, o gana uno y pierde el otro, o gane y empate. Combinación tras combinación, suma tras suma, resta tras resta. Ilusión tras ilusión. Todas sustentadas en los números y una ilusión.

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Tabla de posiciones

Equipo
PJ
G
E
P
GF
GC
Pts.
  Estados Unidos 9 6 1 2 17 11 19
  México 9 6 0 3 16 10 18
  Costa Rica 9 5 0 4 13 13 15
  Honduras 9 4 1 4 16 11 13
  El Salvador 9 2 2 5 9 14 8
  Trinidad y Tobago 9 1 2 6 8 20 5
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